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miércoles, 17 de diciembre de 2025

EL ABDUCIDO DE LA PAMPA

 

El Abducido de la Pampa

(Por las soledades del Desierto)


Esta historia me la contaron en María Elena y según el relator, es muy cierta e inclusive, verídica.

 

Este escribano comenzó a visitar estos espacios hará varias décadas atrás, a fines de los años ´80 para ser exacto y en aquellos años resultaba muy dificultoso el simple acceso a las últimas oficinas salitreras que se mantenían en pie en la región de Antofagasta, por las distancias a recorrer y por el estado del camino. Hablamos de Pedro de Valdivia y María Elena, los últimos enclaves del oro blanco.

 

Estas oficinas salitreras se ubican en el medio del desierto, en un territorio yermo, carente totalmente de vegetación y con temperaturas extremas. Mucho calor durante el día y fríos intensos durante la noche. Por lo anterior, pocos se darían a la tarea de deambular por estos espacios -hablamos de caminar- en las horas de sol intenso o durante la noche y muy especialmente en la noche, por todo lo que se ha tejido -en cuanto a historias- y por las cosas que se cuentan que ocurren, cosas que siempre le pasan al amigo de un amigo. El Chupacabras, los aparecidos y los OVNIS.

 

En la actualidad sólo se mantiene vigente -en funcionamiento- la oficina María Elena y la historia que les contaré a continuación ocurrió ahí, a poco kilómetros del campamento, en las cercanías de lo que fue en su momento la estación ferroviaria del conocido Longino. Resulta extraño, hay gente que busca vivir aislada ya estando aislada, cosa que pasa con el Campamento o población de María Elena que se erige en la soledad más absoluta y hay personas que buscan alejarse aún más.

 

Pues bien, en una noche de tertulia pampina, noche fría de invierno, en la cual mis dientes resonaban rítmicamente, comenzaron a circular -entre los pocos asistentes a la conversa- algunos brebajes y mistelas que según la dueña de casa, era para calentar el cuerpo. Era poco reconocible y bien fuertazo el preparado, pero en honor a los que invitaban (y para no mostrar la hilacha) hubo que secar el tacho y dar las gracias. Cuando comenzó el rellene del siguiente «Guarisnaque» el dueño de casa, acomodado en la testera y luego de paladear el último sorbo del misterioso elixir, lanzó la exclusiva a viva voz.

 

-¿Se acuerdan del Emeterio?

 

Las voces se hicieron sentir en tropel, todos al unísono y me quedó muy en claro que todos conocían al Emeterio, menos yo. Así que para no sentirme ajeno al chisme pregunté, queriendo no interrumpir pero con cara de curiosidad: ¿Quién es el Emeterio?

 

El Emeterio es el que vive para el lado de la estación, exclamó.

¿Ha visto una casa que tiene árboles a la entrada de María Elena?

 

Si, la he visto. Bonita casa, respondí. ¿Y qué le pasó?

 

Las voces volvieron en tropel. Todos los presentes querían contar la historia del Emeterio y no atinaban a convencerse que dicha tarea le correspondía al dueño de casa, cosa que hice patente de manera muy sutil, preguntándole directamente a éste.

 

¿Qué le pasó? insistí

 

Al parecer la historia era larga y tortuosa ya que pidió que le llenaran el vaso, quizás -me dije- para suavizar la garganta.

Mi pregunta venía con premio, la ronda general no se hizo esperar y notaba que el vaso cada vez se llenaba más arriba y se vaciaba más rápido. Habrá que apechugar, me dije yo, por algo soy bien sureño y el que monta en pingo chúcaro, tiene que aguantar si corcovea.

 

Luego de nuevos chasquidos de lengua y de exclamaciones como: “Está pa´ mascarlo amigazo” o el “Uyuyuiii como rasca el endemoniado”, se hizo el silencio y se comenzaron a desmadejar las palabras.

 

La señora del Emeterio llegó un día por acá, de noche, muy de noche -Como a esta hora, agregó la dueña de casa- y nos dijo que el Emeterio había salido a fumar esa noche, una noche bien oscura -dijo ella- y que no volvió.

 

-Los que estábamos acá, cosa de mucha fortuna pues mi amigo, porque como siempre hay cosas que hacer al otro día, no siempre nos juntamos, pero ese día justamente lo hicimos, nos abrigamos, cargamos las linternas y nos fuimos a la casa del Emeterio.

