PRÓXIMAS RUTAS

BLANCO ENCALADA. EL PUERTO DE PAPEL



Blanco Encalada. El Puerto de Papel.

     Si Mejillones y Antofagasta pasaron a poder de Bolivia por tratados y sin disparar un tiro, ¿cuál sería el puerto que debiese haber estado en el límite norte de Chile? Blanco Encala.

     Hablar de la Caleta Blanco Encalada les puede resultar muy poco atractivo -como tema- por desconocimiento y por ser en la actualidad un lugar desolado, de difícil acceso, carente de todo servicio y de pocos atractivos salvo por la pesca deportiva y los deportes náuticos, pero han de saber que en los años anteriores al conflicto del Salitre (1879), Este punto fue indicado para convertirse en la ruta de salida de las riquezas del desierto. Un puerto con 23 manzanas en el extremo norte del país y muy cercano al hito 25.

     Hemos visitado el lugar y nos cuesta imaginarnos que en este punto tan distante y perdido de la costa antofagastina se presupuestara - en algún momento - construir un puerto con sus correspondientes edificios, reparticiones y habitaciones. Un puerto que solo quedó en el papel.

Pero vamos a la historia:

     En 1850 se realizó en Santiago, el primer desfile político del país. Lo encabezaban Santiago Arcos y Francisco Bilbao, elegantemente vestidos de apretados pantalones blancos y levitas negras. Portaban un arbolito con brillantes mostacillas que representaba la libertad. 


     Les seguían prestigiosos intelectuales y vecinos. Entre ellos, sobresalía la figura varonil del abogado y hombre de letras José Victorino Lastarria. La concurrencia protestaba contra “el gobierno tiránico de Bulnes” y exigía más libertad. 

José Victorino Lastarria



     En esa época Lastarria era un joven de 34 años que se había atosigado leyendo autores franceses, estudiando la revolución, admirando la filosofía gala. Fue entonces que junto a otros intelectuales de su tiempo dieron forma al Partido Liberal. 


     En 1870 el mismo Lastarria, esta vez con 54 años, parado en medio del mineral de Caracoles oteaba el ilimitado desierto de Atacama. Ahora intentaba, como muchos chilenos y extranjeros, encontrar un filón de plata para enriquecerse. Sin embargo, mantenía un alma soñadora y ese desierto le sugería gran futuro para el país. 


     Quizás en ese instante Lastarria comprendió que el porvenir de Chile descansaba en esas tierras secas del norte. 


     En Antofagasta se iniciaba la explotación del salitre en el Salar del Carmen y Aguas Blancas. Se hacía un enorme esfuerzo pero, las distancias, la falta de carreteras y la ausencia de ferrocarriles y sistema portuarios, hacia más difícil la tarea. La región era un enorme pozo de riquezas pero, ¿dónde estaban y cuanto había? ¿Dónde se podían construir complejos portuarios? Eran interrogantes que exigían respuestas. 

Un Ministro Para el Norte.

     En 1872 el presidente Aníbal Pinto nombró a Lastarria como ministro del interior, lo que le dio la oportunidad para concretar sus sueños nortinos. Estimó que lo primero era el estudio de la geografía de la región, para definir dónde instalar vías de tren y puertos. Se creó la Comisión Exploradora del Litoral del Norte y el nombramiento de Amado Pissis para estudiar la geología del desierto. 

Presidente Aníbal Pinto Garmendia
Pedro José Amado Pissis

     El 31 de octubre zarpó de Antofagasta “El Abtao” con la misión de explorar la costa sur bajo el mando de los ingenieros Enrique Plazolles y Macario Sierralta. Por petición de ellos, subieron al barco al minero local Secundino Corvalán, antiguo conocedor de la región.

     Entre tanto Pissis informó al ministro que en Aguas Blancas y Taltal “el Desierto de Atacama chileno puede proporcionar grandes cantidades de salitre por más de un siglo”. La apreciación resultó exacta. 


