El Chinche Verde
El Bicho Fede
Moramos en un territorio que, según la simple observación y
los expertos, es extremo (un desierto); por lo tanto, no es mucha la vegetación
existente que brinde alimento y cobijo a los pocos minúsculos (insectos) que
habitan por estos lares. Hablamos de la cordillera costera y resulta increíble
encontrarse con especies foráneas, viviendo y reproduciéndose bajo estas
condiciones.
No es la primera especie que vemos y no
nos desagrada la idea de observar cómo se incrementa la diversidad aun
conociendo el daño que algunas de estas pueden generar más; nosotros solo
podemos identificarlas, fotografiarlas e informar de su presencia.
¿Qué nos dice el señor Bichólogo sobre estas?
Nezara viridula es el nombre científico de este chinche verde
–que no siempre es verde– y se cree que es de origen africano, pero actualmente
vive en casi todo el mundo, pues se ha propagado ampliamente a lo largo de los
años. Se le considera una importante plaga para muchos cultivos, en especial el
de la soya.
Debido a su distribución por tantos países y regiones, tiene
muchos nombres comunes –nosotros lo conocemos como chinche verde– la mayoría de
los cuales hacen referencia a una característica muy propia de este insecto:
que emite gases hediondos, como mecanismo de defensa. Por eso le han dado
apelativos muy decidores como, por ejemplo: Chinche hedionda, hiede vivo,
cocopeorro, chinchapeorra, bicho fede, apestosa, chinche insano, malhuele,
huelemal, chinche pedorra, tirapeos, pedorra o chinche meona.
En nuestra experiencia, muy personal, los que hemos
encontrado y manipulado en esta ciudad no tienen esa fea costumbre –o no la
demuestran al menos– ya que nunca nos han “gaseado”.
Esta chinche, que por lo general es verde, presenta una gran
variabilidad de colores, aunque algunos no se ven en todos los lugares donde
habitan. Las formas más comunes son la smaragdula (verde), la torcuata (verde
con la cabeza y parte delantera amarilla o anaranjada) y la aurántica (de color
anaranjado). La smaragdula y la torquata tienen variedades amarillo verdoso.
Estas son las que se sabe que se encuentran en nuestro país.
Sin embargo, nos hemos encontrado –en pleno invierno, cosa ya
de por sí inusual– con Nezara viridula de otros colores que desconocíamos y de
los que no hemos encontrado su nombre, si es que lo tienen. Estas variedades
son verdes, con manchas cafés irregulares, y amarillas, con manchas cafés
también.
Las ninfas de estos chinches (ninfas se les llama a las
crías, en sus varios estadios de crecimiento) son siempre de los mismos
colores, en todas las variedades, y adquieren los colores definitivos sólo
cuando se convierten en adultos. Los primeros estadios son muy coloridos, y
hacen pensar que se trata de otro insecto. Comienzan siendo negros con manchas
rojas y blancas, en los dos primeros, y luego van cambiando el negro por tonos
verdosos, disminuyendo el número de manchas hasta llegar a la coloración
definitiva.
Estas chinches han vivido por décadas en Antofagasta,
pudiendo alimentarse de un gran número y diversidad de plantas, lo que les
facilita mucho la sobrevivencia. Al no haber cultivos en esta zona, no
constituyen un gran problema y se les ve poco, a menos que específicamente se
les busque entre la vegetación. Ahora bien, en aquellos lugares donde hay
explotación agrícola, requieren ser controladas exhaustivamente, porque
producen mucho daño a las plantas y a sus semillas (como la de soya, por
ejemplo).
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