El fósil es un vestigio de lo que alguna vez estuvo vivo
A todos y en especial a Caminantes del Desierto, nos gustan las flores (por supuesto, unas más que otras) ya sea por sus colores, sus aromas, sus singularidades (grandes, pequeñas, vistosas o deslucidas). Las flores son la representación de la vida y la señal inequívoca que ha llegado la estación más apreciada del año, la primavera, salvo para aquellos que sufren con el polen (por las alergias) pero ¿Qué representa la flor en una planta y cuando aparecieron por primera vez?
Respondamos la pregunta más sencilla.
¿Cuál es la función de la Flor en una planta?
La flor es la estructura reproductiva característica de las plantas llamadas “espermatofitas o fanerógamas”. La función de una flor es producir semillas a través de la reproducción sexual. Para las plantas, las semillas son la próxima generación y sirven como el principal medio a través del cual las especies se perpetúan y se propagan.
Ahora bien. Todas las espermatofitas poseen flores que producirán semillas, pero la organización interna de la flor es muy diferente en los dos principales grupos de espermatofitas: las gimnospermas vivientes y las angiospermas.
Las gimnospermas pueden poseer flores que se reúnen en estróbilos, o bien la misma flor puede ser un estróbilo de hojas fértiles. En cambio, una flor típica de angiosperma está compuesta por cuatro tipos de hojas estructural y fisiológicamente modificadas para producir y proteger los gametos.
Tales hojas modificadas o antófilos son los sépalos, pétalos, estambres y carpelos. Además, en las angiospermas la flor da origen, tras la fertilización y por transformación de algunas de sus partes, a un fruto que contiene las semillas.
El grupo de las angiospermas, con más de 250.000 especies, es un linaje evolutivamente exitoso que conforma la mayor parte de la flora terrestre existente.
La flor de angiosperma es el carácter definitorio del grupo y es, probablemente, un factor clave en su éxito evolutivo.
¿Cuándo aparecieron por primera vez las flores?
Resulta muy difícil el poder brindar exactitudes (un periodo exacto) ya que, cada cierto tiempo, se van produciendo nuevos hallazgos en este planeta con datas más antiguas y sorprendentes, pero vamos con algunas referencias:
En 1998 se descubrió - en China - en estratos provenientes del Cretácico inferior (de más de 125 millones de años de antigüedad), un fósil de un eje con frutos, que se ha denominado Archaefructus (género extinto de plantas acuáticas herbáceas con semilla). La infrutescencia constaba de frutos de tipo folículo, provenientes de carpelos conduplicados (doblados sobre sí mismos a lo largo de su nervadura media), dispuestos helicoidalmente alrededor del eje. Semejante descubrimiento, que parecía datar la edad de las angiospermas más antiguas, hizo mundialmente famosa a la Formación Yixian, donde fue descubierto este fósil. Algunos años más tarde, el fósil de otra angiosperma, Sinocarpus, fue también descubierto en esta formación. No obstante, siempre hubo controversias al respecto de si ambos fósiles estaban anidados en el linaje de las angiospermas primitivas, ya que de Archaefructus solo se ha encontrado el fruto por lo que no se conoce la estructura de su flor, y la validez del género Sinocarpus ha sido puesta en duda.
Una interpretación alternativa del fósil Archaefructus sugiere que el tallo alargado es una inflorescencia en vez de una flor, con flores estaminadas (masculinas) y flores pistiladas (femeninas) por encima. El descubrimiento de Archaefructus eoflora apoya esta interpretación, debido a que flores bisexuales están presentes entre las flores estaminadas y las pistiladas. Si esta interpretación es correcta, Archaefructus podría no ser un miembro extinguido de las angiospermas basales y más bien podría estar relacionada con Nymphaeales o ser un grupo basal de eudicotiledóneas.
En el 2007 se informó del hallazgo de una flor perfecta en la formación Yixian. Esta flor tiene la organización típica de las angiospermas, incluyendo tépalos, 10 estambres y gineceo. Los tépalos son espatulados. Las anteras son globosas y con granos de polen triangular-redondeados. Los carpelos están rodeados por un receptáculo excepto por los estigmas plumosos que sobresalen a través de un poro. Esta especie ha sido bautizada como Euanthus (del griego, "flor verdadera") por sus descubridores, e indica que en el Cretácico inferior ya existían flores como las de las angiospermas actuales.