 

-Éramos como 5- acotó uno de los comensales.

 

El dueño de casa volvió a tomar el control de la conversación y dejó muy en claro que lo buscaron harto, por todos los lugares y que volvieron al día siguiente y al subsiguiente y nada.

 

-Se desapareció el Emeterio- Así, de la nada. Sin rastro, ni nada, acotó.

 

Yo pensé que hasta ahí llegaba la historia y ya estaba por entregar el tacho y dar las buenas noches cuando salió la segunda parte de la historia, y esta decía que al tercer día apareció el Emeterio, en la noche tirando para la madrugada. La esposa de éste se encargó de interrogar -amorosamente- el por dónde anduvo y de informar posteriormente a los que anduvieron en su búsqueda.

 

Al preguntarle a la señora sobre lo que dijo el perdi’o, ella sólo decía: Dice que se los llevaron los extraterrestres.

 

Gancho, te diré que fuimos todos donde el Emeterio para que nos dijese donde estuvo, en cosas de hombres hablamos como hombres y el Emeterio insistía que se lo llevaron los extraterrestres en un platillo volador.

 

- Yo vi uno una vez- acotó uno de los escuchas, algo bandeado por el brebaje...

-Yo no he visto ninguno- dijo otro, pero de que los hay, los hay.

-Acuérdate de los artistas que venían por el desierto y se les apareció el platillo volador- dijo la dueña de casa mientras que el marido nos indicaba - con ademanes autoritarios- que le creía al Emeterio. Si él dice que se lo llevaron los marcianos, es que se lo llevaron.

 

Aprovechando aún mi lucidez y pretendiendo que mi pregunta se hiciera merecedora a un premio, un nuevo tacho lleno de lo que fuera que estuviéramos tomando, insistí sobre la pregunta del comienzo, el porqué de la preocupación por Emeterio si ya estaba de vuelta en su casa.

 

-Más de 6 meses que volvió- me dijo el dueño de casa, más de 6 meses, pero todas las noches sale al desierto y la señora piensa que se volvió loco, que quería que lo raptaran de nuevo y para evitarse problemas, no le quiso preguntar nada, pero me pidió que yo hablase con él, que lo convenciera de que se olvidara del tema.

 

¿Y habló usted con el Emeterio? - pregunté inquisitivo

 

Pero claro que sí, me respondió. El mismo Emeterio me dijo que no quería que se lo llevaran de nuevo, por ningún motivo.

 

Y ¿Entonces? Preguntó la dueña de casa ¿Qué quiere?

 

Que los marcianos le devuelvan el reloj, fue la inesperada respuesta.

 

Hummm...... Preocupante.

 

Tomé rumbo al cuarto en el cual estaba destinado a pasar la noche mientras me recordaba de la historia, esa del tal Emeterio y del valor que debía tener aquel reloj para el.


















 

 

 

 

lunes, 15 de diciembre de 2025

¿MONOS EN ATACAMA LA BAJA?


¿Monos en Atacama la baja?

El ídolo de Lasana


Hasta este humilde escribano se va maravillando con algunas historias y con ciertos trazos de nuestra historia. 

Hay tanto por aprender y tanto por desentrañar.

 

Pues bien. Nos indica Don Rodrigo Castillo del Castillo y Castillo Tapia luego de hojear alguno que otro libro de becerros.

 

Ciertamente, parece difícil de creer que, para los pueblos indígenas de nuestra región, los monos hayan sido parte de su panteón de divinidades. Pero, sin embargo y pese a lo extraño que nos pueda parecer, así fue.

Dentro de las prácticas religiosas autóctonas que la iglesia se esmeró en erradicar, estaba la adoración a ciertos ídolos, a los que los habitantes de localidades como Lasana, por ejemplo, realizaban ofrendas.


El ídolo del que se tiene conocimiento, por haberlo visto y retirado personalmente de Lasana por el señor Domingo Suero Leiton de Rivera, presbítero, cura y vicario del pueblo de San Francisco de Chiu Chiu (según relata don Jossep de la Torre y Salassar, escribano del Rey), era una figura de madera que constaba de un plato cuadrado, en cuyos costados tenía dos simios, en el que los indígenas depositaban sus ofrendas. Éstas consistían en los primeros frutos de sus cosechas.

