LAS LIBÉLULAS DE ANTOFAGASTA-CHILE
LOS CABALLITOS
DEL DIABLO.
----------------------------------------------------
Al visitar los valles y quebradas
del interior de Antofagasta-Chile, tanto en la comuna de San Pedro de Atacama
como en la comuna de Calama, nos resulta muy común el observar a los
helicópteros del Loa, las Libélulas. Resulta común el verlas porque hay agua en
curso y ellas requieren de esta para sus ciclos y su sobrevida. Personalmente encuentro
que las Libélulas (matapiojos, caballitos del diablo, fosforitos) son uno de
los insectos más interesantes de la naturaleza, así como el objeto de los
mitos, al considerarlos los mensajeros de los males. Como no fascinarse con
estas voraces, carnívoras y letales, capaces de enfrentarse a enemigos que le
doblan en tamaño y fuerza, que presenta una gran capacidad de sobre vivencia al
haber subsistido por millones de años (casi inalterada) y por sus vistosos colores.
Pues bien. Las Libélulas son paleópteros,
es decir, insectos que no pueden plegar las alas sobre el abdomen. Se
caracterizan por sus grandes ojos multifacetados, sus dos pares de fuertes alas
transparentes y por su abdomen alargado. Se alimentan de mosquitos y otros
pequeños insectos como moscas, abejas, mariposas y polillas. Su hábitat natural
se encuentra en las cercanías de lagos, charcos, ríos y tierras pantanosas, ya
que sus ninfas son acuáticas. Las libélulas no pican a los humanos y son
valiosos depredadores, ya que controlan las poblaciones de moscas y mosquitos,
algunos de los cuales transmiten enfermedades como el dengue.
El cuerpo de la libélula se apoya
en dos pares de alas muy poderosas que la ayudan a flotar en la brisa más leve,
pero puede batirlas rápidamente y con fuerza suficiente para volar incluso con
un viento fuerte en contra. A pesar de que estas alas son transparentes y
parecen ser bastante frágiles, en realidad son mucho más fuertes de lo que
podrían parecer a primera vista. La estructura de las alas y el hecho de que no
se articulan como las de las mariposas y que pueden funcionar de forma
independiente, hace que la libélula vuele en todas las direcciones, arriba,
abajo, a la izquierda, a la derecha, hacia delante e incluso hacia atrás.
Poseen una vista excelente
gracias a la peculiar estructura de sus ojos: alrededor de 30 000 facetas
dispuestas de tal forma que le permiten aproximadamente 360º de campo visual.
Estos ojos multifacetados, por lo general, se juntan en la parte posterior de
la cabeza y le permiten ver a su presa desde una distancia de hasta 12 m. La
libélula no puede caminar por la posición frontal de las patas, pero la forma
de "canasto" de éstas le permite atrapar a su presa.
CICLO DE VIDA
El ciclo de vida de las
libélulas, desde la fase de huevo hasta la muerte en edad adulta, abarca entre
seis meses hasta seis o siete años. Las libélulas hembras ponen los huevos en o
cerca del agua, a menudo en las plantas flotantes o emergentes. Cuando algunas
especies están poniendo los huevos en el agua, se sumergen por completo con el
fin de poner sus huevos en una buena superficie, aunque en algunas ocasiones,
las hembras ponen huevos entre pequeñas grietas de barro o musgo.
Los huevos eclosionan en ninfas y
durante esta etapa se alimentan de larvas de mosquitos. La mayor parte de la
vida de una libélula se gasta en forma de ninfa, debajo de la superficie del
agua, usando mandíbulas extensibles para capturar otros invertebrados o incluso
vertebrados como renacuajos y peces. Respiran por branquias que tienen en el
recto y tienen la capacidad de desplazarse rápidamente por el agua gracias a un
impulso originado por una expulsión de agua repentina que ocurre a través del
ano. Algunas ninfas cazan en la tierra, capacidad que podría haber sido más
común en la antigüedad, cuando los depredadores terrestres fueron más torpes.
La etapa larval de libélulas de
gran tamaño puede durar hasta cinco años. En las especies más pequeñas, esta
etapa puede durar entre dos meses y tres años. Cuando la larva está lista para
metamorfosearse en un adulto, sube por una caña o una planta emergente. La
exposición al aire conduce a la larva a iniciar la respiración. La piel se abre
en un punto débil detrás de la cabeza y la libélula adulta se arrastra fuera de
su piel larval, mueve sus alas de arriba abajo, y vuela a alimentarse de
mosquitos y moscas. En vuelo, la libélula adulta puede impulsarse en seis
direcciones: arriba, abajo, adelante, atrás, de derecha a izquierda y de
izquierda a derecha. La etapa voladora de las especies adultas más grandes de
la libélula, puede durar de cinco a seis meses.
En el pasado existieron especies
mucho mayores. La mayor, encontrada como fósil, es una Protodonata llamada
Meganeura monyi que data del Carbonífero con una envergadura de alas de entre
70-75 cm. La mayor especie de odonatas moderna, la Anax strenuus, endémica de
Hawái, y la gigante de América Central, Megaloprepus coerulatus, tienen 19 cm
de extensión de alas. La especie moderna más pequeña registrada es la Nannophya
pygmaea, de Asia, con una envergadura de alas de tan sólo 20 mm.
Meganeura
monyi
REPRODUCCIÓN
El macho de la libélula impone
sus derechos sobre un territorio cercano al agua y lo defiende ferozmente de
todos sus rivales. Cuando llega la hembra, el macho modifica su estilo de
vuelo. Así, realiza una exhibición para cortejar a su compañera, antes de
sujetarle la cabeza con unas pinzas especiales ubicadas en el extremo de su
abdomen. Cuando está sujeta al macho, la hembra arquea su abdomen adelante para
reunir sus órganos sexuales y se produce la fertilización. La hembra pone los
huevos cerca o en el agua.
Las larvas son unos depredadores
feroces, los cuales, mediante la máscara, un brazo retráctil que tienen bajo la
boca, caza otros animales: renacuajos, peces e incluso otras larvas de
libélula. En el caso de los machos, poseen un órgano que tiene como función
retirar el esperma que la hembra pudiera tener de la fecundación de otros
machos.
En una página dedicada a estos
invertebrados se dice que las libélulas fueron prácticamente deificadas como
las almas de los muertos en la cultura nativa americana y anunciadas como
símbolos de pureza y transformación, así como de victoria, poder y cuenta que
los birmanos nativos lanzaban regularmente libélulas en el agua circundante a
sus asentamientos para controlar las poblaciones de mosquitos que causaban la
fiebre amarilla. Las libélulas son depredadores naturales y seriamente
eficientes, que pueden dar un golpe contundente a las poblaciones de insectos
en las zonas donde se agrupan grandes números de ellas.
REFERENCIAS
Estado del conocimiento de los
Odonata (Insecta) de Chile.
Buena! Vivo hace un tiempo en san pedro y ha sido lindo ver su ciclo, gracias por la info.
ResponderEliminar