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sábado, 1 de febrero de 2025

AGUAS BLANCAS. LA PAMPA DESNUDA

 

El Cantón Salitrero de Aguas Blancas


Hemos recorrido estos recónditos parajes y podemos aseverar que, todo aquello que fue creado por el hombre para asentarse en esta parte del desierto, fue destruido por el hombre, apoyado por el tiempo y la naturaleza.

Hoy, de todo aquello, solo quedan ruinas e inclusive estas desaparecerán.

 

En la Pampa Desnuda.

 

Tan solo nos limitaremos a imaginarnos sin sentir a cabalidad las dolientes expresiones de los que llegaron por estos parajes bajo la modalidad de enganchados. Aquellos – en su gran mayoría – era gente del sur de nuestro país, gente habituada a la vegetación, las arboledas, al correr del agua y el sonido de la lluvia más, apenas bajarse de la carreta o del tren, luego de un largo viaje, y contemplar atónitos aquel paisaje, ese que se mostraba silente, monocorde, yermo y desolado ante su vista, debió de haber sido aterrador.

 

Ahora bien: La información sobre la ocupación temprana y la explotación industrial en el ex Cantón salitrero de Aguas Blancas no es muy abundante o accesible al común de la gente, ya sea porque no despierta el interés de los investigadores o, simplemente, por encontrarse tan a tras mano que pocos podrían concluir que, en el medio de esta parte del desierto tan absoluto y tan carente, aquel que se encuentra entre las comunas de Antofagasta y Taltal – hacia la cordillera - se pudo establecer el hombre con sus poblaciones y faenas y extraer la codiciada riqueza de tan duro suelo.

Ahora. Si debemos agradecer - en este minuto - por brindarnos su conocimiento sobre este espacio y su gente, es a los Amigos del Tren (amigosdeltren.cl) quienes, en su página de El Ferrocarril en Chile, nos brindan una completa reseña histórica.

Corren Palabras:

La zona de Aguas Blancas, situadas al sureste de la ciudad de Antofagasta, fue ampliamente recorrida por las caravanas de exploradores mineros a mediados del siglo XIX. En una de estas expediciones, hacia 1860, José Santos Ossa descubrió indicios de la presencia de nitrato de sodio, pero sólo se dedicó a las actividades salitreras 6 años más tarde y en otro sector, el Salar del Carmen.

Durante la década de 1870 diversos exploradores realizaron pedimentos salitreros en la zona, hasta febrero de 1879, cuando comienza a elaborar una pequeña oficina de paradas (posteriormente ampliada a vapor), la “Esmeralda”, de propiedad de la sociedad Moreno y Manterola. Hasta 1881 se levantan 6 oficinas más (La Central, Santa Rosa, Encarnación, María Teresa, Oriente y Florencia), propiedad de pequeñas sociedades con capital muy limitado, las que transportaban su producto mediante grandes “retazos” de carretas hacia Antofagasta, medio por el cual también habían sido llevadas las calderas, cañerías y pesados implementos hacia la pampa. Estas pequeñas compañías trabajaban caliches relativamente pobres, con gran cantidad de sulfatos, a larga distancia de la costa y con escasa provisión de agua.

El año 1880 el Gobierno impuso un impuesto de $1,60 por quintal a la exportación de salitre, que debía regir desde septiembre de 1881, y que fue rebajado a la mitad para las zonas de Taltal y Aguas Blancas. En 1884 comenzó a regir por completo para esta última zona, lo cual trajo el alza de costos para las oficinas y la consecuente paralización definitiva de sus actividades. Algunos planteles elaboradores cambiaron de dueño, a bajo precio, y la propiedad se concentró en un par de compañías, pero a fines de 1884 todas habían cerrado definitivamente.

Para seguir leyendo toda la reseña y deleitarse con esta historia.

https://amigosdeltren.cl/ferrocarril-de-aguas-blancas















 


 

 

viernes, 31 de enero de 2025

SANTIAGO HUMBERSTONE

Santiago Humberstone.

Una ventana al pasado salitrero de la región de Tarapacá.

(Cualquier tiempo pasado es pretérito)


Por esta parte del país, la región de Tarapacá, su gente no se embelesó exclusivamente con la minería – como es el triste caso de Antofagasta - también apostaron por el turismo y puedo dar fe (porque fui testigo de ello) que en muy poco tiempo esta región ha puesto en valor su patrimonio y ha generado la infraestructura necesaria para brindar más alternativas y llamar a más gente a visitar este hermoso territorio. ¿En qué redunda todo esto? En más trabajo, más recursos, más alternativas de desarrollo, inclusive, el resguardo efectivo de todo aquello que brinda valor e identidad. Algo que va muy de la mano con aquello de proteger.

 

Agradecemos al Señor Manfredo Tuniche por las imágenes. Estas se agradecen a ultranza.