 

Aunque pueda parecer extraño que en esa zona de nuestro altiplano se conociesen los monos, y se les adorase, la verdad es que hay varias pruebas arqueológicas que dan sustento a esta relación, pruebas halladas en ciertas localidades entre los valles de Arica y Parinacota y El Loa. Incluso se han hallado osamentas de simios en una urna funeraria de la cultura Tiwanaku, en Pisagua. También se hallan representados en petroglifos y geoglifos, estos últimos descubiertos entre el valle de Lluta y la Quebrada de Tarapacá. Se sabe que los simios –como también guacamayos, zarigüeyas y otras especies- eran transportados desde los Yungas o desde el Oriente boliviano por las caravanas de llamas, base del comercio entre la costa y el interior del continente.

 

Cusillu, es el nombre que dan los aymaras a los monos, vocablo que tiene su raíz en cussi, que se puede interpretar como buen agüero. Cussi cussi se le llama también a una pequeña araña, a la que se asocia con la suerte y la alegría, en gran parte de la zona de habla quechua.

 

Los monos, pues, tuvieron una larga –y poco conocida- tradición como augurio de buena fortuna en el mundo indígena, a tal grado, que la iglesia no sólo no consiguió erradicarlos del todo del imaginario popular, sino que incluso en un momento de la historia terminó adoptándolos, como se puede ver en algunos templos católicos del sur peruano y oeste boliviano, en los que ocupan lugar en las ventanas, puertas y pilares, supuestamente porque la creencia en su buena suerte les habría otorgado el papel de sostener el edificio. Un claro ejemplo de esto se puede ver en las ruinas de la iglesia de la Santa Cruz, de Juli, Puno (1581 – 1914), en cuyas columnas se pueden apreciar monos.

 

Nota: No se conoce bien la forma real del plato de Lasana, apenas la descripción que hemos citado. La imagen que se adjunta es –entonces- una mera recreación que podría no tener semejanza con la realidad, por lo tanto es, sólo para fines ilustrativos.






 

CON LOS HEREDEROS DEL LONGINO


Con los Herederos del Longino

(El Longitudinal Norte)


Han de saber que, el último tren -de pasajeros- que realizó el trazado completo del Longitudinal Norte partió de la estación de la ciudad de Iquique el 13 de junio de 1975 en dirección a La Calera. Posterior a ello las vías continuaron siendo utilizadas solo para el transporte de carga y se mantuvieron servicios locales o provinciales de pasajeros en algunos tramos, como por ejemplo el denominado «Tren Lolero» que circulaba entre Illapel y La Serena, y el servicio Ovalle-Illapel, ambos suprimidos el 15 de julio de 1978.

 

La mayoría de las estaciones entre La Calera y Pueblo Hundido fueron suprimidas entre 1976 y 1978, mientras que el 15 de enero de 1979 fueron cerradas la mayoría de las estaciones entre Pueblo Hundido e Iquique.

 

 

Con mi boleto en mano


-Tooodos a bordo- vocifera el encargado de la estación y la fila - de asistentes- comienza lentamente a avanzar.

Algunos eligen el coche comedor (faltaba menos pues buen hombre) otros, se van directo al carro popular, pero todos nuestros integrantes -en número de 40 personas- alcanzaron cupo en los vagones del recuerdo, inclusive la doña, nuestra doña, quién andaba feliz porque -según ella- ya la dejó el tren.

 

Extrañas sus palabras ya que todos la vemos arriba de el ¿Qué habrá querido decir?



Breves palabras de este escribano tomando nota desde el caballo de metal que atraviesa raudo y bullicioso el candente desierto:

 

El día sábado 13 de diciembre, nos fuimos a la comuna de Sierra Gorda, específicamente al poblado de Baquedano, el territorio del sol perpetuo e inclemente. Este viaje era simple, en modo turista - por si llegábamos al lugar- y consistía en hacer un recorrido en tren por el medio del desierto. Un hermoso recuerdo para aquellos que viajamos alguna vez en el y era algo novedoso para los jóvenes y los niños, quienes no vivieron dicha experiencia. También aprovechamos la jornada para recibir al viejito pascuero, en vivo y en directo, y como estaba ahí, con nosotros, en el mismo tren, no pudo arrancarse y debió dar muchas explicaciones por los obsequios que no recibimos en los años anteriores, esta vez no pudo evadirse o dar excusas y prometió que este año cumpliría con los deseos. Genial, esperaré -entonces- el 24 por los pasajes a Europa.





