Las Pequeñas Trompetas de Mejillones
Mientras vamos realizando el catastro de las especies presentes por ciertos lugares, por ciertas alturas y bajo ciertas condiciones, aquellas que puedan asegurar la mínima existencia de vida, en la región de Antofagasta (Cordillera costera) vamos corroborando – de inmediato - con las presentes en nuestra comuna.
Hay veces en las que ciertas especies resultan ser muy
numerosas, en otros parajes, pero no son habidas por nuestro territorio y eso nos
lleva a preguntarnos si estas no crecen por estas latitudes o no estamos
buscando por los lugares correctos, como sería el caso de las trompetas
mejilloninas, la Argylia checoensis Meyen, una pequeña planta endémica, muy propia
de las regiones de Antofagasta y Atacama, muy habitual en las alturas de
Mejillones en periodos de lluvia, también por las alturas de Taltal e inclusive
al interior de nuestra región, pero no es habida por los cerros antofagastinos,
es decir, por sobre los 1000 msnm en donde debiese prosperar, si aquí estuviese.
La Argylia checoensis Meyen
Pues bien. Esta es una especie de pequeño tamaño y
crecimiento más bien postrado, tiene hojas compuestas por entre 5 y 11 foliolos
cuneiformes, y están más o menos cubiertas de una lanosidad grisácea, cuya
cantidad puede variar mucho entre una planta y otra, lo que al parecer estaría
relacionado con el ambiente en que se encuentren. Sus flores, de un aspecto similar a las de
nuestra conocida Argylia radiata, son de color amarillo, tienen pilosidad en su
interior y en ocasiones tienen pintas de color rojizo. Produce sus semillas
dentro de vainas fusiformes de entre 10 y 22 cm de largo, y están preparadas
para que al abrirse las vainas las semillas sean diseminadas por el viento.
Se las puede encontrar desde los 1000 hasta los 3000 metros
de altitud, y están específicamente adaptadas para sobrevivir en ambientes
secos. No es tan común verla, ya que no es abundante en altitudes bajas, y por
sobre los 1000 msnm en nuestra región ya nos encontramos en la desértica meseta
central, es decir, por un territorio en donde nada prospera.
Su aspecto es muy similar al de la Argylia tomentosa, pero
esta última sólo se encuentra en la franja altitudinal entre los 2400 y los
2900 msnm.
Como ya es habitual. Nos sorprendió encontrarla, en compañía
de algunas pequeñas Cistanthes y muchas especies más, en una vasta planicie
pedregosa, entre las que destacaban tan solo sus flores amarillas, pues sus
hojas se mimetizaban con el paisaje. La aridez del lugar era extrema.
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