¿Qué Tiene de Especial este Saltamontes?
Nos comentan los que no saben
He de comentarles que, estuvimos por dicha quebrada – por donde
encontramos a este hermoso individuo – hará unos pocos días atrás y quedó rondando
la sensación del que había que volver y eso fue lo que hicimos ya que no nos
gustan las cosas a medias e independiente del cansancio, ya tendremos la vida
eterna (si la hay) para descansar. Por lo anterior, retornamos por las
cercanías de El Paposo, comuna de Taltal, región de Antofagasta-Chile en un día
de semana .un día muy nublado - y
gracias a los caminos (¿dije caminos?) gracias a las intrincadas huellas de los
que se han ido estableciendo por las alturas del lugar, especificamente, por
las estribaciones de los cerros muy cercanos a los inicios de la grieta
principal (en su parte inferior) pudimos ingresar a lo más profundo del
territorio con bastante tiempo a nuestro favor, con la rapidez necesaria para
cumplir nuestros objetivos y con los ojos atentos para abarcar y captar todo
aquello que fuese relevante, incluso a los esquivos insectos que por esta
temporada comienzan a escasear. Sin duda alguna, un gran viaje con visos de
aventura.
Sobre esta especie nos comenta Don Rodrigo Castillo Tapia
Conometopus es un género chileno de saltamontes de la familia
Ommexechidae, que se conoce desde 1851 y que agrupa solamente 5 especies:
Conometopus brevirostrum, Conometopus cristaticollis, Conometopus ochraceus,
Conometopus penai y Conometopus sulcaticollis.
Nos dice la literatura que los saltamontes de este género se
distribuyen entre Atacama y Valdivia, pero, si buscamos más precisamente,
veremos que en realidad se encuentran desde el paralelo 23 hasta el 43, lapso
que incluiría también a Antofagasta, desde las alturas de Mejillones
aproximadamente.
Luego nos dicen que la especie más septentrional -o más
nortina, para decirlo más claramente- es Conometopus penai, que se encontraría
en los alrededores del paralelo 25°, lo que viene a ser la zona de Paposo por
la costa y hasta el Parque Nacional Llullaillaco, al otro extremo.
Pero, para variar, a Caminantes se le ocurre aparecer – ahora
- sacando a la luz a otro Conometopus, que habita por esas mismas latitudes, en
lo que vendría siendo simpatría con C. penai.
Lo encontramos hace poco, en uno de nuestros viajes a la
zona, y nos llamó de inmediato la atención por su hermoso y llamativo hábito.
Al hacer las consultas sobre la especie con un especialista en Ortópteros, nos
dijo de inmediato y sin dudar que se trata de un Conometopus sulcaticollis.
Poco podemos decirles sobre la especie, porque en general no
es un género muy estudiado y la especie -en especial- es muy poco conocida, más
allá de la descripción que de ella se ha hecho para identificarla.
Conocida primeramente como Tropinotus sulcaticollis, pasó
luego al género Conometopus. Es de color verde (como podrán ver en las
imágenes), con alas transparentes y algunos ornamentos de color negro, blanco y
amarillo. Las patas saltadoras tienen un color rosáceo, con espinas claras de
puntas oscuras. En algunas ocasiones -nos dice la descripción- varían su
coloración y se presentan de color amarillo.
No recordamos habernos encontrado antes con él, lo que no
resulta muy extraño porque su coloración lo ayuda a pasar desapercibido entre
el follaje y porque -claramente- no es una especie abundante. Al menos, en los
varios estudios entomológicos que se han hecho en la zona no lo han registrado.
Seguramente es -como tantas otras especies que hemos
encontrado- simplemente un relicto, una pequeña y escasa muestra de lo que
alguna vez hubo en estas regiones. En lo personal, esperamos que siga así,
escondido de las humanas miradas allá al interior de las quebradas, porque nada
bueno podrá venirle de hacer manifiesta su presencia.
Recuerden, lo que mostramos a ustedes no es lo que hay en el
territorio, es lo que va quedando.