Finalizamos el recorrido, nuestro recorrido, en el museo del ferrocarril. Un hermoso lugar.

 

Ahora bien y como amerita.

 

Debemos dar las gracias a Ferronor, los herederos del Longino, ellos nos contactaron y nos hicieron esta maravillosa invitación a la cual concurrimos prestos con la idea que sería una jornada memorable y realmente lo fue. A pesar del calor reinante, de las distancias y del día, ahí estuvimos y fuimos muy bien tratados, cuidados y paseados en el tren del pasado.

 

Baquedano

El poblado del sol perpetuo

 

Algo de historia:

 

https://caminantesdeldesierto.blogspot.com/p/la-estacion-baquedano-baquedano-el.html















 

 

jueves, 11 de diciembre de 2025

LOS ESCAMOSOS DE ANTOFAGASTA-CHILE

 

Los Escamosos de Antofagasta-Chile

(Squamata para los puristas)


Nuestra fauna es sorprendente y esta fauna incluye a todas las especies que habitan este desierto: mamíferos, aves, reptiles e insectos. Recuerda. Lo que mostramos a ustedes no es lo que hay, es lo que va quedando de un pasado más venturoso.

 

Desde nuestros inicios como institución, hará algo más de 20 años atrás, tuvimos la idea de mostrar a ustedes todos los reptiles que habitan por nuestro territorio, mejor dicho, los que pudiésemos encontrar por nuestro camino y se dejasen fotografiar, por supuesto. Esta fue una tarea que iniciamos por la costa y posteriormente nos llevó hasta las máximas alturas, por sobre los 5.000 m.s.n.m. (es decir de mar a cordillera), también nos condujo por los límites territoriales, desde la línea misma que nos separa de la región de Tarapacá hasta el límite con la región de Atacama, de norte a sur, y hasta El Loa, ese territorio extremo y con grandes altitudes que se extiende hacia el este.

 

Ahora ¿En qué hemos topado para concretar finalmente dicho catastro? Exclusivamente en la información disponible.

 

Revisando escritos y estudios (que resultan ser muy escasos para un territorio tan extenso y ampliamente diverso), vemos que estos documentos resultan ser de antigua data, es decir, de los años 90 e inicios de los años 2000. Posterior a estas fechas sólo hemos encontrado algunos escritos que guardan más relación con nuevos hallazgos o bien, extensiones de las áreas de distribución de ciertas especies, labor en la que también hemos colaborado aunque sin recibir los méritos correspondientes (vale chaval, que no vamos por laureles)

 

Pero comencemos hablando de los reptiles:

 

Es la clase que incluye a los dinosaurios, las serpientes, los cocodrilos, los lagartos y las tortugas.

Su origen remonta a más de 300 millones de años atrás y han dado lugar a los animales terrestres más grandes conocidos, los dinosaurios, los cuales dominaron el mundo durante más de 100 millones de años, hasta que desaparecieron en masa en el episodio conocido como la extinción del Cretáceo-Paleógeno. La gran diversidad de reptiles que conocemos hoy, presentes en todos los continentes salvo la Antártida, es el resultado de millones de años de evolución, desde los ancestros que sobrevivieron a aquella gran extinción. Se conocen más de 10.000 especies que viven actualmente en nuestro planeta, pero los científicos afirman que aún quedan muchas especies por descubrir y muchos aspectos para estudiar de la biodiversidad de este fascinante grupo de vertebrados.

 

¿Qué son los reptiles?

 

La academia nos ilustra con la siguiente definición:

 

Los reptiles son un grupo de vertebrados muy variados en cuanto a forma, color, hábitos, historias de vida y ambientes donde habitan. Para la taxonomía tradicional, los reptiles incluyen a los cocodrilos, las serpientes y culebras, los lagartos y lagartijas, las tortugas y los tuátaras. Sin embargo, para la sistemática cladística son un grupo parafilético sin valor taxonómico.

 

¿Parafilético? Conjunto de organismos que incluye a un ancestro común y a algunos, pero no a todos, sus descendientes, excluyendo uno o más linajes que también descienden de ese ancestro.

¿Sistemática cladística? O filogenética. Es un método de clasificación biológica que agrupa organismos basándose en su historia evolutiva y ascendencia común

 

¿Cuáles serían sus características distintivas? O ¿Cómo reconocer a un reptil?

