LA
ARAÑA DE RINCÓN. LA VERDAD TRAS EL MITO
Mucha
gente tiende a creer que las arañas Loxosceles, conocidas como "arañas de
rincón", son bestias peligrosas, sedientas de sangre, que se ocultan en el
interior de nuestras casas, a la espera del mínimo descuido para atacarnos. Pero
la realidad dista mucho de eso.
Loxosceles laeta Nicolet 1849
Dejando
de lado la polémica acerca de qué tan peligrosas o mortales son, sobre lo que
hay diversas y extremas opiniones, podemos decir con plena libertad que
-contrariamente a la percepción general- las Loxosceles no fueron creadas (o no
evolucionaron, para los darwinistas) para vivir dentro de las habitaciones
humanas, las que todos sabemos que no han existido siempre, ni mucho menos.
Consideremos que, cuando apareció el hombre como hoy se conoce, las arañas
llevaban ya unos cuantos millones de años viviendo sobre la tierra.
Lo que sí
ha ocurrido, es que unas cuantas especies de arañas, entre las que se cuentan
las Loxosceles laeta, han aprendido los beneficios de vivir cerca del ser
humano.
¿Cuáles
podrían ser estos beneficios?
Bueno, en primer lugar, la seguridad. Dentro de
una casa, y sobre todo dentro de una de nuestras modernas casas de cemento, una
Loxosceles encontrará muy pocos, o ninguno, de sus depredadores naturales.
Salvo alguna que otra araña, como una Scytodes, "araña tigre" (de
similar hábitat, tras muebles o rincones) o una Steatoda (en lugares húmedos
como bajo el lavaplatos), no tendrá nada a que temer, al recorrer la casa
buscando alguna presa.
Otro
beneficio es, precisamente, la disponibilidad de alimento. No faltan junto al
hombre los insectos, ni aún dentro de las casas. Cucarachas (que llamamos
baratas), lepismas (los "pececitos de plata"), pequeños escarabajos
que ni sospechamos están ahí (derméstidos), no pocas moscas y algunas cuantas
polillas atraídas por la luz, pueden servirle de comida, y ciertamente una
Loxosceles no requiere de mucho alimento para sobrevivir. Se sabe que una
adulta puede sobrevivir meses sin alimento, no obstante que su vida no
sobrepasa los dos años, incluyendo el año que demora en llegar a desarrollarse
completamente.
De
esta manera, una Loxosceles puede vivir por largo tiempo, tranquilamente
hospedada bajo los muebles de la cocina, tras una pesada cómoda o dentro de un
oscuro closet, sin que nadie le moleste y prácticamente sin nunca ser vista.
Loxosceles laeta Nicolet 1849
Pero
eso no implica que no sigan habiendo Loxosceles apegadas a una vida más
natural, lejos del hombre y de sus casas, por lo que no es muy cierta la
aseveración -muy común en páginas de Internet- de que su hábitat
"son" las habitaciones humanas.
Lo cierto es que podemos encontrarlas
en variados ambientes, muy dispares unos de otros, ya que es una araña que se
adapta fácilmente. Es posible encontrarla tanto en los salobres roqueríos de
nuestras costas, como en las quebradas húmedas de camanchaca de nuestros
cerros, y no es raro descubrirlas también -bajo las piedras- en terrenos yermos
y arenosos, abrasados por el sol de nuestro desierto. estas arañas pueden
tolerar temperaturas muy extremas, entre -5 y 48 °C, y así como las hemos
encontrado a nivel del mar, no nos ha sorprendido hallarlas sobre los 1000
metros de altura.
Así
pues, -dejando de lado su legendaria peligrosidad, y su aspecto para muchos
horripilante- la Loxosceles laeta no deja de ser una araña admirable, y una
habitante nativa más de nuestra región.
[Las
imágenes, propias, nos muestran una pareja adulta, viviendo en un hábitat
natural, alejado de los seres humanos.]
Loxosceles laeta Nicolet 1849 Hembra
Loxosceles laeta Nicolet 1849 Macho
Hábitat
y Distribución.
La Loxosceles
laeta es nativa de América del Sur. Es común en Chile y se distribuye también
en Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay, y el sur y este de Brasil.
Ha
sido introducido en América del Norte y varios países de América Central, pero
no prospera naturalmente en estos países.
Comportamiento.
Es
principalmente nocturna, viéndose incrementada su actividad en noches
veraniegas y calurosas. Si bien es activa durante todo el año, su vitalidad
disminuye con la llegada del frío.
Envenenamiento.
Su
mordedura puede causar la muerte. El cuadro anafiláctico producido por el
veneno se llama loxoscelismo. El mayor problema es que cuando una persona ha
sido picada por una de estas arañas, presenta un cuadro clínico que en muchas
ocasiones no es detectado hasta tiempo después de que es hospitalizado. Se
utiliza el suero anti-loxosceles proveniente del suero de caballo con regular éxito,
disminuyendo su eficacia pasadas 6 horas después de la picadura.
