Caminantes del Desierto: JUAN SANTANDER MATURANA

El Quijote de la Lancha

Don Juan Santander Maturana

Don Juan zarpó desde este muelle llamado vida un día 13 de febrero con rumbo norte en dirección a la eternidad y no alcanzamos a llegar al muelle de la despedida. Solitario vivió durante sus 78 años y silenciosamente preparó su legado para este viaje. Fue marino de la alta mar y de oficio pescador. Aunque lo conocemos y reconocemos como poeta y escritor. La mar antofagastina y sus personajes fueron su pasión y llenaron de historia y de versos las páginas de sus libros. De aquellos traficantes de alta mar que huyen por los bajos de Morro Moreno o del naufragio del María Elisabeth, también nos habló de hermosos e inexplorados paisajes de nuestra costa y de sus antiguos habitantes.

Sus escritos permanecen vigentes y son leídos y reconocidos en otras latitudes, aunque ignorados u otrora silenciados por estas costas. Nadie tiene que ser profeta en su tierra.

Él nos invitó a conocer la isla Santa María. Aquel pedazo de tierra escapado del continente que emerge solitaria al norte de nuestra ciudad y desde uno de sus promontorios pudimos apreciar las múltiples salientes que llamamos “Los Islotes de los Poetas” nombre dado en su honor y en homenaje a los escritores nortinos, quienes – como Don Juan – procuran mantener siempre vigentes las nobles letras antofagastinas.