La mayor parte de los análisis morfológicos y moleculares disponen a Amborella, las Nymphaeales y Austrobaileyaceae en un clado basal denominado "ANA". Este clado parece haber divergido en el Cretácico inferior (alrededor de 130 Ma), una fecha aproximadamente igual a la de los fósiles de la formación Yixian. Las magnólidas difirieron poco después y una rápida radiación produjo las eudicotas y monocotiledóneas hace 125 Ma. Hacia el final del Cretácico ya habían surgido más del 50% de los órdenes actuales de angiospermas, clado que constituye el 70% de las especies del planeta. Las características de los grupos basales "ANA" sugieren que las angiospermas se originaron en áreas oscuras, cenagosas y frecuentemente disturbadas. Aparentemente, permanecieron recluidas en ese tipo de hábitats durante todo el Cretácico. Esto debe haber restringido su importancia inicial, pero sus innovaciones adaptativas, la flor por ejemplo, les otorgaron la notoria flexibilidad que explica la rapidez de su diversificación posterior hacia otros hábitats.
Año 2015.
En el año 2015 las agencias noticiosas del mundo, dieron a conocer que se había encontrado “definitivamente” la flor más antigua del mundo, esta especie crecía bajo el agua en la que ahora es la Europa moderna, no tenía pétalos y daba una sola semilla: científicos aseguran que se podría datar de hace 125 a 130 millones de años, lo que la convertiría en la planta con flor más antigua de la que se tiene información.
Más de 1.000 fósiles de la planta, bautizada Montsechia vidalii, fueron analizados cuidadosamente para el estudio publicado por la Academia de Ciencias de Estados Unidos (PNAS) y que parece remover de su sitial a una planta china (Euanthus panii) hasta ahora considerada una de las más antiguas.
Según la opinión del paleobotánico David Dilcher principal autor del estudio:
“Lo de ‘primera flor’ es técnicamente un mito, como el ‘primer humano’”, pero en base a este nuevo análisis sabemos que Montsechia es contemporánea, o incluso más antigua, que Archaefructus (sinensis)”, una planta acuática similar hallada en China.
Los científicos conocen desde hace tiempo la Montsechia vidalii, que crecía en forma abundante en lagos de agua dulce. Sus fósiles fueron hallados hace más de un siglo en los depósitos de caliza de la cadena Ibérica, en el centro de España, y en los Pirineos, cerca de la frontera con Francia.
Pero, según Dilcher, muchos de los fósiles fueron malinterpretados porque Montsechia “no tiene ‘partes de flor’ obvias, como pétalos o estructuras de producción de néctar para atraer insectos, y vive todo su ciclo bajo el agua”.
La planta contiene una sola semilla, que es la característica determinante de una planta que florece, o planta angiosperma.
“La reinterpretación de estos fósiles brinda una nueva perspectiva fascinante sobre un gran misterio de la biología de las plantas”, estimó por su parte Donald Les, profesor de ecología y biología de la evolución de la Universidad de Connecticut, que comentó el trabajo en la publicación.
Añadió que el trabajo “representa una contribución importante a la continua búsqueda para descifrar los eventos ecológicos y de evolución que acompañaron el crecimiento de las plantas con flor hasta su protagonismo global”.
Año 2018-2019
Como resulta habitual, todo marchaba bien para la Montsechia vidalii hasta que en el 2018-2019 se encontró un nuevo fósil (En China) el cual indica que el origen de las angiospermas es mucho más antiguo.
Según informa la revista de divulgación Quo, investigadores del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing, en China, descubrieron - conservados en roca - los restos fósiles de una especie aún más antigua, a la que han dieron el nombre de Najinganthus dendrostyla.
La antigüedad aproximada de estos restos es de unos 174 millones de años, lo que sitúa el origen de las angiospermas al menos unos 44 millones de años antes de lo que siempre se había creído.
El estudio del fósil permitió descubrir que poseía un receptáculo en forma de copa, y otro que hacía la función de ovario, que le permitían albergar los óvulos en su estado anterior a convertirse en semillas tras la polinización.
Esta característica es crucial pues permite concluir que la Najinganthus es efectivamente una angiosperma o planta con flor.
Y ¿Qué pasa con las flores en nuestro continente y país?
Tal vez no contemos con especies de tan antigua data, como las de Europa o China, pero hay descubrimientos e investigaciones bastantes auspiciosas en el sur argentino y chileno.
Argentina:
En el año 2008 hallan el fósil de una Asteraceae en la Patagonia Argentina.
Un equipo de científicos encontró cerca de la turística ciudad argentina de Bariloche, en la Patagonia argentina, un fósil de 47 millones de años que puede arrojar luz sobre los orígenes de los girasoles y las margaritas.
