Por la Sierra Rencoret
Nuestra
propuesta, aquella que le hicimos a nuestros asociados, era simple. Solo había
que ir a la localidad de Baquedano (comuna de Sierra Gorda) y adentrarse por los
caminos vecinales (de los que hay decenas esparcidos por el territorio) en
dirección al norte, en ruta a lo que se denomina Sierra Rencoret. En estos
parajes, totalmente desolados y desconocidos para la gran mayoría de los
connacionales, nos encontraríamos con la costa, una costa que existió hará
millones de años atrás y cuyos vestigios -los seres que vivieron en dichos
eones- están allí, bajo la arena y la chusca del desierto.
Algunos
podrían pensar (y están en su derecho) que en estos casos vamos con palas y
chuzos para tener acceso a esos vestigios, cual saqueadores, pero la realidad
es que aquello no va con nuestra tarea, tan sólo nos basta con encontrar alguna
antigua faena o prospección minera (en la zona) con la seguridad de que ellos –los
mineros, antiguos o modernos- nos habrán hecho la tarea de excavar. Nosotros sólo
vamos en modalidad de recorrer, observar, poner atención al entorno y encontrar
lo que esté a la vista.
Ahora, ¿Por
qué tan importante dato histórico no es conocido del común de la gente y estos
espacios no forman parte de los atractivos turísticos (lo que reportaría
ganancia) o, más simplemente, por qué no forman parte de los circuitos
educacionales?
Tenemos el
convencimiento y nos parece indudable -por donde se mire- que todo lo que se ha
establecido en esta región no se ha hecho para la gente, sino para la minería y
nada ni nadie puede obstaculizar dichas faenas, menos aun ocupando sus caminos o
adentrándose por sus espacios. Es de público conocimiento que nuestras ciudades
no están preparadas para el turismo y que el conocimiento que se ha generado, sobre
todos estos territorios, no ha sido para la comunidad, sino para las probables
salvaguardas ante la eventualidad de que se deban intervenir (destruir) para
seguir extrayendo.
Es decir,
mientras menos se sepa de la existencia de dichos espacios, menos explicaciones.
La Ruta:
El sol nos
resulta inclemente al mediodía, y nos encontramos caminando por el extremo
sur-oeste de la sierra, en un terreno que se hunde a nuestros pies. Es una
profunda capa de algo que llamamos tierra, pero muy fina y las piedras y rocas
sólo afloran en los antiguos caminos del agua. El terreno nos indica que - hará
poco tiempo atrás - algo de lluvia cayó por el lugar, pero no hay rastro,
vestigio o indicio de que haya brotado planta alguna, eso se puede advertir
porque siempre quedan las varas resecas de las plantas, cuando las ha habido, y
más aún por acá en medio de la sierra, entre los suaves lomajes, puesto que no
corre viento. Es como un valle lunar o territorio marciano.
Nuestras
huellas van quedando impresas en la chusca, hay antiguos pasos que se preservan
y es evidente que dicha persona estuvo aquí cuando cayó agua, las pisadas así
lo indican y estas pisadas cruzan de norte a sur, tal vez desde las mineras cercanas,
en dirección a Baquedano. Una gran travesía.
Algunos de
los movimientos de tierra (realizadas con maquinaria) nos devela lo que hay
bajo este polvo fino y lo contenido por los aglomerados de sales, sílices y
tierra. Nos encontramos con nuestros primeros fósiles que se encuentran
enquistados en dichos aglomerados. Vemos algunas trincheras de prospección minera
y en su parte inferior -al adentrarse en éstas- nos encontramos con horizontes
blanquecinos que pareciesen ser de ceniza volcánica, algo que hemos visto por
otros espacios de nuestra región.
Nos vamos
moviendo por la zona inferior de la sierra en dirección a las máximas cumbres.
Los caminos -los más antiguos y abandonados- fueron bastante deteriorados por
el agua (increíble, llueve por acá). Las grietas que visitamos fueron arrasadas
por el agua (literalmente), lo que dejó expuestas algunas piezas que nos
resultaron conocidas, inclusive una que, a todas luces, es un hueso fosilizado
y parte de una osamenta que nos parece reciente, por su estado, pero ¿de qué
especie será? ¿la traerían? Eso lo dejaremos a los expertos, todo lo que vimos
quedó allí, donde fue encontrado.
Volveremos
por el lugar, eso es evidente, aunque este espacio no es para todos, es para quien
guste del conocimiento y del pasado remoto del territorio, estos parajes serán
de su completo agrado, pero al que sólo le agrada el caminar, el subir cerros y
las vistas panorámicas, le aburrirá. Este recorrido es de mucho conocimiento y
de aprendizaje.
