Las Gonias Antofagastinas
"Es la presencia de las comunes la que no nos permite admirar a todo el resto de las especies presentes en este norte"
La gran
mayoría de los sapiens-sapiens sostiene que las moscas son una peste y más que
aprender sobre ellas (especialmente a diferenciarlas) solo se debe actuar,
preferentemente con insecticida en mano y tal vez, los detractores de estos
insectos (que son muchos), puedan tener algo de razón puesto que en la
naturaleza tenemos moscas para regalar, con una gran diversidad, aunque, en
este árido norte, la sola presencia de ciertas especies nos puede resultar
sorprendente, independiente que en otros espacios sean muy habituales y
numerosas.
Recuerden, en
nuestra naturaleza desértica, los máximos polinizadores de la flora (endémica y
nativa) son las moscas, especies totalmente diferentes a las que tenemos en
casa.
Las Gonias
Entre las
muchas familias de moscas, hay una que cuenta con el aprecio de los
agricultores, la familia Tachinidae (se lee taquinidae). Esto se debe a que las
especies que pertenecen a ella son todas parasitoides. Dicho más claramente,
sus larvas se alimentan de las larvas de otros insectos, por lo que cumplen la
función de controlar la población de éstos, evitando una sobrepoblación que
pudiera afectar los cultivos y/o cosechas.
Dentro de los
1500 géneros que forman esta familia, se encuentra el género Gonia, el que
agrupa a 86 especies, distribuidas por gran parte del mundo. De ellas, en
nuestro país sólo se encuentran presentes dos, Gonia lineata y Gonia pallens.
Las Gonia son
parasitoides de larvas de mariposas nocturnas, algunas de las cuales atacan los
cultivos. Entre ellas se encuentran las “polillas” de los géneros Agrotis,
Feltia y Spodoptera, que suelen alimentarse de los cultivos de alfalfa.
Su forma de
llegar a sus víctimas es muy curiosa: ponen sus minúsculos huevos sobre las
hojas de las plantas que sirven de alimento a las polillas, de manera que éstas
–sin darse cuenta- se los coman. Una vez dentro de la mosca, el huevo
eclosionará y la larva comenzará a alimentarse de su huésped. Obviamente, como
este sistema depende mucho de la suerte, las Gonia tienen que poner miles de
estos micro-huevos sobre las plantas, para que puedan asegurar una
descendencia. Pero ¿cómo saben en qué planta poner sus huevos? Bueno, ellas se
guían por el olor que emiten las hojas de la planta al ser comidas por las
larvas de la mariposa, y ponen sus huevos en las hojas cercanas.
La coloración
de estas moscas resulta llamativa, con una mezcla de colores rojizos y cremas,
que permite distinguirlas de otras moscas taquínidas. Como todas las moscas de
esta familia, presentan grandes y notorias setas (“pelos”) sobre el abdomen.
A las dos
especies que hay en Chile –y en nuestra Región- no es tan simple distinguirlas
la una de la otra, hay que poner mucha atención a los detalles, ya que son
bastante similares. Sólo mirándolas con aumento se puede advertir si la
vellosidad que tienen sobre el rostro es amarillenta (Gonia pallens) o negra
(Gonia lineata).
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