El fósil pertenece a la familia de las Asteraceae, en la que se incluyen flores como la margarita, el girasol, el diente de león y el crisantemo, así como la lechuga, la alcachofa, la achicoria, el estragón y otras 23.000 especies silvestres.
Tras el descubrimiento de este fósil, los científicos creen que los predecesores de la margarita y el girasol podrían haber nacido en la Patagonia argentina, de igual manera se explica, que el hallazgo de esta gran flor es muy inusual porque la mayoría de los fósiles de plantas consisten simplemente en granos de polen.
Chile.
Se han encontrado una gran cantidad de fósiles en la Patagonia, en las islas Shetland del Sur y la cuenca de James Ross, fósiles que incluyen restos madera, polen, flores (sobre 40 especies) casi tridimensionales y las hojas del árbol del género Nothofagus (de la familia del roble, coihue y lenga) Un exitoso trabajo liderado por el Sr. Marcelo Leppe junto a un destacado equipo científico.
El paleobotánico Thiérs Wilberger, recordó el descubrimiento de una pequeña flor que podría tener 72 millones de años y podría corresponder a una solanácea. “Eso es algo bastante raro porque los pétalos de las flores son delicados y hallar una tan antigua y tan perfecta, es un regalo.
Debajo de la flor original, Wilberger halló una capa de muchas otras, “como si hubieran caído ayer del árbol”. “La flor es maravillosa, y la estamos describiendo, pero una de las evidencias clave en la teoría de los puentes de tierra firme entre Antártica y Sudamérica son las hojas de Nothofagus, que hemos hallado en ambos continentes”, interviene Marcelo Leppe.
El análisis paleobiológico de esta antigua planta revela que sus semillas son intolerantes al agua de mar y que el viento no las dispersa sobre largas distancias. En otras palabras, el Nothofagus necesita tierra firme para avanzar.
El trabajo forense ha revelado una sorpresa más: para finales del Cretácico, el bosque antártico y el del extremo de Sudamérica eran bastante parecidos al moderno bosque de Valdivia, en Chile, y aquellos propios del sur del Brasil. Además de los Nothofagus, el pasado y el presente tienen en común araucarias, podocarpáceas (familia de coníferas), proteáceas (familia de angiospermas), licopodiales (plantas vasculares) y equisetales (cola de caballo).
Hasta aquí vamos bien, pero ¿hubo plantas con flor en este norte?
Resulta muy probable, pero dejaremos esa tarea y ese escrito para una próxima ocasión.
Las Plantas (sin flor), sobre su aparición:
Especies
† Cooksonia pertoni W.H.Lang (1937)
† Cooksonia hemisphaerica W.H.Lang (1937)
† Cooksonia cambrensis D. Edwards (1979)
† Cooksonia bohemica Schweitzer (1980)
† Cooksonia paranensis Gerrienne et al. (2001)
† Cooksonia banksii Habgood et al. (2002)
Cooksonia sp.
La Cooksonia es un género de plantas extintas pertenecientes a la clase Rhyniopsida. Fue una de las primeras plantas terrestres que aparecieron a mediados del periodo silúrico abarcando desde los 428 millones de años (Wenlock tardío) hasta los 423 millones de años (Ludlow reciente) en yacimientos de todo el mundo. La primera Cooksonia fue descubierta y nombrada en 1937 por el paleobotánico William Henry Lang, de la Universidad de Mánchester, Inglaterra, quien nombró la especie en honor a su compañera de trabajo, la australiana Isabel Cookson. En la actualidad se conocen 7 especies asignadas al género y aunque aún no se tienen suficientes datos para afirmarlo, es posible que no todas estén relacionadas entre sí.
Para saber algo más:
- Identificada la que podría ser la primera y más antigua planta con flor.
- Euanthus panii, la flor de 160 millones de años.
- La primera planta con flor.
https://www.mncn.csic.es/es/comunicacion/blog/la-primera-planta-con-flor
- Descubren la flor más antigua conocida.
https://resonanciainformativa.com/descubren-la-flor-mas-antigua-conocida/
- Hallan en la Patagonia el fósil de margarita más antiguo del mundo.
https://www.bbc.com/mundo/ciencia_tecnologia/2010/09/100926_argentina_fosil_flor_patagonia_rg
- Fósiles de Chile y Antártica revelan los últimos 'minutos geológicos' de la era de los dinosaurios.
- Cooksonia.
http://www.lahistoriadelavida.com/fichas/historicas/cooksonia
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