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miércoles, 7 de junio de 2017

QUEBRADA PAJARITOS. UN OASIS OCULTO


QUEBRADA PAJARITOS. UN OASIS OCULTO

     Por el extremo norte de Antofagasta, donde termina la ciudad y comienza el despoblado. Podemos encontrarnos con una maravilla de la naturaleza. El Oasis de Niebla La Chimba. Un espacio que aún mantiene sectores inalterados por las dificultades de su acceso y lo pronunciado de sus pendientes. Antaño -Según comentarios- era el hogar permanente de muchas especies de aves, hoy solo es un relicto sediento en espera de la Camanchaca y de las lluvias ocasionales. Aunque este 2017 sería el tercer año consecutivo en donde nuestra región presenta lluvias copiosas que nos augura una primavera florida, espectáculo único del desierto de Atacama y en donde los antofagastinos son los invitados de honor.


     Este tipo de espacio es propio de la Cordillera de la Costa del norte de Chile y se caracteriza por la influencia litoral de las neblinas (Quintanilla, 1988) o “camanchacas” que tienen su origen en la formación de nubes del tipo estratocúmulos hacia el interior de océano Pacífico (Osses et al., 1998). Estas nieblas son permanentes pero variables tanto latitudinal como estacionalmente (Cereceda, 1989, Cereceda et al., 1997, Egaña et al., 2004) debido a condiciones locales de relieve y altitud y a la presencia ocasional del fenómeno del ENOS (El Niño-Oscilación del Sur) (Larraín et al, 2002). Este desierto de nieblas presenta pequeñas variaciones en las temperaturas diarias y anuales, gran cantidad de humedad en el aire y escasez extrema de precipitaciones (Weischet, 1975).

La Camanchaca

     El comportamiento de la masa de estratocúmulos costeros está determinado por el relieve, la altitud, presencia de valles, cuencas interiores y la dirección de los vientos dominantes que actúan en función de la circulación general de la atmósfera (Cereceda et al, 1999), siendo la dirección de los vientos predominantes Sur, Oeste y Suroeste. (Cereceda et al., 1992; Cereceda et al., 2004; Egaña et al., 2004; Espejo, 1992, Larraín et al., 2002).  Las nieblas formadas en esta zona pueden ser de tipo advectivo y orográfico (Cereceda et al, 2004), y su presencia en el farellón costero tiene rangos altitudinales variables entre los 400 y 1.100 m, penetrando hacia el continente a través de las partes más bajas de la Cordillera de la Costa, persistiendo hasta que la temperatura superficial logra evaporarlas (Cereceda et al, 2002).  Cuando la neblina penetra a través de estas zonas bajas tiene un impacto biológico mínimo.  Sin embargo, cuando el relieve del sector presenta pendientes altas o escarpadas la neblina se enfrenta a los acantilados y se concentra, haciendo posible el desarrollo de un tipo de vegetación conocido como “oasis de nieblas” en Chile ó “lomas” en Perú (Dillon, 1989; Rundel, 1978). Se debe considerar que las neblinas raramente dan lugar a precipitación mensurable (Alpers y Brimhall, 1988) y que los montos de precipitación para la zona del Norte Grande de Chile son muy bajos pero esenciales para el establecimiento y desarrollo de algunas especies dentro de estos sistemas, ya que su mantención, se debe principalmente a las neblinas costeras (Cereceda et al, 2002).  Estos oasis de nieblas se encuentran a lo largo de la zona del desierto costero desde los 5°S en el Norte de Perú hasta los 30°S en el Norte de Chile (Dillon, 2005; Pefaur, 1982; Rundel et al., 1991).


