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LA ESTACIÓN BAQUEDANO


BAQUEDANO
El poblado del Sol Perpetuo

Muchos tienen la idea que, Baquedano, aquel pintoresco poblado ubicado en medio del desierto y que yace aletargado en el tiempo, viene desde tiempos remotos, desde la instauración del ferrocarril en nuestra región. Pues bien. Su estación y maestranza - propiamente tal - son de los inicios del siglo XX, más, el establecimiento de la población fue posterior y se debió al gran auge del salitre. La historia nos señala que, Baquedano (Como estación-maestranza) se estableció aproximadamente en 1910.

Caminantes del Desierto en el Museo del Ferrocarril

Ahora bien. El valor patrimonial de Baquedano no es el poblado propiamente tal, son las instalaciones y el material rodoviario que aún permanece en esta estación. La maestranza aún existe con su tornamesa para 16 locomotoras y se encuentra en una constante restauración. 

En estas instalaciones existen aún 6 locomotoras de vapor de procedencia alemana y norteamericana, numerosos vagones de transportes de pasajeros, coches-dormitorios, y las estaciones con sus boleterías.

Estación Baquedano

Estación Baquedano

A partir de la década de 1870, la zona de Antofagasta cobró especial relevancia por el hallazgo de abundantes yacimientos salitreros. El territorio, hasta entonces bajo soberanía boliviana, fue objeto de un flujo creciente de migraciones chilenas, así como también de capitalistas interesados en iniciar la explotación del mineral. La economía salitrera dio gran impulso a la región, lo que se reflejó en la construcción de infraestructura habitacional, portuaria y ferroviaria. Al finalizar la Guerra del Pacífico, Antofagasta pasó formalmente a ser parte del territorio nacional y se convirtió en un enclave minero fundamental para la economía chilena hasta la actualidad.

La estación de Baquedano, construida en 1910 fue parte de la expansión del ferrocarril a lo largo de la pampa salitrera. El proyecto se remonta a 1873 cuando se empezó a construir el ferrocarril que comunicaría la ciudad de Antofagasta con la zona de las Salinas al interior del territorio. Al finalizar la Guerra del Pacífico, el gobierno chileno retomó el proyecto, autorizando la construcción de un ferrocarril que comunicaría Antofagasta con Bolivia por el paso de Ollagüe.


La empresa Antofagasta and Bolivia Railway Company, encargada de llevar a cabo el proyecto, determinó en 1889 la necesidad de crear una estación que sirviera también de maestranza en un punto intermedio de la ruta. Con este objetivo, se construyó la Estación Baquedano a 90 Km. de Antofagasta, convirtiéndose en un nudo ferroviario fundamental, al ser paso obligado para todo el movimiento de mineral desde el interior hacia el puerto.

Durante la época de auge salitrero, la Estación Baquedano se convirtió en un activo poblado gracias a la instalación de oficinas y viviendas en los alrededores del complejo ferroviario. Durante el siglo XX, el pueblo mantuvo su importancia en las rutas de comunicación hacia el Norte, ya que el trazado de la Panamericana Norte contempló el paso de la carretera por Baquedano.

La Estación Baquedano se compone de un conjunto de edificaciones, entre ellas una maestranza, una casa de máquinas, talleres, casas de empleados y zonas de acopio entre otros. La casa de máquinas, una de las construcciones más importantes, se fabricó en pino Oregón con un tamaño suficiente para albergar 16 locomotoras. 

Este complejo perteneció originalmente a la Chilean Northen Railway Company, posteriormente a la Empresa de Ferrocarriles del Estado y luego a Ferronor, que lo mantuvo operativo hasta fines de la década de 1970.


En 1983, la Estación de Ferrocarriles de Baquedano fue declarada Monumento Histórico. Actualmente su estado de conservación es bueno y en la zona se construyó el Parque Histórico del Ferrocarril de Baquedano, con un museo que expone lo que fuera la época de auge de esta estación.





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