Este norte - Antofagasta - no solo fue la tierra de
reconocidos bebedores de aguardiente en todas las mezclas posibles (Anisados, Enguindados,
etc.) o, de aquellos vinos nacionales que provocaban tiritones múltiples y más
de algún estertor al pasar por el guargüero. Eso de creernos la Francia de los
vinos es algo reciente.
Agua Mineral del Cerro Moreno
Mui Radio-Activa
Antofagasta también fue la tierra de la cerveza y de las
sodas, de las aguas minerales “Altamente Radioactivas” y de las sidras. Fuimos
una tierra que permitió el emprendimiento y muy especialmente de los extranjeros,
aunque su huella (la historia de aquellos pioneros) hubiese quedado
inexorablemente en el olvido.
Quién fue Italo Rodoni, Pedro Stancic o los Hermanos Granic (sabemos
de estos últimos que tenían la concesión de la prestigiosa marca “Coca-Cola”,
envasando dicha gaseosa en nuestra ciudad).
Coca Cola Antofagasta
Pero, si vamos muy atrás en la historia nos encontramos con los
hermanos Miguel Agazzi y Ambrosio Chiazzone con su reconocida cervecería (hacia
fines de la guerra del pacífico) o, la del polaco José Reminsky, con su
cervecería en calle Latorre, pero muy especialmente con Don Teófilo Reska quién
fundó la primera cervecería de Antofagasta hacia 1873. Dice Isaac Arce en sus
"Narraciones históricas de Antofagasta” que, tras el cierre de la fábrica
de Reska, no hubo en la ciudad ninguna otra productora cervecera hasta 1922,
cuando se inauguró la planta de la Fábrica de Cervezas "Antofagasta"
de la sociedad de hermanos de origen croata Iván, Pavao y Lujo Mitrovich
Puljezevic.
No queremos o pretendemos hacer un museo de algo que provocó
tantos estragos en nuestra región, el alcohol, en todas sus presentaciones,
pero – y en honor a la historia – pretendemos conocer y difundir algo más de la
vida de estos emprendedores que llegaron de muy lejano y formaron parte activa
en el nacimiento y desarrollo de esta tierra.
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