Donde Viven las Damas
de Plata.
Cuando circulamos por
la Avenida Edmundo Pérez Zujovic ya sea en dirección a la Isla Guamán o en
dirección al centro de la ciudad, podemos observar por el borde costero un
enorme manchón de vegetación que sobresale entre la aridez del entorno y el
cemento del desarrollo. Algunos -Los pocos- Se han detenido en el lugar y se
han tomado el tiempo de recorrer y admirar este paisaje único tratando de
entender como esta diversidad se pudo establecer en lugares tan inhóspitos y carentes,
otros piensan que se trata de un espacio muy actual, producto exclusivo de la
civilización.
Morro Moreno
Cerro Coloso
Vista a la Ciudad Desde las Aguadas
Pero. En el sector norte
de la ciudad, por su borde costero. Existen varios afloramientos de agua dulce que
presentan algún desarrollo de vegetación. Al buscar la procedencia y data de estas
aguas, nos encontramos con el estudio de Herrera y Custodio, 2014. El cual
determina que las lluvias que los originaron (Afloramientos) ocurrieron entre los
5.000 – 3.000 años antes del presente, en un periodo más lluvioso comparado con
el que vivimos actualmente.
A estos espacios les
conocemos como “Aguadas Costeras” y sus aguas provienen del desierto pasando
por bajo el oasis de Niebla la Chimba, aflorando a muy pocos metros de la costa
y su caudal se ve aumentado con las aguas de riego y filtraciones. (Esta última
aseveración es exclusiva de este escribano)
El espacio que más
llama la atención en esta franja, es aquel que se encuentra dominado predominantemente
por la especie Tessaria absinthioides (Hook. & Arn.) DC también conocida
como brea, breílla, soroma, chilca, chilquilla. Especie típica y común a los
bordes del Rio Loa.
Tessaria absinthioides (Hook. & Arn.)
Esta especie en nuestra
ciudad crece de manera muy limitada y próxima al curso de agua. Según los datos
obtenidos y aportados por terceros, este curso fue canalizado en su parte
superior para permitir las modernas construcciones en altura que dominan el
sector, Se evitó cortar o intervenir el flujo normal del agua, esto nos dice
que la constructora encargada tuvo a bien respetar (Y se agradece) el entorno natural
próximo a su edificación.
En la parte inferior de
este curso se forma una pequeña lagunilla, máxima expresión de la vida para una
infinidad de especies de aves que ocupan el lugar con el fin de refrescarse,
beber y quitarse los parásitos, sean estas aves propias de la zona o en breve
tránsito por las migraciones.
Cathartes aura Linnaeus
Cuando comenzamos a
hurgar en el sector nos encontramos con una enigmática especie, no hablamos de
enigmática por su forma reproductiva o de vida, nos referimos a ¿cómo pudo
llegar a estos parajes? Pero basados en los escritos de Don Rodrigo Castillo.
Mostraremos la vida y sobrevida de esta hermosa especie antofagastina. La Dama
de Plata.
Argiope argentata, una
dama de plata (Rodrigo Castillo Tapia)
La mayoría de las
personas que se encuentran con esta araña, le temen. Aun aquellas personas que
gustan de la vida silvestre, de ver aves, animales e insectos, se sienten un
poco atemorizados, al encontrarse con una Argiope argentata. Y es por dos
motivos: que es una araña no pequeña de colores llamativos, y que construye
grandes telas orbiculares, en cuyo centro se instala pacientemente, a esperar
su alimento. Ciertamente, impresiona encontrarse con ella por primera vez,
sobre todo si es sorpresivamente.
Argiope argentata Fabricius
La Argiope argentata es
una araña perteneciente al Género Argiope, y a la Familia Araneidae, que agrupa
a arañas grandes y coloridas, que construyen telas de gran tamaño y
-generalmente- de forma orbicular.
El nombre del Género,
Argiope, significa "de ojos brillantes", y proviene del hecho de que
sus ojos cuentan con "tapetum lucidum". Esto es una cubierta muy
brillante, en el interior del globo ocular, y que refleja mucho la luz. El
tapetum lucidum sirve -en estas arañas y en muchos animales de vida nocturna,
como los gatos- para proporcionarles una excelente visión nocturna. El nombre
de la especie, argentata, significa "plateada", y se debe
-obviamente- al color plateado brillante que recubre su prosoma (tórax) y parte
de su opistosoma (abdomen).