     La vegetación de la Cordillera de la Costa que se encuentra asociada a los fenómenos de niebla se establece en el farellón costero en las primeras serranías de la cordillera y en los corredores de penetración de niebla hacia el interior, incluso hasta más de allá de 10 km del borde costero (Cereceda et al, 2004; Rundel et al. 1991; SINMNH, 2007) en sectores alejados de los escurrimientos intermitentes propios del desierto. Estas formaciones se presentan como fragmentos de vegetación a lo largo de la zona costera, a modo de islas en el desierto sobre la cordillera de la Costa, caracterizadas por una alta diversidad, grado de endemismo y distribuciones geográficas restringidas (Dillon, 2005; Thompson et al., 2003; ABIS, 2005; Rundel et al., 1991; Cavieres et al., 2002).  Dada la escasa precipitación existente, el fenómeno del Niño cobra especial relevancia, ya que cuando cae suficiente precipitación, muchas especies herbáceas y efímeras que dependen de estos eventos ocasionales y que aparentemente no se encuentran presentes, pueden germinar, desarrollarse y fructificar después de un largo período seco (Cereceda et al., 2000; Rundel et al., 1991), además de los efectos que éste fenómeno provoca sobre el reclutamiento de cactáceas y la floración de especies perennes (Holmgren et al., 2001). Las especies que componen la flora del litoral norte son reemplazadas hacia el sur gradualmente en la medida que mejoran las condiciones de disponibilidad hídrica (Gajardo, 1994).  Según Rundel (1978), esta vegetación de oasis presenta en la región de Antofagasta cubrimientos del orden de 60% en las zonas de máxima influencia de nieblas, donde se establecen principalmente asociaciones de especies leñosas y suculentas (cactáceas) de gran envergadura, modificándose la estructura comunitaria en función de la altitud.
 

     Como corolario. La cumbre se encuentra cercana a los 900 m.s.n.m. Luego de los muros -Segunda parte de la subida- vienen senderos de borde y la bajada se realiza por fondo de quebrada con acceso directo a la Quebrada La Chimba. Toda una aventura, en un hermoso lugar perteneciente a la Comuna de Antofagasta-Chile. 

Cubiertos por la Camanchaca

Bajando por senderos de fondo de quebrada

Un alto para la selfie de rigor.

martes, 30 de mayo de 2017

¿CONOCES A DON HUMBERTO MELLA AHUMADA?


Don Humberto Mella Ahumada



     Caleta constitución podría ser considerada como un minúsculo grano de arena en la inmensidad de estos inhóspitos parajes nortinos. Rodeada de sitios arqueológicos, cercana a un Parque Nacional "Morro Moreno" y en vecindad a una franja de tierra reseca y anclada perpetuamente frente al continente -La isla santa María. Allí, inexplicablemente. Entre tanta soledad se ubica este villorrio de la pesca artesanal que llevó por nombre el de Caleta Modelo, pero el tiempo y el olvido se han llevado su acta de bautizo y hoy solo se le conoce como Caleta Constitución.

   Es aquí en donde nos encontramos con Don Humberto Mella Ahumada. No sabríamos como definirlo en orden de importancia o basado en sus gustos, Algunos dicen que es el poeta del mar, otros aseguran que es novelista y los más lo reconocen como un activo dirigente, aunque él se define como pescador artesanal. Tantas vetas, tanto conocimiento forjado y adquirido por el golpear de las olas, que merece nuestro pequeño reconocimiento.

     Un fruto del mar antofagastino que nos llena de orgullo y que pasamos a presentar a ustedes.

Algunas de las frases que acompañan a Don Humberto:

“El mar para nosotros es una filosofía de vida más que un negocio, nosotros - los pescadores artesanales - somos un pueblo que va más allá de las fronteras, del idioma y de las razas. Un pueblo que tiene una relación cultural muy grande con los recursos que el mar tiene disponible para la sostenibilidad de nuestras comunidades”

“Un pueblo que siempre se sintió dueño del mar y que hoy tiene que luchar por conservar un espacio por los recursos y el mercado”

“Ser pescador artesanal es ser un hombre nacido en el mar, querer al mar como un hermano, un padre, una madre, estar relacionado todos los días con él y vivir cerca porque vivir lejos significa morirse, eso es ser pescador”

“Poseemos una extensa costa y vivimos inexplicablemente de espaldas al mar”

Pero si hurgamos en la historia escrita, nos encontraremos con múltiples publicaciones que hacen mención a este personaje que tal vez reciba más elogios por otros mares que en los propios.



