Los Petroglifos Costeros en Tocopilla
La
Malesherbia Tocopillana
Muy buenas
tardes tengan estimadas y estimados amigos. Grato nos resulta el poder
saludarles en este caluroso día de verano en la costa antofagastina y de paso,
poder contarles sobre nuestro viaje de ayer, que más que un recorrido se
convirtió muy rápidamente en una aventura y no piensen que fue por cosas
antojadizas - de este guía - o por dar más emoción al viaje, más bien, fue por
los imponderables que pasan en la naturaleza y debemos sortear a como de lugar.
Como lo anterior fue un imprevisto, contaremos a lo que fuimos y lo que vimos,
al final narraremos los imponderables, que no nos amilanaron o desestimaron el
seguir, tan solo nos hicieron cambiar parte de los planes.
De igual
manera, les quiero contar con harta satisfacción, que este viaje fue
maravilloso – independiente del astro sol – y fue maravilloso porque ha sido
una de las veces en donde más hemos podido hablar, explicar y contar sobre
nuestros pueblos ancestrales – Huentelauquén-Camanchacos – su modo de vida, el
tiempo en el cual habitaron esta costa (cuyas condiciones son distintas a las
actuales o levemente distintas) el comercio que algunos denominan intercambios
y todo aquello que consideramos relevante.
En esta
oportunidad es cuando más hemos acercado a nuestra gente al ayer y no con
escritos o papeles, más bien, directamente en la naturaleza y en los sitios más
importantes.
Viaja con
nosotros al pasado.
Sigue el
escrito en:
https://caminantesdeldesierto.cl/los-petroglifos-de-tocopilla/
Visítanos y
bienvenido.
El día de
ayer nos fuimos a Tocopilla cuyo nombre se asocia (por algunos) al malulo o,
según otros, a la lengua Aymara y significaría “Quebrada Grande”. Esta
importante ciudad del norte, que a su vez es comuna y provincia, cuenta con
múltiples atractivos, algunos de ellos conocidos y reconocidos por la comunidad
y otros, en el silencio perpetuo.
Como empezar.
(Como me
decía mi abuela, por el principio)
Este domingo
19 de enero del año 2025 nos movilizamos desde la ciudad de Antofagasta a
Tocopilla y desde allí enfilamos a la Quebrada Barriles en dirección a la Mina La
Despreciada, un punto histórico en estos parajes.
Algo de
historia, tan solo un poco:
https://tocopillaysuhistoria.blogspot.com/2008/12/mina-la-despreciada.html
De allí
seguimos la ruta de los antiguos botánicos y naturalistas que hicieron los
primeros levantamientos florísticos en esta parte del territorio. El camino se
hizo en modo trekking ya que no era dable que entrase nuestro vehículo y las
distancias no eran tan lejanas como para que fuesen un problema.
Dentro de la
quebrada era evidente que algo de agua cayó como maná del cielo. Nolanas,
Tetragonias y Huidobrias mostraban sus flores y coloridos, las aves eran más
numerosas de lo habitual, aunque no vimos minúsculos, aunque, para aquello, había
que detenerse y esperar para verlos y/o buscarlos, pero no teníamos tiempo.
Al poco andar
(2 km) llegamos a cierto punto – de descanso – en donde había que tomar una
ruta de vereda. Era un camino no muy ancho, plano y transitable, que nos
llevaría a la parte media de la serranía abrupta y nos permitiría acceder a la
más hermosa de las flores de Tocopilla, a la Malesherbia tocopillana.
Malesherbia
tocopillana. La más hermosa entre las hermosas:
https://caminantesdeldesierto.blogspot.com/2018/02/los-farolitos-de-tocopilla-la-mas.html
Luego de
llegar al punto convenido – el de la Malesherbia - se siguió el sendero hasta
su final, es decir unos 7 km en dirección nor-oeste y se bajó a la planicie por
veredas angostas para acceder a nuestro segundo punto en el itinerario, los
Petroglifos de Tocopilla.
Petroglifos
de Tocopilla (Sin información)
Estos
desconocidos petroglifos se encuentran por Caleta Duendes, a un costado de
Playa Brava y, a espaldas del cerro La cruz. Hemos buscado referencias sobre
ellos, pero al parecer no están dentro de las rutas de los investigadores.
El lugar
resulta importante de preservar.
