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viernes, 15 de marzo de 2024

MI HERMANA DE SANGRE

No se puede negar que los Tábanos son atrayentes, o llamativos, al menos. Pero tampoco se puede negar que son desagradables. Pero veamos qué nos dice sobre ellos don Rodrigo Castillo del Castillo y Castillo Tapia:

 


Los Tábanos

Los tabánidos, insectos dípteros pertenecientes a la familia Tabanidae, se encuentran en todo el mundo, a excepción de las zonas polares, y son muy conocidos para aquellos de nosotros que solemos recorrer zonas naturales, principalmente aquellas anexas a riberas y cursos de agua.

Abarcan la nadería de 4.500 especies alrededor del mundo, y de ellas unas 1000 pertenecen al género Tabanus. De este género tenemos en Chile varias especies, entre ellas Tabanus claripennis (Zona Central), Tabanus monotaxis (Antofagasta), Tabanus penai (Arica y Parinacota, Tarapacá), Tabanus xanthogaster (Arica y Parinacota, Tarapacá) y Tabanus xerodes (Arica y Parinacota). La información disponible no es muy actual, de modo que esto podría haber variado.

Estos insectos son conocidos por una desagradable característica suya: Muerden.

Muerden, y no suavemente, sino todo lo contrario. A diferencia de los pequeños y sutiles zancudos, que perforan nuestra piel lo más discretamente posible, con un fino estilete, para luego absorber una mínima cantidad de sangre, los tábanos penetran en la piel con cuatro afiladas cuchillas, haciendo una perforación por la que habrá de manar -cómo no- la sangre, que luego absorberán ellos con una esponjosa trompa.

Sin embargo, contrariamente a lo que podríamos suponer, no son todos los tábanos los que hacen esto. Por lo general, los tábanos adultos se alimentan de néctar y otras secreciones vegetales. Pero las hembras, que necesitan contar con proteínas para poder fabricar sus huevos, necesitan ingerir alimento adicional. Y ese alimento es la sangre de animales, y de algún caminante despistado que se acerque a las riberas.

Necesitan suelos húmedos para el desarrollo de sus huevos, larvas y pupas. Las larvas que nacerán de sus huevos son depredadoras de otros pequeños invertebrados, y crecen en hábitats semi-acuáticos, no significando problema para el ser humano en ese estado.

No se puede negar que es un insecto llamativo, sobre todo por sus ojos, cruzados por dos barras de color fluorescente, que cambian según el ángulo de refracción de la luz.



Pero tampoco se puede negar que es uno de los insectos más fastidiosos que se puede encontrar, y que las consecuencias de sus picaduras no son poca cosa. Por lo general las marcas y hematomas que dejan duran varios días, porque, si bien se mira, no pican, sino que muerden, causando más daño en la piel. Ahora bien. Sus piezas bucales fueron hechas para perforar la gruesa piel de grandes animales, resulta obvio que, en la nuestra, delgada y frágil, el daño será mayor.

Las hembras de tábano, por la dolorosa forma en que extraen la sangre, tienen dificultades para obtener la cantidad necesaria y suficiente antes de ser espantadas, y ésa es la razón por la que vuelven insistentemente tratando de morder nuevamente.

Se sabe que prefieren los animales grandes (el ganado introducido fue una bendición para ellos), pero en su ausencia acuden a lo que haya disponible, incluyendo aves y hasta lagartos. Incluso se les ha visto aprovechando a los animales recién muertos.

Algo que se debe tener en cuenta en los lugares donde hay tábanos, es la forma de vestirse. Se sabe que a los tábanos los atrae la piel oscura, por lo que vestir ropa negra o muy oscura es lo peor que se puede hacer. Se debe usar ropa clara y fresca, ya que un aumento del calor del cuerpo y el olor de la transpiración también los atraerán.

Una buena medida de prevención es vestir ropa con rayas. Ya sean rayas longitudinales o en cuadriculado, se ha demostrado que éstas no los alejan, pero sí les dificultan el posarse sobre el cuerpo, de manera que no podrán morder.

El tábano que se ve en las imágenes es un Tabanus monotaxis, especie propia de nuestra región e infaltable en las riberas del río Loa en los meses de verano.



Para saber más:

 

Tabanidae de Chile

http://revistas.umce.cl/index.php/actaent/article/view/2191/2203

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