¿Caballitos del Diablo o Matapiojos?
Niño, de noche no se juega ni se barre, porque viene el
malulo; porque la noche es del malulo y si anda un bicho por ahí, es porque él
lo envía.
¿Y durante el día?
Durante el día, él también tiene alimañas que te observan por
su cuenta.
Rhionaeschana
tinti
Así es. Cuando se es pequeño, niño, chaval o chamaco, se
tiende a creer a pie juntillas lo que dicen los adultos —por lo menos en mi
tiempo era así— y cuando asomaban algunos bichos, especialmente las arañas,
ellas y ellos, los bichos, eran sindicados como los mensajeros del malulo.
En esta categoría quedaban las arañas y las polillas, pero en
dicho listado no me calzaban las libélulas. Eran (y son) tan gráciles y
coloridas, tan inofensivas y tranquilas en su deambular por los jardines, y sin
embargo eran y son conocidas como los caballitos del diablo y con tan sólo eso
ya provocaban cierta aversión.
El tiempo todo lo
cambia y nos va enseñando; especialmente va derribando los mitos generados por
los antiguos, sobre todo en los tiempos actuales, en donde la información está
tan a mano; pero en los nuestros, sólo los adultos eran dueños de la
información, algo así como el actual internet, aunque dicha información
estuviese tan llena de mitos y prejuicios.
¿Caballitos o Matapiojos?
Nos dice el señor bichólogo, don Rodrigo Castillo del
Castillo y Castillo Tapia:
Hay algunos insectos que suelen generarnos más de alguna
confusión, y estos son los Odonatos (pertenecientes al Orden Odonata), que se
dividen en Anisópteros y Zygópteros, a los que conocemos comúnmente como
Libélulas y Caballitos del Diablo. Mas no siempre tenemos claro cuál es cuál, y
hay quienes confunden a unos con los otros, o les llaman libélulas a todos, lo
que no es correcto, ya que se trata de especies diferentes. Sería el
equivalente de decirle perro a un gato o viceversa. Tienen semejanzas
morfológicas, es cierto, pero cuando se examinan de cerca no son sino
remotamente parecidos.
Los odonatos reciben su nombre científico de la palabra
griega “dontos”, diente, en referencia a las poderosas mandíbulas que tienen,
que les permiten cazar insectos tan grandes como otras libélulas. Porque sí,
son insectos cazadores. El nombre común libélula, por otra parte, les viene del
latín, diminutivo de libra, que significa balanza y hace referencia a su vuelo
equilibrado.
Los zygopteros reciben su nombre científico de la unión de
las palabras griegas zygon (yugo) y pteron (ala), con el significado de “alas
unidas”, en referencia a la forma en que éstas nacen del cuerpo.
Respecto a su nombre común, la historia es más compleja. En
algunas partes se toma del inglés (damselfly) el nombre de damiselas o
señoritas, pero en la mayor parte de países hispanos se les llama caballitos
del diablo. Esto hace referencia a una antigua leyenda de Cantabria (España),
que dice que en la Noche de San Juan, al encenderse las grandes fogatas de esa
fiesta, se pueden ver volando alrededor siete grandes animales con apariencia
de zygópteros, los caballitos del diablo. De allí se habría extendido el nombre
por toda España y posteriormente al mundo hispano. Hay quien dice que el nombre
les viene por los llamativos colores de las alas de algunas de sus especies,
pero ¿qué tendría que ver el color con el diablo? Hay otros insectos mucho más
coloridos que ellos.
Pero bueno, que nos alargamos mucho y no hemos ido a lo que
vinimos: ¿cómo diferenciarlos? Cuando se sabe cuáles son sus diferencias, se
hace muy simple distinguir unos de otros.
En primer lugar, las libélulas son más grandes y corpulentas;
su cuerpo es grueso y no siempre es cilíndrico. Los caballitos del diablo son
más pequeños y de cuerpo fino, siempre cilíndrico, como un palillo.
Las alas, quizá una de las características más notorias, se
mantienen siempre en la misma posición en las libélulas (como formando una
letra T), en tanto los caballitos del diablo las pliegan sobre su cuerpo o las
levantan cuando se posan; las libélulas lo más que pueden hacer es inclinarlas
hacia abajo, no tienen otro movimiento.
Otra característica notoria son sus ojos, muy grandes y
generalmente unidos en la parte superior de la cabeza en las libélulas,
pequeños y ubicados en cada extremo de la cabeza en los caballitos del diablo.
Hay algunas libélulas que tienen ojos algo separados, pero la forma de la
cabeza no será nunca alargada, por lo que mantienen la misma apariencia.
Fijándose en estas características, les será fácil de ahora
en adelante reconocer qué son, cuando los vean. Les adjuntamos una lámina
resumen, que muestra lo principal, y las restantes imágenes les dejarán todo
aún más claro. Si alguien se anima, ponga en cada foto lo que es.
Rhionaeschana tinti
Neogomphus molestus
Ischnura sp.
Rhionaeschna tinti. Hembra.
Oxyagrum sp.
Sympetrum gilvum. Hembra.
Ischnura ramburi
Erythrodiplax
Coenagrionidae
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