 

Un gran número de ellos son tetrápodos -poseen cuatro patas- exceptuando obviamente a las serpientes y las culebras, además de unos pocos tipos de lagartos; poseen la piel cubierta por escamas. Son considerados animales de sangre fría y regulan su temperatura corporal a través del ambiente y de su conducta. Los reptiles se reproducen a través de huevos; existen especies ovíparas, donde las hembras ponen sus huevos en la naturaleza y otras son vivíparas, es decir, los huevos están alojados en el interior y eclosionan dentro del cuerpo de la hembra, la que luego pare las crías vivas.



Una de las mayores dificultades en el reconocimiento de las especies de reptiles que componen los distintos grupos, se debe a que en la naturaleza los reptiles no poseen formas y patrones de coloración tan constantes en una misma especie y, a que las diferencias y similitudes entre las distintas especies pueden ser bastante sutiles. Es común que una misma especie posea una gran variabilidad ya sea por dimorfismo sexual, estado del desarrollo entre estadios juveniles o adultos, camuflaje, respuestas territoriales agresivas, fluctuaciones de la temperatura corporal, períodos reproductivos, diferencias entre las distintas poblaciones que habitan un espacio geográfico, y también, diferencias asociadas al genotipo, fenotipo o particularidades de cada individuo, entre otras. Toda esta variabilidad hace que cada encuentro con un individuo de una especie difiera en mayor o menor grado del tipo o idea que tenemos sobre una especie.

 

Si nos basamos en ciertas publicaciones nacionales, estas hacen mención a la diversidad existente en nuestro país y nos indican lo siguiente:

 

Para nuestro país se han documentado 12 géneros de escamosos, en donde, aparentemente, ningún género sería endémico.

El número de especies alcanza a 107, el número de especies endémicas alcanza a 67, lo que significa un 62,6 por ciento de especies exclusivas de Chile, con un camino evolutivo propio. Algunos de ellos exhiben amplios rangos de distribución y otros, se han restringido a localidades muy singulares como serían los salares nortinos, que se encuentran en condiciones de riesgos mayores, y sobre ellos se debe tener particular interés puesto que las modificaciones ambientales -drásticas- pueden provocar o acelerar su proceso de extinción. Ahora. En la región se han identificado reptiles de las familias Liolaemidae, Gekkonidae, Tropiduridae, Teiidae y Colubridae.

 

La diversidad en la región de Antofagasta-Chile

 

De acuerdo a los antiguos estudios -ya referidos- la diversidad expresada en números sería de sobre 30 especies, aunque sabemos que son muchas más, gran parte de ellas pertenecientes a la familia Liolaemidae.

 

El orden Squamata.

 

Suborden Lacertilia (ex Sauria) que abarca a la mayoría de los reptiles que habitan en nuestra región están representados por 4 familias que serían:

 

Gekkonidae

Los conocidos geckos, con solo dos especies, una de las cuales que podemos encontrar por todo el territorio.

 

Phyllodactylus gerrhopygus. La Salamanqueja del norte grande. Es la más frecuente de observar, especialmente a lo largo de la costa de toda la región, en las márgenes del Loa y en algunos lugares del desierto.






Garthia gaudichaudii. La Salamanqueja del norte chico. Aunque es menos frecuente y su presencia se ha determinado (según los expertos) desde Taltal al sur, de acuerdo a nuestras observaciones es posible encontrarla también por las cercanías de Caleta El Cobre, a la altura del paralelo 24 aproximadamente.






Liolaemidae.

Es, la familia más numerosa y representativa de nuestra región. Se les conoce como lagartijas y resultan ser muy sorprendentes, unas verdaderas sobrevivientes a las adversidades. Las hemos encontrado por los lugares más inhóspitos (en el desierto absoluto) y en las condiciones más extremas, tanto en clima como en recursos pero, independiente de sus características, aquello que las identifica, muy especialmente para la ciencia y para los que hacen ciencia, hay algo que nos sorprende, su gran adaptabilidad, aquello de sobrevivir y prosperar en esta parte del territorio, el más extenso y árido del territorio nacional. Resulta muy larga de enumerar:

 

Habitantes de la costa y de la cordillera costera:

Liolaemus atacamensis
Liolaemus hellmichii

Liolaemus nigromaculatus
Liolaemus platei
Liolaemus reichei

 

Habitantes del Desierto y de las alturas


Liolaemus alticolor (puna)
 Liolaemus audituvelatus
Liolaemus constanzae

Liolaemus fabiani
Liolaemus foxi
Liolaemus hajeki
Liolaemus molinae

Liolaemus nigriceps

Liolaemus pachecoi
Liolaemus paulinae
Liolaemus stolzmanni
Liolaemus torresi
Liolaemus ornatus
Liolaemus andinus (schmidti)

Especies sin imágenes:

Liolaemus signifer

Liolaemus walkeri


En identificación:

San Pedro de Atacama


Teiidae.