Esta araña es propia
sólo del norte de Chile, pudiendo encontrársela en las tres primeras regiones
del país, hasta Antofagasta.
Argiope argentata Fabricius
Se sabe que esta
especie, pese a su tamaño, no representa ningún riesgo para las personas, pues
debido a su costumbre de vivir en el exterior, donde encuentre espacio para su
tela y abundante sol, es muy difícil que se de la situación en que se vea
obligada a morder. Incluso, si alguien -sin darse cuenta- se enreda en su tela,
la araña no hará otra cosa que escapar lo más rápido posible y esconderse. Ahora, ante el caso de que -pese a todo-
mordiese a una persona, las consecuencias no serían mayores que la picada de
una abeja común, es decir dolor local y picazón por una hora o cosa así.
Lógicamente, para un niño pequeño podría ser más dolorosa la reacción, pero
como ya he dicho, no es una araña que acostumbre morder, incluso aunque se la
moleste. Por tanto, no hay razones que
justifiquen el matarla.
La Argiope argentata
puede considerarse beneficiosa en cualquier jardín, ya que consume buena
cantidad de insectos, que caen continuamente en su casi invisible tela. Cada
vez que captura una presa, la tela sufre daños, a veces de consideración, pero
la araña ocupa sus noches en repararla. Gracias a su buena visión nocturna,
puede trabajar tranquilamente, sin temor a los depredadores.
Todas las Argiope
presentan un gran dimorfismo sexual, lo que quiere decir que hay bastante
diferencia entre machos y hembras. Estas últimas alcanzan un apreciable tamaño,
hasta 2,5 cms. (sin las patas), en tanto los machos no llegan a medir un
centímetro. Los machos no sobreviven a la cópula, muriendo poco después por el
esfuerzo realizado.
Las hembras, en tanto,
después de la cópula deben producir huevos, tantos como 200 a 400, los que
pondrán dentro de un saco de tela, teñido de verde o amarillo, y que instalarán
lejos de la tela, entre las hojas de alguna planta cercana o en un rincón
protegido.
A diferencia de otras
especies de arañas, las Argiope no cuidan de su ovoteca ni de sus hijos.
Después de haber dejado entre 2 y 4 sacos de huevos, al final del verano, la
araña hembra morirá también. Los huevos deben sobrevivir el invierno en su
ovoteca, para abrir en primavera, iniciando un nuevo ciclo. Sin embargo, he
observado que en contadas ocasiones -y quizá debido a lo benigno de nuestro
clima- alguna hembra adulta logra sobrevivir hasta una nueva temporada.
Cuando se dice cuántas
arañitas contiene una ovoteca, muchas personas creen que -si se le permite a
una Argiope quedarse en el jardín- se "llenarán de arañas". Nada más
lejos de la realidad. Las pequeñas arañitas tienen cientos de enemigos, que se
encargarán de reducir su número, tanto así, que no más de 1 o 2 de cada ovoteca
llegarán a convertirse en adultas. Los enemigos, ansiosos de alimentarse de huevos
de araña, o de pequeñas arañitas, son un variado surtido de insectos, arañas
cazadoras y hasta pájaros, entre estos los colibríes.
En algunos pocos
lugares de nuestra Antofagasta, algo alejados del tránsito de las personas,
sobreviven grupos aislados de Argiope argentata. Difícilmente logran instalarse
en algún jardín, patio o plaza, ya que la ignorancia de la gente las lleva a
matarlas en cuanto las ven. Son muy pocas las personas sensatas que les
permiten ocupar un lugar, y vivir, en una tierra que siempre fue de ellas.
Estos lugares presentan
múltiples especies que deben representar un aporte al patrimonio antofagastino.
Esperamos que en los próximos planes reguladores municipales se considere su
protección efectiva y se otorgue importancia a la educación, esa que habla de
preservación. Nuestra comunidad debe entender que es custodia de la vida
natural y no dueña del destino de ella. Tenemos harta esperanza en las futuras
generaciones.
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