Según los
conocedores, en estos espacios hubo establecimientos mineros, también criaderos
de animales y mataderos. En la actualidad son vertederos ilegales, por aquello
resulta importante que lleguen los investigadores y la ciencia, quizás con
ellos, se tome razón de su existencia y se proteja, inclusive, quién sabe, se
transforme en un polo turístico para este territorio.
Seguimos el
viaje:
Ya en el
vehículo tomamos rumbo sur en dirección a Caleta Buena donde descubrimos unos
sabrosos sándwiches de pescado frito y empanadas para todos los paladares.
Costó sacar a nuestra gente de allí, pero lo logramos con mucho esfuerzo y
promesas.
Seguimos el
viaje a Punta Grande a conocer los petroglifos de Gatico.
Un detalle no
menor, estos petroglifos ya han contado con estudios y reconocimiento, por lo
tal, el lugar ha dejado de ser un vertedero y hoy merece ser visitado por los
que gustan del conocimiento (reiteramos lo último) dejando de lado a los
destructores y saqueadores de tumbas.
Sobre los
petroglifos de Gatico
En unos de
los textos consultados – para este escrito - sobre pinturas y grabados costeros
de los antiguos habitantes de la costa dice lo siguiente:
“En la década
de los cincuenta del siglo pasado, Herbert Hornkohl (1954) dio a conocer un
extraordinario panel de grabados rupestres en la costa de Antofagasta, cuyas
formas (camélidos y peces) le parecieron un testimonio de los vínculos entre el
litoral y los valles del interior. Durante años su descubrimiento permaneció
como un dato curioso de importancia menor respecto de otras materialidades
culturales. Pero el aumento en los registros en la actualidad sugiere que este
modo de expresión fue parte significativa de la vida social y cultural costera
(Núñez & Contreras 2006)”
Los
Petroglifos de Gatico
https://rchn.biologiachile.cl/pdfs/1954-1955/12/Hornkohl_1954-1955.12.pdf
Luego de una
breve visita a los petroglifos de Gatico y con el tiempo en contra, reanudamos
nuestro andar en dirección a Michilla y un poco antes de la llegada a dicho
punto, en una pequeña arista del camino, se estacionó el bus y desde ese lugar
hubo que tomar ruta trekking en dirección a la costa pasando por los roqueríos
intermedios que en su conjunto nos brindaban una hermosa postal, atrayente para
investigar cada cueva u orificio y con un vientecillo fresco que nos animaba a
caminar.
Quizás fueron
20 minutos los que hubo que avanzar para llegar a una pequeña gruta solitaria en
un gran roquerío, algo así como una aguja en un pajar y ahí estaba, una de las
pinturas rupestres de Punta Guaque, tan igual a las encontradas en el médano,
Izcuña, Punta Plata, pero a más de 250 km de distancia. Un regalo para los
presentes en dicho recorrido y un presente para nuestros amigos y seguidores.
El pasado
sigue vigente, nuestros antiguos habitantes nos dejaron estas huellas de su
existencia y con ellas nos contaron de sus aventuras, no especularemos
descifrando sueños, cosmologías, creencias, solo mostramos lo que vemos y en
ella se ve la cacería de una especie marina con el uso de una balsa de cuero.
Esta última y
las que se encuentran a sus alrededores no serán tan fáciles de encontrar, por
aquello, tenemos algo de seguridad que no será el sapiens-sapiens quienes la
dañarán, tan solo el tiempo y sus asociados (El sol, la humedad, el viento).
Investigación
Punta Guaque
Viene el
regreso a casa, un breve sueño para el descanso observando el ocaso.
De nuestra
aventura en la Despreciada.
Al tomar
rumbo por la franja intermedia que nos llevaba a la Malesherbia, hubo que
cruzar dos arrastres de piedras y rocas. Nada que fuese complejo, peligroso o
que no hubiésemos hecho con anterioridad más, al poco cruzar el segundo
arrastre, cuando todos iban en camino, hubo un pequeño deslizamiento en uno de
los derrumbes y para evitar inconvenientes, se siguió por la vereda hasta bajar
por otro lugar.
Hacemos
mención que la ciudad de Tocopilla se encuentra rodeada por cerros y muchos de
ellos son de gran alzada, fuertes pendientes y muy erosionados.
Así es la
naturaleza en Tocopilla.
https://caminantesdeldesierto.cl
Visítanos
y bienvenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario