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viernes, 10 de febrero de 2017

EL CULI DE QUILLAGUA


UNA HISTORIA DE CULI


     Los integrantes de Caminantes del Desierto se sienten muy orgullosos de tener la posibilidad de recorrer nuestra región, reconocer su biodiversidad, admirar sus paisajes y conocer su historia. Mientras más avanzamos por estos caminos recónditos del norte de nuestro país, más aprendemos y más informamos a nuestra querida comunidad. Ayer, por ejemplo. Nos conversaba el Sr. Walter Ibáñez Ramírez de la importancia e influencia de los chinos en la región. Nosotros teníamos el antecedente que los chinos -a mediados de los 1800- solo habían llegado hasta los laboreos de Gatico -por el norte- y bajo la condición de “obreros” llamados: Culi, culí o coolie, que fue el apelativo utilizado para designar a los cargadores y trabajadores con escasa cualificación procedentes de China y otros países asiáticos. También se utilizó para nombrar a los emigrantes de esos países que eran contratados en las colonias europeas o en los países americanos. La utilización de culíes o peones aumentó tras la abolición del comercio de esclavos.

     Los culíes eran reclutados por contratos que establecían un periodo de trabajo no menor a ocho años, a cambio del transporte y un sueldo; pasado dicho lapso, el trabajador podía regresar a su hogar o buscar otro trabajo, aunque sus condiciones eran bastante irregulares y su regreso a casa, casi una utopía.

     Pero hay una historia que queremos contarles a cabalidad y esta historia nos cuenta de uno de estos desafortunados “obreros” que llegó quien sabe cuándo y quien sabe de dónde. Vivió y murió en Quillagua poblado ubicado en las márgenes del Rio Loa en los límites de la primera y segunda región y cuyo cuerpo yace en una improvisada fosa en medio de una habitación habilitada como museo. Ahora bien. Si corresponderá este cuerpo a un Coli, eso quedará en manos de los expertos. Esta historia apareció en el año 2007 y dice así:

El Culi de Quillagua.

La Momia del Desierto de Atacama, en peligro de desintegrarse por el abandono mayo 9, 2007

Miércoles 09/05/07 22:59 EFE- El Mundo

La momia es de un esclavo de las minas, que murió cirrótico a los 40 años

     El cadáver momificado de un chino del siglo XIX, que se ha conservado en perfecto estado por la sequedad y salinidad del desierto de Atacama, en el norte de Chile, corre el peligro de desintegrarse, abandonado en el museo de un pequeño pueblo de la zona.
Así lo denunciaron los habitantes de Quillagua, a unos 1.500 kilómetros de Santiago, en declaraciones que recoge el diario ‘Las Últimas Noticias’, en las que precisan que el cuerpo “está tirado en el suelo” del museo de la localidad, cerrado desde hace varios años.


     El cuerpo fue encontrado en los años 80 en las inmediaciones de un cementerio indígena precolombino, donde seguramente fue enterrado cuando el desconocido chino murió, unos 100 años atrás, dijo el investigador Claudio Castellón, que participó en el hallazgo y está interesado en el rescate y conservación del cadáver.

Un esclavo de las minas

     Según Castellón, el cuerpo corresponde a un trabajador esclavizado, un ‘culí’, como se llamaba a los chinos utilizados en las faenas mineras de la zona en el siglo XIX, cuando el territorio pertenecía a Perú.

“Sin duda tuvo una vida miserable y ahora tiene una muerte miserable. Tenía cirrosis y estaba por los 40 años”, explicó Castellón, que llamó a las autoridades a destinar recursos para salvar el cuerpo y otras piezas valiosas que están en el abandonado museo de Quillagua.

“Acá (en el pueblo) también están los geoglifos de Chug Chug y la tumba de un chamán y nadie les hace caso”, se lamentó.


“Nadie se merece estar así después de muerto"


     Sobre Quillagua. Este poblado pertenece a la jurisdicción del municipio de María Elena, una localidad de la región de Antofagasta. 

     El delegado municipal coincidió con las demás opiniones y demandó “una urgente restauración” del cuerpo, además de señalar que personalmente se preocupó de horadar el piso del museo, “para que el chino esté más resguardado, porque se está desarmando”. Víctor Palape, presidente de la Junta de vecinos de Quillagua, dijo por su parte que” El chino está como murió, sufriendo algún dolor. 

    Da pena verlo, tirado en el suelo, tal como Dios lo mandó al mundo. Nadie se merece estar así después de muerto”, acotó.

     De nuestra consideración. Estuvimos en aquel lugar en agosto del 2015 y al parecer la historia no ha cambió en nada …. ¿Volver a depositar sus restos en tierra cuál sepulcro perpetuo? Al parecer sería la mejor opción en respeto a …………. 

“Una historia que se mantiene en óptima condición, pero requiere el cuidado de expertos y una conservación especial.




martes, 7 de febrero de 2017

UN EX PRESIDENTE BOLIVIANO ENTERRADO EN ANTOFAGASTA


José Manuel Justiniano Gutiérrez Guerra

José Manuel Justiniano Gutiérrez Guerra Oleo 1917


     José Manuel Justiniano Gutiérrez Guerra, conocido en la historia como "El último oligarca", (Sucre, Bolivia, 5 de septiembre de 1869 - Antofagasta, Chile, 3 de febrero de 1929) fue un economista y político boliviano que se desempeñó como presidente constitucional de Bolivia desde agosto de 1917 hasta julio de 1920. Era nieto de Pedro José Domingo de Guerra, jurista reconocido y hombre íntegro, quien, de igual forma, fue presidente en 1879 y murió cuando aún estaba en funciones de gobierno, tras haber asumido el primer mando de la nación durante la desastrosa guerra del Pacífico.

Pedro José Domingo de Guerra y Sanchez de Bustamante

     Por sus antecedentes familiares, "El último oligarca" encarnaba la "quinta esencia de la aristocracia sucrense" y, en su conducta como hombre público, practicó aquello de "que nobleza obliga". Descendiente de ilustres familias de la alta alcurnia chuquisaqueña, portadoras de sangre de la realeza incaica y de los primeros conquistadores del Perú, así como de oidores de la Real Audiencia de Charcas, este hombre carismático fue enviado de niño para recibir la mejor educación posible a Inglaterra, pues estaba emparentado, por vía de su abuela materna, con la emblemática familia del III vizconde de Palmerston, Henry John Temple, quien había sido primer ministro del Reino Unido durante dos ocasiones a mediados del siglo XIX. Luego regresó a Bolivia y trabajó de economista y en la banca.

José Gutiérrez Guerra en Inglaterra como alumno de Stonyhurst College, 1883

     Como un hombre estudioso e íntegro, ingresó en el campo político casi contra su voluntad en 1914, cuando salió elegido diputado por La Paz. No obstante, su ascenso fue meteórico y fue escogido para suceder a Ismael Montes como candidato del Partido Liberal de Bolivia en las elecciones presidenciales de 1917.

José Gutiérrez Guerra con su gobierno 1917

     Triunfante en las urnas, accedió al poder en un ambiente cargado de problemas, dada la situación imperante a causa del empeoramiento económico del país y la oposición creciente del recién creado Partido Republicano. El asesinato en 1917 (hecho insólito y jamás explicado) del fundador de ese partido y anterior presidente, José Manuel Pando, erosionaron aún más la popularidad y legitimidad de Gutiérrez Guerra, quien no fue lo suficientemente decisivo para aplacar la ola de críticas de los opositores del régimen, a pesar de que el Congreso había iniciado una investigación oficial de los supuestos delitos y excesos de su precursor y jefe político, Ismael Montes. 

José Manuel Pando

     Más de veinte años continuos de gobierno del Partido Liberal (el periodo más largo por un solo partido en la historia de Bolivia) dejaron fatigados a la mayoría de los bolivianos, quienes se manifestaron en contra de la elite gobernante y sus métodos y le valieron al mandatario de barba pelirroja y ojos verdes penetrantes, en un país de mayoría indígena, el apodo de "El último oligarca".
Todo esto culminó en el golpe de estado de 1920 en el cual, con apoyo militar, accedió al poder el Partido Republicano bajo el mando de Bautista Saavedra Mallea. Gutiérrez Guerra se refugió en la embajada de los Estados Unidos y luego fue exiliado a Chile, donde pasó sus últimos días; 
falleció en Antofagasta el 3 de febrero de 1929 a los 59 años de edad.

Obras de su gobierno

Durante su periodo de gobierno se acometieron varias obras, entre las que cabe destacar:

• Se inició la explotación del petróleo en los departamentos de Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija, yacimientos dados en concesión a la compañía estadounidense Richmond Levering Co.
• Se inauguró el servicio de aguas potables del Beni y suscribió el contrato para la construcción del alcantarillado de las ciudades de La Paz y Cochabamba.
• Se construyeron los colegios nacionales de Bolívar de Oruro y de Florida de Santa Cruz de la Sierra.
• Se fundó la Escuela Militar de Aviación en el Alto de La Paz (1920).
• Se inauguró el Museo Mineralógico de Oruro.

En el contexto de la primera guerra mundial, Bolivia declaró la guerra al Imperio Alemán.

Obras escritas

Publicó varios estudios de análisis financiero, entre ellos:
• Cuestiones bancarias (1910).
•  La reforma bancaria (1913).

Cementerio General de Antofagasta

Nota al Margen:

    José Manuel Pando. Retirado a la vida privada, fue encontrado muerto en un barranco, cerca de El Kenko (alturas de La Paz) el 17 de junio de 1917. Para la mayoría, se trató de un crimen político, perpetrado por instigación del partido liberal. Se atribuyó la autoría material a Alfredo Jáuregui, Juan Jáuregui, Néstor Villegas y Simón Choque, quienes fueron juzgados y condenados a muerte el 5 de noviembre de 1927.

     Modernas investigaciones, sin embargo, sostienen que la muerte de Pando se debió a causa natural, al sobrevenirle un derrame cerebral cuando iba de su finca de Catavi a la ciudad de La Paz. Según esta hipótesis, los miembros de la familia Jáuregui (en cuya choza se había alojado Pando poco antes), al descubrir el cadáver en el camino, temieron ser culpados de su muerte, por lo que arrojaron el cuerpo al barranco.