“El Abtao”

     “El Abtao” levantó ancla rumbo al norte. Recorrió y exploró toda la costa. En Caleta El Cobre encontraron abandonado el establecimiento minero que fundo José Antonio Moreno. Hasta allí la geografía impedía instalar un puerto: la cordillera de la costa caía abruptamente al mar sin dejar espacio para establecer una población.

     Más al sur descubrieron la quebrada de Remiendos. Al recorrerla se dieron cuenta que a través de ella se llegaba fácilmente a las salitreras de Aguas Blancas. 


La Caleta Remiendos con el nuevo nombre de Blanco Encalada.

Blanco Encalada, El Pueblo de Papel

     Los ingenieros trazaron el futuro camino y línea férrea y planificaron el plan del poblado. En noviembre de 1876 el ministro Lastarria recibió el informe, de manera que, por decreto del 11 de abril de 1878, ordenó habilitar la Caleta Remiendos con el nombre de Blanco Encalada.

     El decreto de junio de 1878 dispuso la fundación de Blanco Encalada y de Taltal. El plano de la primera población constaba de 23 manzanas y el de Taltal tan sólo de 11. A pesar de esta proyección, Taltal terminó imponiéndose como puerto, por la simple razón que era más fácil construir por allí la vía férrea. Además, se bonificó a la empresa naviera para que los barcos recalaran en ese puerto. En octubre de 1881 se autorizó The Taltal Railway para la construcción del ferrocarril. Esa autorización fue el golpe de muerte para Blanco Encalada, que sólo tuvo una existencia de papel


     El mapa de la rada de Blanco Encalada (anteriormente Remiendos) con el plano de su población, fue parte del material recopilado concerniente a los informes hechos por la “comisión exploradora de la costa norte de Atacama” a fines de 1876, cuya misión encomendada por el Gobierno había tenido por objeto el determinar sitios al sur del paralelo 24 que propiciaran el establecimiento de un puerto menor por el cual se pudiera habilitar una ruta capaz de alcanzar las salitreras de Aguas Blancas, que representaban una considerable extensión con altas probabilidades de encerrar incluso otros ricos depósitos en sus alrededores, cuya expectativa para la salida expedita de los productos que allí se extrajesen y elaborasen permitirían el aumento de la actividad económica e industrial en provecho de la porción chilena del desierto.

     La comisión viajó a bordo de la corbeta “Abtao”, al mando del capitán de fragata Francisco Rondizzoni, llevando consigo a los ingenieros civiles Eugenio Plazolles y Macario Sierralta, quienes se encargarían de desempeñar las labores pertinentes de reconocimiento en tierra. Sus informes elaborados el 28 y 29 de noviembre respectivamente dieron cuenta de las diferentes caletas reconocidas en el litoral, determinando de ellas que la de Remiendos presentaba óptimas condiciones para emplearse como centro costero de abastecimiento, transporte y comercio mediante un efectivo poblamiento.



Los ires y venires del Abtao Antes de la Guerra del Salitre.

-    En octubre de 1876, la "Abtao" fue comisionada para efectuar un prolijo reconocimiento de la costa comprendida entre el paralelo 23º S y la Caleta del Cobre, para tener conocimiento de los surgideros que reunieran las condiciones para establecer un puerto que pudiera comunicarse con el interior del desierto. Estaba al mando del Capitán de Fragata Francisco Rondizzoni y en el levantamiento hidrográfico participaron el Capitán de Corbeta Luis Pomar, el teniente 1º Luis Uribe Orrego y el teniente 1º Álvaro Bianchi Tupper.

-    En mayo de 1877 La "Abtao” fue enviada con ayuda y recursos para los damnificados del terremoto e inundaciones que afectaron a los puertos de Caldera, Chañaral, Antofagasta, Mejillones, Cobija, Tocopilla y Pabellón de Pica y lugares aledaños. Luego fue enviado a Taltal y Caleta Blanco Encalada transportando casas de madera y otros objetos de propiedad fiscal, como, asimismo, mercaderías de algunos concesionarios de sitios, en las nuevas poblaciones fundadas en esos puertos por el ministro del Interior.

Referencias:
Obras completas de Don J.V. Lastarria: Proyectos de lei i discursos Pág. 103-113

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