PRÓXIMAS RUTAS

SANTA MARÍA, LA ISLA DE LOS POETAS



Caminantes Del Desierto en Isla Santa María y Bolsico

     Antofagasta, como siempre hemos sostenido, no solo es mineral, también es vida natural, espacios de historia y enclave de los antiguos habitantes costeros. En cada uno de sus rincones se puede encontrar sitios maravillosos que constan en los mapas, más, no en las recomendaciones, tal vez sea por esto que muchos de los locales utilizan la frase “del nada que hacer o “Nada donde ir” y esto se ha ido arraigando en el consciente colectivo, pero he aquí una muestra que todo lugar y muy especialmente nuestra comuna y región, cuentan con atractivos y espacios que nos pueden deleitar y muy especialmente brindarnos el conocimiento para sentir algo más que fastidio por el sitio que nos alimenta, pero esto es un trabajo que necesariamente requiere algunos actores (especialmente el gobierno regional) mucha inversión y la debida educación. En resumen, nos queda un largo trabajo y el que se sumen los organismos encargados, sin ellos, poco o nada avanzaremos. El turismo es fuente de negocios y genera empleos. Acabamos de dar la fórmula de la pólvora.


En esta historia se salvaba Jack.

     Muy buenas tardes estimadas y estimados amigos de Caminantes Del Desierto. El domingo 19 de mayo (mes del Mar) fue un día primoroso a pesar de varios factores que pudieron jugar en nuestra contra. Estaba nublado, el día era frío, el mar no estaba muy calmo que digamos y un agorero tiraba las runas indicando que nada de esto era aconsejable, luego ponía su mano y nos decía $10.000 lukas paisano ¿El porqué de esto? Hoy navegaríamos en dirección a la maravillosa isla Santa María y el anfitrión, Don Humberto Mella, nos daba esperanzas ya que había un factor que estaba ausente de una probable Tormenta perfecta, el viento.

Humberto Mella Ahumada

     Partimos muy temprano a Caleta Constitución y lo primero que se hizo al llegar fue el degustar empanadas de marisco, de queso o sopaipillas junto a un café o un té, la idea era preparar un enorme lanchón para él recorrido y que la gente se fuese habituando al sonido y vaivén del mar.

     Tooooodos abordo fue el grito incluso para Jack y Rose, pero en esta oportunidad quedamos de acuerdo que todos salvaríamos a Jack, eso quedó sacramentado.

    Ese mar que tranquilo nos baña, aquel que se mostraba amenazante en la Bahía Jorge, estaba convertido en un tazón de leche para el lado de Santa María, fue - por lo tanto - una navegación ondulante, pero tranquila, además que el recorrido hasta el farellón de los Poetas estuvo acompañado de juguetones Lobos Marinos y una gran cantidad de aves.

Farellón de los Poetas. Isla Santa María

     Por el nivel del mar no pudimos desembarcar (según el encargado nos mojaríamos demasiado) pero el recorrer este pedazo de tierra, inmerso en el mar, es algo único e increíble y que este mar nos brindase su piadosa colaboración, es mucho mejor aún ¿mareados? ninguno ¿asustados? algunos en el inicio, pero luego de algunos minutos, todo fue jovialidad y risas.

   Al volver a puerto y desembarcar de nuestro Perla Negra, los improvisados tripulantes (marineros de agua dulce) volvieron por más empanadas y sopaipillas, eso es reflejo que no hubo mareo y al terminar de comer nos dirigimos a la ciudad de los Camanchacos, espacio en donde se dieron las explicaciones sobre el lugar e indicaciones del recorrido y en donde estuvimos por un par de horas absortos por el paisaje, el silencio del viento y en contacto con la historia milenaria de Antofagasta-Chile. Fue... Un buen domingo... 

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