Su veneno es
potencialmente mortal dependiendo de la relación inóculo-masa del individuo. Su
acción es esencialmente proteolítica y necrótica (disuelve los tejidos causando
muerte celular). Contiene poderosas enzimas proteolíticas que destruyen todo lo
que tenga proteínas, pudiendo ser 10 veces más poderoso su efecto que la
quemadura con ácido sulfúrico ya que el veneno tiene alto poder de penetración.
Loxoscelismo Cutáneo.
La
evolución es a una úlcera necrótica o edematosa, que se define en las primeras
24 horas del cuadro y tiene una escasa repercusión sistémica, con fiebre y
compromiso del estado general. Al fijarse en la úlcera, el signo evolutivo de
lesión de color rojo–blanco-azul es típica del loxoscelismo.
Después
de 4-8 horas, el área de la mordedura se siente dolorosa y con prurito,
presentando una induración central rodeada por un área pálida de isquemia y una
zona de eritema. En general, no existe linfadenopatía regional. La lesión puede
desaparecer al cabo de dos o tres días, o bien evolucionar a la fase más grave.
Las complicaciones son: celulitis, linfangitis, lesiones cutáneas similares a
pioderma gangrenoso.
Loxoscelismo Cutáneo-Visceral.
La
complicación más seria del loxoscelismo es el shock anafiláctico, con un 25% de
mortalidad, se da entre el 15% y el 30% de los casos, se presenta hematuria,
fiebre, anemia hemolítica, leucocitosis, un recuento de plaquetas variable y
alteración de la función renal, con hipercalemia y creatinina plasmática
elevadas, llevando a la insuficiencia renal aguda oligúrica, de tipo renal-
intrínseca debido a que, por la hemólisis, se tapan los túbulos renales con la
hemoglobina, causando una necrosis tubular aguda (pudiendo requerir diálisis),
esta fase conlleva riesgos vitales.
En
formas más serias, la placa es rojiza, de tono violáceo, el eritema es
diseminado, el centro de la lesión aparece hemorrágico y necrótico con una
ampolla en la parte superior. Evoluciona a una placa livedoide, grande, luego a
una úlcera necrótica, que luego de tres semanas se desprende quedando una
úlcera limpia que puede alcanzar más de 25 cm de diámetro, para luego terminar
en una cicatriz deprimida, en un verdadero cráter necrosado.
El haber sido inoculado con el veneno anteriormente no genera ningún tipo de inmunidad a futuro, pudiendo ser
además fatal en una segunda oportunidad creándose algún cuadro de alergia
anafiláctica fatal.
Primeros Auxilios.
- Hay
que actuar rápidamente sobre el afectado.
- - Aplicar hielo en
bolsa sobre la herida para frenar la velocidad de reacción.
- - Mantener al
paciente en reposo y en una posición cómoda.
- - Controlar su
temperatura.
- - Ante la
tumefacción o edema del miembro afectado, elevarlo.
- - Si es posible:
lavar la zona con agua y jabón.
- - No utilizar
desinfectantes o antisépticos que coloreen la zona, enmascarándola.
- - No se recomienda
la intervención personal de la herida.
- - Trasladar a un
centro asistencial rápidamente.
- En
lo posible (es ideal y de mucha ayuda), capturar el arácnido o restos de él y
llevarlos junto con el afectado para su identificación.
Prevención.
La
mejor prevención es el aseo riguroso y profundo de aquellas zonas en que
regularmente no se consideren como parte de la rutina de aseo, es recomendable
el uso de guantes livianos y de aspiradoras de buena potencia.
Poner
especial atención a detrás de los cuadros, esquinas superiores, elementos de
pared, aquellas camas con cajonera y zócalo al suelo, esquinas de armarios y
especialmente en los muebles de cocina o en la parte superior fuera de la vista.
Si su vivienda además cuenta con enredaderas al muro, bambúes, cúmulos de
objetos o leña acumulada desde tiempo es altamente probable la existencia de
individuos.
Se
recomienda la inspección de la ropa colgada por algún tiempo, revisar principalmente
las bastas y bolsillos. Sacudir enérgicamente la ropa antes de ponérsela es una
buena medida.
Ahora
bien, la existencia de presas es un factor que alienta la cantidad de
individuos, es muy aconsejable mantener la menor cantidad de moscas u otros
insectos voladores dentro del hogar. Disponga los basureros lejos de la
vivienda, no atraiga moscas al interior, mantenga a las mascotas defecadoras
fuera de la vivienda, baldee y limpie los patios que ellas usan diariamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario