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viernes, 18 de julio de 2025

EL CHINCHE VERDE

El Chinche Verde

El Bicho Fede


Moramos en un territorio que, según la simple observación y los expertos, es extremo (un desierto); por lo tanto, no es mucha la vegetación existente que brinde alimento y cobijo a los pocos minúsculos (insectos) que habitan por estos lares. Hablamos de la cordillera costera y resulta increíble encontrarse con especies foráneas, viviendo y reproduciéndose bajo estas condiciones.

No es la primera especie que vemos y no nos desagrada la idea de observar cómo se incrementa la diversidad aun conociendo el daño que algunas de estas pueden generar más; nosotros solo podemos identificarlas, fotografiarlas e informar de su presencia.

 

¿Qué nos dice el señor Bichólogo sobre estas?

 

Nezara viridula es el nombre científico de este chinche verde –que no siempre es verde– y se cree que es de origen africano, pero actualmente vive en casi todo el mundo, pues se ha propagado ampliamente a lo largo de los años. Se le considera una importante plaga para muchos cultivos, en especial el de la soya.

Debido a su distribución por tantos países y regiones, tiene muchos nombres comunes –nosotros lo conocemos como chinche verde– la mayoría de los cuales hacen referencia a una característica muy propia de este insecto: que emite gases hediondos, como mecanismo de defensa. Por eso le han dado apelativos muy decidores como, por ejemplo: Chinche hedionda, hiede vivo, cocopeorro, chinchapeorra, bicho fede, apestosa, chinche insano, malhuele, huelemal, chinche pedorra, tirapeos, pedorra o chinche meona.

En nuestra experiencia, muy personal, los que hemos encontrado y manipulado en esta ciudad no tienen esa fea costumbre –o no la demuestran al menos– ya que nunca nos han “gaseado”.

Esta chinche, que por lo general es verde, presenta una gran variabilidad de colores, aunque algunos no se ven en todos los lugares donde habitan. Las formas más comunes son la smaragdula (verde), la torcuata (verde con la cabeza y parte delantera amarilla o anaranjada) y la aurántica (de color anaranjado). La smaragdula y la torquata tienen variedades amarillo verdoso. Estas son las que se sabe que se encuentran en nuestro país.

Sin embargo, nos hemos encontrado –en pleno invierno, cosa ya de por sí inusual– con Nezara viridula de otros colores que desconocíamos y de los que no hemos encontrado su nombre, si es que lo tienen. Estas variedades son verdes, con manchas cafés irregulares, y amarillas, con manchas cafés también.

Las ninfas de estos chinches (ninfas se les llama a las crías, en sus varios estadios de crecimiento) son siempre de los mismos colores, en todas las variedades, y adquieren los colores definitivos sólo cuando se convierten en adultos. Los primeros estadios son muy coloridos, y hacen pensar que se trata de otro insecto. Comienzan siendo negros con manchas rojas y blancas, en los dos primeros, y luego van cambiando el negro por tonos verdosos, disminuyendo el número de manchas hasta llegar a la coloración definitiva.

Estas chinches han vivido por décadas en Antofagasta, pudiendo alimentarse de un gran número y diversidad de plantas, lo que les facilita mucho la sobrevivencia. Al no haber cultivos en esta zona, no constituyen un gran problema y se les ve poco, a menos que específicamente se les busque entre la vegetación. Ahora bien, en aquellos lugares donde hay explotación agrícola, requieren ser controladas exhaustivamente, porque producen mucho daño a las plantas y a sus semillas (como la de soya, por ejemplo).














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