 

Pues bien, mientras avanzamos por una moderna autopista, una vía que permite una eficiente conectividad entre el puerto de Iquique y los poblados del interior de la región, podemos observar, a nuestro alrededor, los restos de lo que se consideró la gran industria del Salitre en esta parte del país (el llamado oro blanco). Los vestigios están ahí, a la vista y nos resulta sorprendente el poder encontrarnos con ciertas oficinas que nos parecieran que tan solo ayer fueron abandonadas, aunque resulta evidente (para el que conoce) que hubo una gran intervención para su reconstrucción y para su mantenimiento.

Nos referiremos – en este breve escrito - a la ex oficina salitrera Santa Laura, cuyo enorme edificio y chimenea son visibles desde la distancia y también de la ex oficina salitrera Santiago Humberstone, otrora oficina Salitrera La Palma, que fue construida en 1872 por la Peruvian Nitrate Company en plena Pampa del Tamarugal. No tenemos los datos para afirmar si en sus inicios se usó el modo de producción denominado “Sistema de Paradas”, un sistema bastante rudimentario y poco eficiente o el patentado por Pedro Gamboni (a mediados de 1850) que usaba vapor de agua, pero requería grandes tuberías y calderas, y que dio origen al concepto de oficina salitrera como las conocemos hoy.

Entre 1877 y 1880 recién se introduce - en la elaboración del salitre - el sistema Shanks y ya para 1889 La Palma era una de las salitreras más grandes de la región. En los años que siguieron, pese a los diversos cambios de propietarios, estuvo muy activa manteniendo su nivel de producción e importancia.

La Gran Depresión del ´29 ocasionó la paralización de sus faenas y del establecimiento, las que se reanudaron hacia 1934, una vez que la Oficina pasó a ser propiedad de la Compañía Salitrera de Tarapacá y Antofagasta. Fue esta Compañía la que realizó una fuerte inversión, apostando a la modernización de la planta y el campamento, convencidos que una mayor productividad iba a permitir la competencia del salitre natural en los mercados internacionales. Al ser reabierta fue bautizada como Oficina Santiago Humberstone, en honor al ingeniero químico inglés que adaptara a la industria del nitrato el sistema de elaboración denominado Shanks, que a su vez tomó ese nombre en honor a su inventor.

Entre 1933 y 1940 Humberstone alcanzó su máximo desarrollo, llegando a albergar una población de 3.700 habitantes. En 1958 la Compañía Salitrera de Tarapacá y Antofagasta entró en una aguda crisis y terminó por disolverse; Humberstone fue cerrada definitivamente y sus últimos habitantes la abandonaron en 1960.

Esta oficina, junto con las otras del llamado Grupo Nebraska, es decir: Santa Laura, Nebraska, Peña Chica y Keryma, fue subastada en 1962, adjudicándosela un particular.

 

¿Qué es Humberstone en la actualidad?

Es un vívido testimonio de la historia del salitre desde todo punto de vista, especialmente el urbano. Tal como indica el resumen del Consejo de Monumentos Nacionales: “No todo se ha conservado. El sector industrial del establecimiento ha sido parcialmente desmantelado y presenta un gran deterioro, mientras que la parte urbana de la oficina se mantiene y da cuenta de la forma de vida de la pampa salitrera”. Es un inmueble característico de las salitreras inglesas y sólo quedan en pie tres de su tipo: Humberstone, Santa Laura e Iris.

Al visitar Humberstone es posible apreciar el centro social, comercial y público de la oficina, donde se encuentran la capilla, la pulpería con su arquería blanca, el magnífico teatro construido en madera, el hotel, la gran piscina con graderías y la plaza. De sumo interés son la Casa de Administración del establecimiento, construida en 1883 y la enorme torta de ripio de la oficina, que evoca la gran riqueza que produjo el trabajo de sus esforzados habitantes.

La oficina salitrera de Humberstone fue declarada Monumento Histórico el 16 de enero de 1970. Decretos posteriores incluyeron también sus tortas de ripio y la ampliación de límites.

En la actualidad se encuentra bajo la protección de la Corporación Museo del Salitre - desde el año 2001 - gestionándose, a través de estas, distintas obras de restauración.

Conforma junto a la oficina salitrera Santa Laura una sola área declarada Monumento Histórico, y ambas son parte de la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco desde el año 2005, siendo consideradas parte de la Lista de Patrimonio en Peligro.

 

Para saber un poco más

(Tan solo un poco más)

 

Salitreras de Tarapacá

https://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2/pdfs/MC0000316.pdf

 

Álbum de Tarapacá

https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-320865.html

 

El Salitre

https://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2/pdfs/MC0043254.pdf

 

Explotación del Salitre

https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-93821.html#:~:text=En%201875%2C%20el%20ingeniero%20ingl%C3%A9s,en%20la%20oficina%20San%20Antonio.

 

Agradecemos al Señor Manfredo Tuniche por las imágenes. Estas se agradecen a ultranza.