PRÓXIMAS RUTAS

sábado, 11 de mayo de 2019

EL COMPLEJO LA RINCONADA

La Rinconada

El Sueño Silente

 

Al observar estas construcciones tan deterioradas y abandonadas a su suerte, resulta muy difícil el no imaginar – al igual que en las salitreras o en las numerosas placillas – que, en algún minuto, de un rincón cualquiera, romperá la música con sus melódicos compases y las alegres parejas saldrán a bailar con sus trajes de historia olvidada. Es indudable, estas edificaciones que nos parecen tan antiguas (por su deterioro) pero son contemporáneas, apenas unas décadas del ayer y hoy, yacen abandonadas, silentes, alimentando el mito de espectros que pululan entre sus paredes.



   

Para el visitante

Avanzamos por aquel maravilloso camino costero que nos lleva al conocido balneario de Juan López, balneario ubicado en el extremo norte de la ciudad de Antofagasta (al sur de la oreja de Mejillones), y digo maravilloso camino por las panorámicas que nos brinda, incluido el Monumento natural La Portada y por el estado de este, agrego esto – muy especialmente - para aquellos que lo conocieron y recorrieron en su época, cuando sólo era una huella de tierra y chusca, cuando pocos osaban transitarlo.

Pues bien, en mis tiempos, años 80 y 90, este sector propiamente tal, conocido como La Rinconada, ya contaba con aquella enorme laguna de aguas salobres que lo caracteriza y también contaba con aquella mina, a media ladera, que en la actualidad está transformada en una Portada chica. No sabemos cuándo – exactamente - se comenzaron a erigir las estructuras que sobresalen en la actualidad.

 

Lo que sería

Pocos saben que estas edificaciones son el fruto del sueño turístico de una sola persona, de Don Alejandro Manríquez, un sueño que comenzó a materializarse a mediados de los años ´90 y que jamás pudo concretarse como tal.

Este lugar contaría con una discoteca, hotel, quinchos y juegos, como atestiguan las construcciones que están ahí.







Lo que sucedió

Cuentan los entendidos que antes de su construcción hubo promesas de permisos y de patentes para su funcionamiento pero, una vez erigidos los edificios, estos permisos jamás se brindaron y/o concretaron, quedando todo en el olvido y sin la debida autorización. Al no poder funcionar, ni poderse utilizar para otros fines que los que se habían soñado, quedaron allí abandonados, sujetos a la acción vandálica de quienes llegaran al sector, y a la acción del viento salobre y las arenas, que poco a poco los fueron cubriendo.

Estar allí, entre esas ruinas, no deja de ser estremecedor. Hace pensar en lo que habrá sentido ese hombre, que invirtió millones de pesos en una idea, confiado en promesas y palabras que luego serían desconocidas y olvidadas, al ver que todo fue en vano. No podemos imaginar lo que sería para él, no sólo el ver el dinero desperdiciado en un proyecto que - habiéndose terminado-, no llegó ni siquiera a inaugurarse, sino también el ver un hermoso sueño, que sólo aportaba a la ciudad y a nadie dañaba, destrozarse contra la frialdad de las autoridades de ese tiempo.

Don Alejandro Manríquez, de quién sólo conocemos por este proyecto hoy abandonado a la acción del tiempo, falleció el año 2014 y, según cuentan, sus cenizas fueron esparcidas en ese lugar por el que tanto quiso hacer.

 

Don Alejandro. Descanse en Paz.

 

 De nuestra consideración:

Es lógico el pensar - por todo lo visto en esta región – que aquellas promesas efectivamente fueron dadas para que se llevara a efecto este proyecto, pero que luego, al pasar del tiempo, cambiaron las ideas, los intereses o las intenciones, y esas frágiles concesiones fueron perdiendo vigencia y la palabra empeñada pasó al olvido.  

Esto es algo común en estas tierras de riquezas y sueños, de engaños y traiciones, basta recordar la historia de nuestro primer habitante, la del insigne Juan López.







No hay comentarios:

Publicar un comentario