Escrito aparecido en el Diario La Época de 1995

Humberto Mella Ahumada

Pescador y poeta de alta mar


     Su poesía surge de olas encrestadas, náufragas o simplemente suaves al seducir a arena. Humberto Mella está ligado al mar desde 1959, año que en una caleta de Los Vilos se aventura como pescador artesanal. Una época que cimentó las bases de lo que es hoy: secretario ejecutivo de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile, buzo, pescador y poeta. Hombre de ideas claras, en 1994 a los 48 años, se arriesgó en una nueva pesca: escribir. Desde ese entonces no ha descansado, compartiendo su tiempo con su trabajo de dirigente laboral y formador de lo que él llama una “dinastía” de pescadores en Antofagasta, ciudad donde vive junto a una familia de seis hijos y nueve nietos. Le preocupa el Nafta, la depredación y la miseria percibida en el litoral, vibra cuando habla de la cultura de los pescadores artesanales y la visión del mundo que almacenan entre redes y botes. Orgulloso, habla de cambios tecnológicos y de áreas de manejo, así como la necesidad de que los que escogen el mar como tierra de vida y cosecha, sean escuchados y valorados. Y recuerda sus primeros tiempos en la pesca. -Eran otros tiempos, había una riqueza enorme y una ética mayor. Éramos menos. Después, por la situación difícil del país, mucha gente se fue al mar a buscar su modo de subsistir-, comenta este hombre de curtidos años que cree que ser pescador implica tener una filosofía de vida “donde lo más importante es esa libertad que se tiene frente a la vida, al mar”. Uno es parte del mar. No soy hijo de una dinastía de pescadores, pero de mí nace una nueva dinastía-, dice. Se siente realizado y al escribir pareciera que sus sentidos emergieran y sumergieran más allá de la contemplación inferida al referirse al mar. Pese a los problemas, cuenta que ‘los pescadores somos gente alegre” y en busca de entrar al “mundo de la cultura” en igualdad de condiciones. De ahí su queja: -No es tan así que Chile ha asumido la cultura del mar. Chile es un país que vive de espaldas al mar. Entonces, nos encerramos en nuestro propio mundo. Fuimos un sector muy marginado no sólo del punto de vista económico, sino social y cultural... cultura propia “Desde el mar/ miro mi caleta/ es mi vida, es pan/ rocas, playas, aguas quietas/ Juguetear de gaviotas/griteríos y venta/ de ilusiones marchitas/ o alegrías inmensas...”. Así comienza su primer poema, titulado Desde el mar. Fue en 1991 cuando decidió proyectar su vida hacia otras fronteras y en seis meses publicó Sueño entre espumas, su primer libro que ya ha sido traducido en Estados Unidos y Europa Hace un par de días levó anclas su segundo recuento de poemas: Vientos de marea. Ambos, publicados por Ediciones Revista La Caleta de Valparaíso. -Al margen de la calidad de los libros, con ellos se ha abierto un espacio y hoy podemos decir que los pescadores nos estamos atreviendo a hacer otras cosas y tenemos bastante gente poeta, que canta- Tenemos una cultura propia y ahora el desafío es rescatarla y mostrarla-, cuenta quien cree que el pescador de Punta Arenas es “igual al pescador de Arica, igual al pescador de Latinoamérica y de otras partes del mundo”. Y lo dice con la misma pasión con que habla de derechos de los pescadores artesanales y su búsqueda de poemas litorales para una antología que piensa publicar y los concursos de pintura en conexión con la costa de Japón. Uno de sus sueños: realizar un certamen nacional de poesía y cuentos entre todos los hombres de redes y noches en el mar.


viernes, 26 de mayo de 2017

ÁGUILA MORA. UNA RAPAZ SORPRENDENTE EN LA COSTA ANTOFAGASTINA



Águila Mora. (juvenil) También es llamada Águila Chilena


     Esta hermosa ave rapaz en estadío juvenil, la pudimos observar durante un fin de semana en los cerros de la Cordillera costera de Antofagasta-Chile. Específicamente en el Oasis de niebla La Chimba. Quedamos impresionados por su majestuosidad y su porte. De igual manera pudimos notar que estaba al acecho de un nido de Cernícalos, los cuales reaccionaron violentamente atacando en vuelo a esta ave apenas se aproximó a la zona de crías. Una gran experiencia.

Águila Mora

     Que nos dice el entendido sobre esta rapaz. Es una especie de ave Accipitriforme de la familia Accipitridae, la única del género Geranoaetus. Es una hermosa rapaz Sudamericana que habita la alta Cordillera de los Andes desde Venezuela a Tierra del fuego. También ocupa áreas de Paraguay, Brasil y Uruguay. Se trata de un ave de presa.