Siendo las 14:00
horas volvemos a la ciudad de Antofagasta y todo lo que nos adentramos hubo que
desandarlo con el correspondiente riesgo de quedar ahí, pero en esta ocasión
contábamos con neumáticos nuevos (los cuatro) gentileza de nuestros socios y
amigos y pudimos darnos el lujo de sentirnos poderosos e indestructibles.
Hagamos
camino entonces.
Para los
disidentes, aquellos que son dueños del territorio (de todos los territorios) y
del conocimiento: Pueden hacer sus descargos por la ventanilla cinco. Hablen
con la señorita Teresa, su primer nombre es Nomein. Gracias.
¿Qué dicen
los expertos sobre este territorio (lo que nos motivó a la visita)?
Extracto:
Estratos de
Rencoret (Tobar, 1966).
Hettangiano -
Pliensbachiano
En Ia Sierra
Rencoret, ubicada al norte del pueblo de Baquedano, afloran rocas calcáreas,
fosileras marinas, intercaladas con volcanitas Iávicas y piroclásticas. Estas fueron reportadas por Tobar (1966) y
con los nuevos antecedentes, se puede indicar su base transgresiva sobre un
pórfido cuarcífero y Ia presencia de intercalaciones volcánicas en las
secuencias marinas.
Base:
Contacto transgresivo sobre un pórfido cuarcífero permo—triásico.
1 - 3 m de Litarenita y Litarrudita que constituyen
eI conglomerado basaI transgresivo de esta unidad y al cual se suceden 40-60 m de calizas pardo
rojizas, lutitas grises, con intercalaciones de tobas cristal ofíticas,
areniscas tobáceas y subordinadamente niveles centimétricos de Chert pardo-
rojizo. La secuencia continúa con
5O-60 m de calizas extra clásticas, fosilíferas, con abundantes fragmentos
volcánicos andesíticos angulosos, y fragmentos angulosos de cuarzo y
feldespatos. Se intercalan 20 m de
andesita porfírica, brechas tobáceas y tobas Iíticas (¿hialocIastitas?) con una
matriz hematitizada. En este último
tramo se encontró una abundante asociación faunística compuesta por Ios
siguientes ejemplares:
Rhynchonella
sp.
Psiloceras
(CaIoceras) sp.
Pentacrinus
sp.
Schlotheimia
sp.
Pectenidae
indet.
Brachiopoda
indet.
Psiloceratidae
indet.
Esta
asociación permite señalar una edad
Hettangiano (Covacevich, 1986) para las rocas marinas y las intercalaciones
volcánicas.
La secuencia
continúa con 25-35 m de calizas cristalinas gris - amarillentas, fosilíferas,
recristalizadas, con intercalaciones centimétricas de Chert, a las cuales Ia
suceden 30 m de tobas y andesitas porfíricas grises. En los estratos calcáreos se recolectó Ia
siguiente fauna:
Arietitidae
indet.
Pholadomya
sp.
Coroniceras
sp. (Paracoroniceras sp.)
Serpulas sp.
Arnioceras
sp.
Phylloceras
sp.
Astarte (?)
sp.
Lo cual
señala una edad Sínemuriano (Covacevich,1986) para las sedimentitas y las
voIcanitas.
En los
afloramientos que se ubican al oriente, calizas con fauna deI Sínemuriano sobre
yacen a tobas silícicas fIuidaIes.
La secuencia
de Los Estratos de Rencoret, culmina con calizas con un alto contenido de
elementos volcánicos piroclásticos, intercaladas con areniscas epiclásticas y
tobas dacíticas, las cuales son cubiertas por andesitas. En estos niveles Tobar
(1966) comunicó le presencia de Arceticeras y Arnioceras que indican el piso
Pliensbachiano.
El
Hettangiense o Hettangiano es el primer piso y edad del Jurásico
Inferior/Temprano, y por tanto del Jurásico, en la escala temporal geológica.
Sucede al Rhaetiense y precede al Sinemuriense. Se inició hace unos 201,4
millones de años y terminó hace unos 199,3 millones de años.
El
Sinemuriense o Sínemuriano es el segundo piso y edad del Jurásico
Inferior/Temprano en la escala temporal geológica. Sucede al Hettangiense y
precede al Pliensbachiense. Se inició hace unos 199,3 millones de años y
terminó hace unos 192,9 millones de años.
El
Pliensbachiense o Pliensbachiano es el tercer piso y edad del Jurásico
Inferior/Temprano en la escala temporal geológica. Sucede al Sinemuriense y
precede al Toarciense. Se inició hace unos 192,9 millones de años y terminó
hace unos 184,2 millones de años.
Para ver el
estudio completo:
La Formación
La Negra: Nuevos Antecedentes Estratigráficos en la Cordillera de la Costa de
Antofagasta.
Nelson Muñoz,
Raúl Venegas, Carlos Téllez.
12 de agosto
1988.
https://repositorio.sernageomin.cl/items/c1420364-bb42-4136-aad2-505ead8666c5
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