Por el Salar de Ascotán
(Cebollar y
Carcote)
Nuestros
agradecimientos a Don Manfredo Tuniche, por su gran trabajo fotográfico que
compartimos con ustedes.
Todos somos
ambientalistas o eso pensamos. Todos tenemos nuestras propias ideas y proyectos
para un mundo mejor que, en más de las veces nos llevan a conflictos y todo
pasa por un hecho. Todos creemos tener la verdad absoluta, un egoísmo visceral
por nuestras ideas. Al final, estos conflictos no nos conducen a nada y esta
desunión es aprovechada por los mercaderes del territorio para llevar a cabo
sus planes sin cortapisa alguna. Eso sí, por el bien de todos (esto es
importante el recalcarlo)
Pues bien. Estuvimos
-este fin de semana pasado- en el territorio del litio y algo sabemos sobre su
importancia en los temas económicos actuales del país. Ahora, independiente del
interés desmedido que despierta dicha sal, sabemos también que no todo es
risas. El 2024, un grupo de especialistas reclamaron ante el Congreso por la
presencia de 8 salares bajo cierto grado de protección legal entre los 23 que
fueron ofrecidos -por nuestro gobierno- para la extracción de litio. Uno de
ellos es el salar de Ascotán, el que visitamos, y fue priorizado entre los seis
primeros. Este ecosistema está categorizado como Sitio Prioritario de
conservación según la Estrategia Regional de Biodiversidad de Antofagasta.
Hemos de
decir que, en el lugar, no observamos intervenciones recientes, pero igual nos
preocupa. Nos preocupa que tanta belleza sea destruida y para crear conciencia,
para el cuidado y la preservación efectiva, lo primero que debemos hacer es
mostrar, para que ustedes también lo conozcan.
Recuerden.
Nadie protege lo que no conoce.
El Salar:
El Salar de
Ascotán, ecosistema que se ubica por los 3.700 m.s.n.m., es uno de los sitios
de nidificación del flamenco andino (Phoenicoparrus andinus); una especie en
estado vulnerable por la alteración que ha sufrido su hábitat y también es
posible avistar a la parina chica (Phoenicoparrus jamesi). Este salar está
dentro del área de influencia de la Reserva Nacional Alto el Loa y su borde
sureste es un acuífero protegido por la Dirección General de Aguas (DGA).
En este
espacio se pueden encontrar -además de los flamencos- 21 especies de plantas, caracoles
(Heleobia ascotanensis), ranas (Telmatobius philippii), peces (Orestias
ascotanensis), patos silvestres, vicuñas, zorros(culpeo) y vizcachas.
Un gran
territorio, lleno de una vida natural, única y especial que muchos no conocen.
Por esto último, algunos piensan que pueden intervenir, explotar, destruir bajo
la consigna de un bien mayor, el bien de todos.
La Historia:
La minería
del cobre ya puso sus manos en la zona y en las aguas del salar provocando
mucho daño hasta que, las comunidades del lugar, especialmente de Cebollar, se
rebelaron y lograron cautelar legalmente su territorio (bien por ellos, bien
por todos). Estas empresas usaron el antiguo subterfugio que aplaudían hasta
los que decían que sabían y debían proteger. Extraían el agua hasta secar los
salares y cuando había reclamo -si los había- les inyectaban agua de otro lugar
y listo, con eso quedaba arreglado para ellos, pero con esta triquiñuela
(aplaudida por organismos de estado) exterminaron una gran cantidad de especies
ya que, estos ecosistemas, eran muy frágiles y no se trataba de un poco más o
un poco menos de agua, más bien, que el o los organismos que estaban mandatados
para cautelar, lo hubiesen hecho y prohibiesen cualquier extracción. Un ejemplo
es el salar de Punta Negra, Salar de pajonales, etc.
En la
actualidad, cuando visitas estas reparticiones, todos ponen cara de que vieron
a la virgen, carita de buenas personas y dicen que fueron obligados.
Lo que nos
contaron:
Hasta el
momento, el salar de Ascotán había permanecido fuera de la mirada de la minería
del litio, sin embargo, el salar actualmente se encuentra amenazado por un
proyecto de prospección minera que pretende establecerse en el lugar. Se trata
del proyecto de Sondajes “OCA”, de la empresa canadiense First Lithium
Minerals, que contempla la construcción de hasta cinco pozos de 500 metros de
profundidad en la zona, lo que representa un riesgo para la conservación de la
amenazada biodiversidad del lugar.
Flora y
Vegetación del salar de Ascotán:
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-66432003000200006