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viernes, 30 de mayo de 2025

POR LA SIERRA RENCORET

Por la Sierra Rencoret


Nuestra propuesta, aquella que le hicimos a nuestros asociados, era simple. Solo había que ir a la localidad de Baquedano (comuna de Sierra Gorda) y adentrarse por los caminos vecinales (de los que hay decenas esparcidos por el territorio) en dirección al norte, en ruta a lo que se denomina Sierra Rencoret. En estos parajes, totalmente desolados y desconocidos para la gran mayoría de los connacionales, nos encontraríamos con la costa, una costa que existió hará millones de años atrás y cuyos vestigios -los seres que vivieron en dichos eones- están allí, bajo la arena y la chusca del desierto.

Algunos podrían pensar (y están en su derecho) que en estos casos vamos con palas y chuzos para tener acceso a esos vestigios, cual saqueadores, pero la realidad es que aquello no va con nuestra tarea, tan sólo nos basta con encontrar alguna antigua faena o prospección minera (en la zona) con la seguridad de que ellos –los mineros, antiguos o modernos- nos habrán hecho la tarea de excavar. Nosotros sólo vamos en modalidad de recorrer, observar, poner atención al entorno y encontrar lo que esté a la vista. 

Ahora, ¿Por qué tan importante dato histórico no es conocido del común de la gente y estos espacios no forman parte de los atractivos turísticos (lo que reportaría ganancia) o, más simplemente, por qué no forman parte de los circuitos educacionales?

Tenemos el convencimiento y nos parece indudable -por donde se mire- que todo lo que se ha establecido en esta región no se ha hecho para la gente, sino para la minería y nada ni nadie puede obstaculizar dichas faenas, menos aun ocupando sus caminos o adentrándose por sus espacios. Es de público conocimiento que nuestras ciudades no están preparadas para el turismo y que el conocimiento que se ha generado, sobre todos estos territorios, no ha sido para la comunidad, sino para las probables salvaguardas ante la eventualidad de que se deban intervenir (destruir) para seguir extrayendo.

Es decir, mientras menos se sepa de la existencia de dichos espacios, menos explicaciones. 



La Ruta:

El sol nos resulta inclemente al mediodía, y nos encontramos caminando por el extremo sur-oeste de la sierra, en un terreno que se hunde a nuestros pies. Es una profunda capa de algo que llamamos tierra, pero muy fina y las piedras y rocas sólo afloran en los antiguos caminos del agua. El terreno nos indica que - hará poco tiempo atrás - algo de lluvia cayó por el lugar, pero no hay rastro, vestigio o indicio de que haya brotado planta alguna, eso se puede advertir porque siempre quedan las varas resecas de las plantas, cuando las ha habido, y más aún por acá en medio de la sierra, entre los suaves lomajes, puesto que no corre viento. Es como un valle lunar o territorio marciano.

Nuestras huellas van quedando impresas en la chusca, hay antiguos pasos que se preservan y es evidente que dicha persona estuvo aquí cuando cayó agua, las pisadas así lo indican y estas pisadas cruzan de norte a sur, tal vez desde las mineras cercanas, en dirección a Baquedano. Una gran travesía.

Algunos de los movimientos de tierra (realizadas con maquinaria) nos devela lo que hay bajo este polvo fino y lo contenido por los aglomerados de sales, sílices y tierra. Nos encontramos con nuestros primeros fósiles que se encuentran enquistados en dichos aglomerados. Vemos algunas trincheras de prospección minera y en su parte inferior -al adentrarse en éstas- nos encontramos con horizontes blanquecinos que pareciesen ser de ceniza volcánica, algo que hemos visto por otros espacios de nuestra región.

Nos vamos moviendo por la zona inferior de la sierra en dirección a las máximas cumbres. Los caminos -los más antiguos y abandonados- fueron bastante deteriorados por el agua (increíble, llueve por acá). Las grietas que visitamos fueron arrasadas por el agua (literalmente), lo que dejó expuestas algunas piezas que nos resultaron conocidas, inclusive una que, a todas luces, es un hueso fosilizado y parte de una osamenta que nos parece reciente, por su estado, pero ¿de qué especie será? ¿la traerían? Eso lo dejaremos a los expertos, todo lo que vimos quedó allí, donde fue encontrado.

Volveremos por el lugar, eso es evidente, aunque este espacio no es para todos, es para quien guste del conocimiento y del pasado remoto del territorio, estos parajes serán de su completo agrado, pero al que sólo le agrada el caminar, el subir cerros y las vistas panorámicas, le aburrirá. Este recorrido es de mucho conocimiento y de aprendizaje.