Familia representada por una sola especie, la Callopistes maculatus. Conocida como la iguana chilena, una especie hermosa, enorme y voraz, que es considerada el lagarto más grande de nuestro país.





Tropiduridae.

Los lagartos corredores o, sencillamente, corredores. Se llaman así, porque en determinadas ocasiones suelen emprender una carrera frenética, tan sólo apoyados en sus patas traseras. Los representantes de esta familia presentes en la región serían:

 

Microlophus atacamensis: El Corredor de Atacama, el más común de nuestros reptiles. Habita a lo largo de la costa, se le puede ver comiendo algas y pequeños crustáceos en las bajas de marea.



Microlophus tarapacensis: El Corredor de Tarapacá, especie nativa-endémica, es decir, habita exclusivamente entre Tarapacá y Antofagasta, muy presente en nuestra cordillera costera y parte del desierto intermedio, se alimenta de vegetales e insectos.



Microlophus quadrivittatus: El Corredor de cuatro bandas. En la actualidad se determina como una especie muy presente en nuestra región, que habita desde la comuna de Mejillones al norte. Cuando se dijo esto, hará unos 15 años atrás, no recibimos flores ni elogios, sólo descalificaciones. El tiempo siempre da la razón y los gaznápiros callan.



Microlophus theresioides: El corredor de Pica. Se considera una especie nativa-endémica, porque habita solamente en las regiones de Tarapacá y Antofagasta. Podemos agregar que es la única especie que hemos visto trepando árboles (Algarrobos y tamarugos) Su dieta es variada (quizá demasiado) pues come flores, insectos e inclusive puede ser carroñero; increíble ¿no es cierto?
Cabe señalar que hay quienes lo llaman erróneamente “Corredor de Teresa”, engañados por la palabra theresioides. En realidad theresioides significa “parecido a Teresa”, y hace referencia a que esta especie se parece al corredor de Teresa, Microlophus theresiae, una especie peruana.


Suborden Serpentes

La característica principal de este suborden es su cuerpo alargado y la total ausencia de extremidades. En Antofagasta están representadas por tan sólo una familia.

 

Dipsadidae

En esta familia nos encontramos con tres exponentes.

 

Existen publicaciones -de expertos por supuesto- que nos hablan de la culebra de cola corta chilena, Tachymenis chilensis, presente desde la localidad de Paposo (comuna de Taltal) al sur del país. Dicha identificación corresponde -en la actualidad- a Galvarinus chilensis.




También encontramos -desde dicha localidad al sur- a la culebra de Cola larga, la Philodryas chamissonis.




En la ciudad de Antofagasta y en el interior de la región podemos encontrarnos con la culebra de cola corta peruana, Tachymenis peruviana.




Como corolario:

 

Lo que mostramos a ustedes -el día de hoy- son años de trabajo en la naturaleza. Una labor que no solo procura buscar el patrimonio de nuestra región (para luego mostrarlo a ustedes) también va de la mano con aquello de cautelar a los asistentes, a nuestros integrantes e invitados, para que el recorrido no solo sea entretenido y educativo, también resulte seguro.

 

Tal vez, en esta oportunidad pudimos haber hablado más sobre los reptiles -en general- y de cada una de las especies, pero el haber compendiado a todas ellas, en un solo lugar, ya es un avance y tenemos la certeza que dará pie a poder engrandecer esta pequeña base de datos y servirá para crear la conciencia de protección y preservación que mueve nuestros pasos.

 

Gracias infinitas a los que nos aportaron con imágenes, también a los que nos ayudaron en la identificación o la corroboración.

Al Señor. Jair Colquinho de la ciudad de Calama. 

Al Señor Pablo Fibla. 

A La Señorita Alessandra Choque Regente.

A Don Humberto Carrasco.

 

Nuestros sinceros agradecimientos.

 

Siempre agradecidos de los saludos y parabienes, también de las críticas y malquerencias. Todo sirve para mejorar.