Etimología:

     Geranoaetus es un término latinizado del griego antiguo, de geranos, grulla, + aetos, "águila". Lo de "grulla" refiere a sus alas grisáceas y su fuerte craquear; melanoleucus, del griego antiguo melanos, "negro" + leukos, "blanco", por los colores contrastantes cuando se lo ve de abajo.)
Seudónimos.

     Al Águila Mora también se le llama “Águila”, y “Águila Pechinegra”. En inglés se le conoce por “Black-Chested Buzzard-Eagle”, “Gray Eagle-Buzzard” y “Great-chested Buzzard Eagle”. Sinonimia Buteo melanoleucus.

Características:

     El águila Geranoaetus melanoleucus es una rapaz de mediano tamaño y de amplia distribución en Sudamérica. Se encuentra desde Colombia hasta Tierra del Fuego, a ambos lados de la cordillera de Los Andes, extendiéndose por el este desde el sur de Brasil hasta el Sur de Argentina. (Goodall et al. 1951, Brown & Amadon 1968, Meyer de Schauensee 1982, Belton 1984, Olrog 1984, Vuilleumier 1985).

    El águila mora macho mide cerca de 60 cms., de cabeza, pecho y espalda gris plomizo, ventral blanquecino barrado de oscuro con punta negra. Garganta blanca, alas grises barradas de oscuro, pico gris, patas amarillas, cola pardo oscura con banda blanca. Las hembras son de mayor porte que los machos miden cerca de 70 cm. y hasta 2 mts. entre las puntas de sus alas abiertas.

     Resulta fácil de identificar por el contraste negro y blanco, y por su característico vuelo, de aleteo corto y con la cola muy erguida.

     En vuelo tiene silueta triangular, tiene alas anchas y cola corta. Es de porte impresionante, mide hasta 70 centímetros de alto y su envergadura alar puede llegar a los dos metros. La hembra tiene mayor tamaño que el macho, como es común en muchas aves rapaces. Buen planeador, a veces vuela en círculo utilizando las corrientes ascendentes de aire caliente.

     Las águilas se distinguen por tener una cabeza bastante ancha, con un saliente que se proyecta por encima de los ojos, un pico ganchudo corto y fuerte, patas robustas y garras potentes y aguzadas. ¡Quien las ve volar no puede quedar menos que asombrado!

Hábitat y comportamiento:

     Habita en los bosques, áreas abiertas, laderas de cerros y serranías, en las zonas donde predomina la hierba o la vegetación no muy alta. Gusta de planear, fácilmente reconocible por su silueta triangular en vuelo por sus largas alas y cola corta. Se le documenta hasta los 4500 metros de elevación.

Alimentación:

     La alimentación consiste de pequeños mamíferos (conejos, ratas y otros) y aves medianas. También come algunos reptiles, invertebrados y carroña. Normalmente se come su presa en el suelo, rara vez en los árboles.

Estado de Conservación:


     Actualmente está siendo evaluado por la UICN Definition for UICNUICN: (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza: http://www.iucn.org) Organización medioambiental global cuya misión es influenciar, alentar y ayudar a las sociedades de todo el mundo a conservar la integridad y diversidad de la naturaleza y asegurar que todo uso de los recursos naturales sea equitativo y ecológicamente sostenible.

jueves, 25 de mayo de 2017

LA RUTA DE CALETA EL COBRE. ANTOFAGASTA-CHILE.



CONOCIENDO CALETA EL COBRE. EN ANTOFAGASTA-CHILE


Vista del Mirador de Caleta el Cobre

Partiendo muy temprano en la mañana de un domingo cualquiera. Saliendo por Quebrada Carrizo, tomando por la panamericana y sorteando con mucha precaución los vehículos de alto tonelaje que a esa hora apuran la marcha peligrosamente para llegar a destino. Enfilamos nuestros pasos al sector sur de nuestra región. Nos dirigimos a un territorio desconocido para la mayoría de los Caminantes del Desierto. Nos referimos a Caleta el cobre. Punto geográfico distante a 101 kms. de nuestra capital regional.

