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ARAÑA, PERO NO ES GATO. LA CABEZA DE GATO




La Araña Cabeza de Gato

   Hará un par de años atrás, en un pueblo muy, pero muy lejano. Tuvimos la posibilidad (considerada única) de encontrar y conocer a una de las especies más extrañas y sorprendentes de la naturaleza, a la araña cabeza de gato. 

     Este encuentro no fue fortuito, fue fruto del trabajo de Don Rodrigo Castillo del Castillo y Castillo (encargado de los invertebrados) quién, se dio a la tarea de buscar cuanto minúsculo se cruzase por su camino apoyado por una linterna de luz muy tenue, la gran mayoría de ellos era perceptible por el movimiento, por alguno que otro color ceniciento o simplemente por su tamaño, pero hubo uno de ellos, una araña, que nos dejó perplejos (para los que no la conocemos o nunca habíamos escuchado de ella) podríamos haber pasado mil veces por su lado y no la hubiésemos advertido, pues es totalmente mimética (como una pequeña feca de ave) y con los colores tradicionales de las especies nocturnas, aquello que delate lo menos posible su presencia y la haga pasar desapercibida a los cazadores.


     El experto nos dice para tranquilidad: Es la araña Mastophora, "cabeza de gato” una especie totalmente inofensiva, no hay ninguna necesidad de matarla. Tampoco salta sobre las personas.

     Pues bien. El género de arácnidos Mastophora Holmberg, 1876, está relacionado con las arañas tejedoras de telas orbiculares, aunque sus redes han evolucionado hacia una muy diferente forma de cazar sus presas. Las Mastophoras han reemplazado la tela propiamente tal por una bola de tela pegajosa, sujeta por un hilo corto vertical, el que cuelgan del centro de un hilo horizontal (más o menos largo), y sobre el cual se ubican ellas mismas. La forma de atrapar sus presas es tomando el hilo con una de sus patas delanteras, y lanzándolo contra ellas mientras están volando. Dicho así, parece muy difícil que pudiera atrapar algo, pero la Mastophora tiene "un truco bajo la manga": emite de su cuerpo un fuerte olor, que imita las feromonas sexuales de las polillas hembra (mariposas nocturnas). Con esto consigue que las polillas machos -que son su objetivo- se acerquen mucho a ella, momento en que les lanza la bola pegajosa. Una vez atrapada una polilla, baja rápidamente por el hilo que la sostiene, y la paraliza con su veneno.


    Aunque estas arañas existen en toda América, y se han descubierto 49 especies de ellas, en nuestro país tenemos registrada sólo una, la Mastophora gasteracanthoides, cuya distribución se señala para la zona centro y sur del país. Sin embargo, es muy posible que existan otras especies no descritas, (o descritas para otros países limítrofes) ya que estas arañas no son fáciles de encontrar. Generalmente hacen sus trampas en las ramas altas de árboles y arbustos, y sólo salen de noche. Durante el día utilizan sus cualidades miméticas para camuflarse, pasando inadvertidas.

     El nombre común que se le ha dado a las Mastophoras es "araña cabeza de gato", porque cuando se miran desde la parte posterior del opistosoma (lo que llamamos "abdomen") sugiere la forma de la cabeza de ese animal. Esto, por la presencia de dos protuberancias, que se abren hacia los costados, y que se asemejan a un par de orejas felinas.

     Aquella que encontramos en esa oportunidad, colgaba de su tela en un "Lechero" (Euphorbia lactiflua), a la espera de alguna polilla. Las fotos no resultaron muy buenas, por las condiciones de luz, y al buscarla en el día no se la pudo encontrar. Una prueba de la efectividad de su camuflaje, tal vez, resulta interesante decir que la araña que encontramos no coincide con la descripción de la M. gasteracanthoides, y que quizá -como ha ocurrido en otras ocasiones - nos encontremos ante una especie no conocida hasta ahora.


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