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martes, 23 de septiembre de 2025

LOS CARACOLES DEL DESIERTO

Los Caracoles Terrestres

En Antofagasta-Chile



 

Lo que te mostraremos y contaremos, muy pocos lo saben y muy pocos lo han visto y eso nos llena de alegría, el poder aportar conocimiento sobre la biodiversidad de la región de Antofagasta-Chile, la zona (no polar) más árida del planeta.

 

 

Los caracoles terrestres:

 

Muchas veces, en nuestros recorridos por la cordillera costera y muy especialmente en los oasis de niebla, nos encontramos con las conchas vacías de pequeños caracoles. Esto siempre nos sorprendió, ya que –como pasa con todos- solemos pensar que los caracoles necesitan de un entorno húmedo y abundante vegetación, para sobrevivir.

 

Al preguntar sobre el tema, algunos nos dijeron que estos caracoles ya no existían en estas regiones, y que las conchitas no eran sino vestigios de un remoto pasado. No lográbamos estar de acuerdo con eso, puesto que, si bien algunas estaban notoriamente viejas y quebradizas, había otras que se veían mucho más recientes e incluso conservaban sus trazos de diseño.

 

Dados a estudiar el asunto, descubrimos que efectivamente en el norte había caracoles, pero que estos vivían en aguadas y otras fuentes de agua. Son las especies del género Heleobia, de las que hay varias en nuestra región y hemos podido conocer algunas, como el Heleobia chimbaensis y el Heleobia loaensis. Sin embargo, estos caracoles no son ni cercanos en su aspecto y costumbres a aquellos que nos encontrábamos.

 

Así, llegamos a descubrir dos cosas: de qué caracoles se trataba, y que en los oasis de niebla existían caracoles que se enterraban en el suelo durante el día y salían en las noches a alimentarse de los líquenes que crecen sobre las rocas, los cactus y la vegetación del desierto, que son abundantes en algunas zonas.

 

Estos caracoles eran los que nunca veíamos vivos, y sólo encontrábamos sus conchitas vacías y blanqueadas por el sol.

 

Pertenecen al género Bostryx, y hay varias especies reconocidas por la ciencia (hasta donde sabemos 29) que se distribuyen a lo largo de la árida costa del norte del país, hasta Coquimbo, a alturas que oscilan entre los 0 y los 2500 m.snm. La mayoría de ellos tienen formas acordes a la idea que habitualmente tenemos de los caracoles, pero no pocos crecen en forma husiforme, como una espiral alargada.

 

Entre estos últimos podemos encontrar los Bostryx holostoma y Bostryx actifluus, de Cobija; Bostryx gayi, de Antofagasta y Bostryx anacoreta, Bostryx atacamensis y Bostryx leucostictus, que habitan en Paposo.

 

Los que nosotros hemos visto vivos en Paposo –en escasas oportunidades, a decir verdad- creemos que pertenecen a la especie Bostryx atacamensis, por la forma y diseño de su caparazón. Obviamente, podríamos estar equivocados, ya que nunca los hemos sacado de su lugar y sólo tenemos nuestras fotos como referencia para identificarlos.

 

Las costumbres de estas varias especies son las mismas, hasta donde sabemos: guarecerse durante el día bajo grandes piedras, para escapar del calor y los depredadores, y salir durante la noche para alimentarse de los líquenes, con la ayuda de la humedad de la camanchaca, que todo lo cubre.

 

¿Cuántos quedan, en realidad? Si juzgáramos por la frecuencia con que los hemos hallado, tendríamos que decir que muy muy pocos (sic). Lamentablemente.


Para saber un poco más:

 

https://caminantesdeldesierto.blogspot.com/p/los-caracoles-terrestres-de-antofagasta.html












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