Para conocer la Ruta de Caleta el Cobre

Desde sus inicios históricos este espacio fue considerado tierra de minerales y de oportunidades, en donde el acceso solo era posible por mar o en animales, con la modernidad se pudo ingresar en vehículos con tracción. Más que un tema del estado del camino, los peligros iban por lo estrecho de la ruta, las curvas cerradas, los abismos y los desprendimientos de rocas. En resumen. Era un verdadero peligro.

Nos habíamos enterado que el 30 de noviembre del 2016 inauguraron la ruta de acceso con mirador incluido. Un mirador que permite observar este lugar en toda su extensión y por sobre las nubes de la camanchaca, La vista impresionante y majestuosa, Nos dijeron que también se utiliza para observar las estrellas. Ha de ser por lo nítido y limpio de su cielo. Eso sí, en horas tempraneras, hasta muy cercano al mediodía -Dependiendo de las estaciones- El viento arrecia con fuerza y la sensación térmica es de mucho frio. Este mirador se encuentra cercano a los 1800 m.s.n.m. a 84 km al sur de la ciudad de Antofagasta.

La Camanchaca intenta sortear los últimos murallones de la cordillera costera

Luego del frugal desayuno, vienen las tomas fotográficas de rigor, las selfis, y otras minucias. Llegó la hora de bajar a la costa por estas cuestas, el primer detalle a considerar. El camino se encuentra muy húmedo por la camanchaca, por lo tanto, se deben extremar las precauciones.


Queda claro que este camino fue tallado a dinamita y maquinaria en las laderas y en gran parte de su trayecto sigue las ondulaciones de los cerros con muchas curvas y algunas de ellas no cuentan con barreras de protección, pero Caminantes siempre ha tenido a un experto en estos caminos, Nuestro conductor Don Pato. Quién nos traslada sin sobresaltos a camino seguro y los primeros atisbos de flora y por, sobre todo de fauna.

La última curva de cuidado
Segunda parada para investigar

Sin buscarlo y solitario, se nos acerca el infaltable caminante del desierto. Nuestro amiguito el Zorro Chilla. Su presencia nos demuestra que este lugar puede mantener a esta especie, aunque no sabemos cómo puede influir esta apertura del camino a la biodiversidad del sector. Es cosa de inferir. Naturaleza sin humanos y naturaleza con humanos. Pero nuestra institución tiene muy claro que no se puede proteger la naturaleza apartando a la gente, armando muros o cercos, por el contrario. Debemos enseñar a la gente a convivir con la naturaleza con el consabido respeto y cuidado.

Zorro chilla
El gran caminante del desierto

Ya es mediodía y llega el sol, pero nos resulta tolerable. Estamos en otoño, se disipa la camanchaca, nos ponemos a buscar y fotografiar. Asoman las cactáceas consideradas endémicas, alguno que otro insecto, muchas huellas y antiguos revolcaderos de guanacos. Como se dijo en un principio, este lugar es nuevo para muchos de nosotros, por lo tanto. Todo nos maravilla.

Copiapoa humilis ssp. tenuissima
Copiapoa solaris (Ritter)

En nuestro viaje llegamos hasta la costa. La llamada caleta el Cobre. Sabíamos de su aridez casi extrema y de la presencia de múltiples entierros y conchales de los antiguos habitantes de la costa. Los Changos.

Es muy estrecha la franja litoral en este lugar cuyo único caserío habitado se pierde entre los roqueríos y las arenas de las estribaciones de la cordillera costera. Todo el sector delata la intervención minera. Hoy. Solo quedan los restos de grandes y pequeñas faenas, como se dice actualmente. Un pasivo ambiental que no fue remediado oportunamente y seguirá causando efectos negativos en el ambiente y que queda como legado para las futuras generaciones. 

Vista de Caleta el Cobre por la costa
Cordillera Costera Sector caleta el Cobre

Eran otros tiempos y otras las personas. Nos vamos convencidos que nuestro interés se encuentra cruzando los primeros cerros que miran al este. Es ahí donde debemos buscar la historia de caleta el Cobre y su desconocida naturaleza. Hasta pronto. Sus amigos de Caminantes del Desierto.

Una Cristaria integerrima se aferra a la vida en el sector costero.