Siendo las 14:00 horas volvemos a la ciudad de Antofagasta y todo lo que nos adentramos hubo que desandarlo con el correspondiente riesgo de quedar ahí, pero en esta ocasión contábamos con neumáticos nuevos (los cuatro) gentileza de nuestros socios y amigos y pudimos darnos el lujo de sentirnos poderosos e indestructibles.

Hagamos camino entonces.

 

Para los disidentes, aquellos que son dueños del territorio (de todos los territorios) y del conocimiento: Pueden hacer sus descargos por la ventanilla cinco. Hablen con la señorita Teresa, su primer nombre es Nomein. Gracias.

 

¿Qué dicen los expertos sobre este territorio (lo que nos motivó a la visita)?

Extracto:

 

Estratos de Rencoret (Tobar, 1966). 

 

Hettangiano - Pliensbachiano

En Ia Sierra Rencoret, ubicada al norte del pueblo de Baquedano, afloran rocas calcáreas, fosileras marinas, intercaladas con volcanitas Iávicas y piroclásticas.  Estas fueron reportadas por Tobar (1966) y con los nuevos antecedentes, se puede indicar su base transgresiva sobre un pórfido cuarcífero y Ia presencia de intercalaciones volcánicas en las secuencias marinas.

 

Base: Contacto transgresivo sobre un pórfido cuarcífero permo—triásico.

1 - 3 m de Litarenita y Litarrudita que constituyen eI conglomerado basaI transgresivo de esta unidad y al cual     se suceden 40-60 m de calizas pardo rojizas, lutitas grises, con intercalaciones de tobas cristal ofíticas, areniscas tobáceas y subordinadamente niveles centimétricos de Chert pardo- rojizo. La secuencia     continúa con 5O-60 m de calizas extra clásticas, fosilíferas, con abundantes fragmentos volcánicos andesíticos angulosos, y fragmentos angulosos de cuarzo y feldespatos.      Se intercalan 20 m de andesita porfírica, brechas tobáceas y tobas Iíticas (¿hialocIastitas?) con una matriz hematitizada.  En este último tramo se encontró una abundante asociación faunística compuesta por Ios siguientes ejemplares:

Rhynchonella sp.

Psiloceras (CaIoceras) sp.

Pentacrinus sp.

Schlotheimia sp.

Pectenidae indet.

Brachiopoda indet.

Psiloceratidae indet.

Esta asociación permite señalar una edad Hettangiano (Covacevich, 1986) para las rocas marinas y las intercalaciones volcánicas.

La secuencia continúa con 25-35 m de calizas cristalinas gris - amarillentas, fosilíferas, recristalizadas, con intercalaciones centimétricas de Chert, a las cuales Ia suceden 30 m de tobas y andesitas porfíricas grises.  En los estratos calcáreos se recolectó Ia siguiente fauna:

Arietitidae indet.

Pholadomya sp.

Coroniceras sp. (Paracoroniceras sp.)

Serpulas sp.

Arnioceras sp.

Phylloceras sp.

Astarte (?) sp.

Lo cual señala una edad Sínemuriano (Covacevich,1986) para las sedimentitas y las voIcanitas.

En los afloramientos que se ubican al oriente, calizas con fauna deI Sínemuriano sobre yacen a tobas silícicas fIuidaIes.

 

La secuencia de Los Estratos de Rencoret, culmina con calizas con un alto contenido de elementos volcánicos piroclásticos, intercaladas con areniscas epiclásticas y tobas dacíticas, las cuales son cubiertas por andesitas. En estos niveles Tobar (1966) comunicó le presencia de Arceticeras y Arnioceras que indican el piso Pliensbachiano.

 

El Hettangiense o Hettangiano es el primer piso y edad del Jurásico Inferior/Temprano, y por tanto del Jurásico, en la escala temporal geológica. Sucede al Rhaetiense y precede al Sinemuriense. Se inició hace unos 201,4 millones de años y terminó hace unos 199,3 millones de años.

 

El Sinemuriense o Sínemuriano es el segundo piso y edad del Jurásico Inferior/Temprano en la escala temporal geológica. Sucede al Hettangiense y precede al Pliensbachiense. Se inició hace unos 199,3 millones de años y terminó hace unos 192,9 millones de años.

 

El Pliensbachiense o Pliensbachiano es el tercer piso y edad del Jurásico Inferior/Temprano en la escala temporal geológica. Sucede al Sinemuriense y precede al Toarciense. Se inició hace unos 192,9 millones de años y terminó hace unos 184,2 millones de años.











Imagen de Internet


Para ver el estudio completo:

La Formación La Negra: Nuevos Antecedentes Estratigráficos en la Cordillera de la Costa de Antofagasta.

Nelson Muñoz, Raúl Venegas, Carlos Téllez.

12 de agosto 1988.

https://repositorio.sernageomin.cl/items/c1420364-bb42-4136-aad2-505ead8666c5

 

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