Una
Avispa muy especial
Prionyx
Van Der Linden, 1827, es un Género de avispas de la Familia Sphecidae, las que
se caracterizan por ser depredadoras y solitarias, y por lucir hermosos colores
metalizados.
Prionyx sp.
En
Chile se han descrito 5 especies, Prionyx neoxenus, Kohl, 1890; Prionyx
notonitidus, Willink, 1951; Prionyx pumilio, Taschemberg, 1869; Prionyx
spinolae, Smith, 1856 (endémica de Chile) y Prionyx thomae, Fabricius, 1775. Prionyx
thomae es una especie panamericana, que se encuentra desde Norteamérica hasta
Lluta y Azapa. Esto nos permite creer que podría ser la especie presente en
nuestra región, aunque no podemos descartar que sea otra, incluso una no
descrita, ya que hace muchos años que no se hace una revisión de este Género en
nuestro país. Sobre todo, acá en el norte, en estas tierras que, a pesar de lo
inhóspitas que pueden parecer, albergan muchas especies de invertebrados aún
sin clasificar.
Una
cosa que es común a estas hermosas avispas, es su forma de reproducirse, o -más
bien- de alimentar a su prole. Las avispas hembras, una vez que han sido
fecundadas, excavan un agujero en un lugar que consideren apropiado, para luego
salir de caza.
Buscan
afanosamente, recorriendo todo el terreno alrededor del nido excavado, hasta
encontrar la presa que buscan: un saltamontes. En las agrestes tierras
nortinas, uno de los insectos que siempre podemos contar con hallar, es el
saltamontes, de los que hay varias especies. Y de ellos se valen las Prionyx,
como fuente de alimento para sus larvas.
Cuando
encuentran uno, lo atacan ferozmente, sujetándolo con las mandíbulas para
inyectarle su veneno una y otra vez. Luego lo sueltan, y esperan. Moviéndose
nerviosamente alrededor de su víctima, observan los efectos del veneno. Si éste
no ha sido suficiente para inmovilizarlo, vuelven a inyectarle más, hasta que
finalmente el saltamontes queda inmóvil. Vivo, consciente, pero incapaz de
moverse. Entonces,
la avispa lo sujeta fuertemente, posándose sobre él, y lo arrastra -no sin gran
esfuerzo- por el terreno, hasta llegar al lugar en donde excavó su nido. Esto
puede significar varios metros de camino, entre piedras y grava que -para su
tamaño-pueden constituir formidables obstáculos.
Prionyx sp.
Una
vez frente al nido, la avispa aprecia el tamaño de su presa, y verifica que la
entrada al nido es suficientemente amplia. Si no lo es, trabaja rápidamente en
ensancharla, para luego tomar al desdichado saltamontes y meterlo dentro. Allí
lo acomodará, para enseguida poner un huevo sobre el cuerpo inmóvil, pero vivo.
La
avispa saldrá entonces del nido, para cerrarlo enseguida, con la misma grava
que sacó al construirlo. Y lo hace tan bien, que no es posible encontrar
nuevamente el lugar.
Prionyx sp.
Del
huevo depositado saldrá una larva, que se alimentará del saltamontes, poco a
poco y sin consumir órganos vitales, para mantenerlo vivo el mayor tiempo
posible. Finalmente, se lo comerá completo, antes de convertirse en pupa, paso
previo para transformarse en una nueva avispa, que excavará una salida al
exterior y comenzará el ciclo nuevamente. Un ciclo de vida y de muerte en Antofagasta-Chile.
Muy interesante nuestra flora y fauna, los felicito, ahora me voy a unir a ustedes.Margarita Luana Fricke Ledezma.
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