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martes, 11 de junio de 2019

LA CELEBRACIÓN DEL ANIVERSARIO DE ANTOFAGASTA



     El día 03 de febrero de 1948 el Salón de Honor de la antigua Municipalidad de Antofagasta estaba colmado de asistentes. Entre estos, los intelectuales más distinguidos de nuestra ciudad: Andrés Sabella y Mario Bahamonde, los historiadores Isaac Arce y Enrique Agullo. También se encontraban las autoridades oficiales del momento: el Intendente Manuel Pino, el Obispo Hernán Frías y el General Silvestre Urízar. De igual manera se podía distinguir la figura de José Papic Radnic, quién era el presidente del Centro para el Progreso, que, aunque no tenía ningún cargo oficial, era un personaje respetado y querido por la comunidad.

Recreación del Sr. Guillermo Poblete V. 

     En el centro de la testera el alcalde de la ciudad, el joven abogado Juan de Dios Carmona Peralta. El tema por resolver “Nuestra ciudad no contaba con una fecha que le permitiera celebrar el aniversario de su fundación”. Por tanto, se tornaba necesario crear un hito que fuera capaz de formar un sentimiento localista, porque “sus habitantes carecen del espíritu de lucha. Se trata de crear amor por esta zona y mayor preocupación de cada uno de sus habitantes por sus problemas”. Carmona pensaba que señalando una fecha de aniversario se crearía un sentimiento de identidad: el hombre enraizado en su tierra.

Juan de Dios Carmona

     En febrero de 1948 la ciudad vivía angustiada. El agua se repartía a gotas y la energía eléctrica amenazaba terminar su potencia. Tampoco había suficientes alimentos. Las mamitas adquirían leche para sus hijos en las farmacias, previa presentación de receta médica. El pan nuestro de cada día, se vendía en forma restringida, cuando había harina. Por eso el Centro para el Progreso, había liderado al pueblo, para reivindicar la necesidad de una mayor atención por el poder central.

     En lo político, el presidente Gabriel González Videla, promulgó la ley de Defensa Permanente de la Democracia, que excluyó de sus derechos ciudadanos a los militantes comunistas- Aplicada esta ley en la municipalidad, la mayoría de sus Regidores fueron desterrados a Pisagua.

Gabriel González Videla

     En esas circunstancias, asumió como alcalde el regidor Juan de Dios Carmona, hombre de prestigio y muy respetado por la ciudadanía. La propuesta de Carmona era fijar el día 14 de febrero, cómo el día de Antofagasta. La fecha ignoraba los 13 años de vida del pueblo llamado La Chimba o Peña Blanca. Lo cierto es que nadie podía afirmar cual era la fecha del nacimiento de Antofagasta mientras que el 14 de febrero recordaba la ocupación e inicio de la guerra reivindicando así la soberanía chilena. No hubo un solo tiro, nadie cayó muerto y no hubo un campo de batalla. En el momento en que el alcalde expresó su propuesta, la asamblea se dividió, la mayoría aprobaba la proposición, mientras una minoría la rechazaba. El Obispo y los historiadores Agullo y Arce, rechazaron la propuesta. La discusión se tornó acalorada hasta que Mario Bahamonde dio el argumento de fondo. La verdadera tesis que sostenía el alcalde y sus seguidores: “… tenemos tradición y toda ella debe estar más ligada al corazón que los archivos”.

Mario Bahamonde Silva y Enrique Agullo Bastías

     El trío opositor recalcó que se estaba fijando, un hecho bélico que nada tenía que ver con la fundación de Antofagasta. Era revivir un acontecimiento no grato para Perú y Bolivia y que en nada contribuía a la amistad y la unidad de los pueblos americanos.

     Los argumentos contrarios fueron en vano; el apoyo del general Urízar, de Papic y los escritores Sabella y Bahamonde, pesó más que los argumentos de los historiadores. Terminada la reunión, el alcalde llevaba en sus manos, la aprobación de su propuesta. Comenzando a preparar el primer aniversario de la ciudad.

Andrés Sabella Galvez
José Papic Radnic

Del escrito “Episodios de la Vida Regional” del Sr. Floreal Recabarren Rojas.

     El alcalde sabía que el doctor Gonzalo Castro Toro era el hueso más duro de roer. Así fue. Previo a la sesión exploto un duelo epistolar entre ambos. El doctor criticó férreamente la idea del 14 como día de la ciudad, apoyándose en los antecedentes de los historiadores que intentaban evitar la confusión entre la guerra y los orígenes de la ciudad. Carmona respondió con duras palabras, usando todas las armas de un combate epistolar. El regidor Castro Toro replicó con malicia, calificando como violenta la respuesta, pero que "en cambio, traduce con bastante claridad la imagen de uno de sus subalternos" (al parecer se refería al prosecretario Alfonso Jeria) y terminaba la nota con una ironía: “. Usted tiene por delante una larga vida pública y no será este el primer hijito adoptivo que se le va a morir". El debate epistolar termino con la aprobación municipal de la idea del alcalde. 

     No fue con cesárea ni fórceps. Fue si un parto difícil.

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