Soldados Rapanui en la Guerra del Pacífico
Leyendo el escrito del forista @ilam22, no nos debe resultar
extraño la animosidad y resentimiento en contra del Perú, por parte de los
habitantes de la Isla de Pascua, a raíz de las expediciones esclavistas de
1862-1863, sentimiento que continúa hasta el día de hoy. Un pequeño alcance
sobre esto fue extraído del libro "Isla de Pascua, Proceso, Alcances y
efectos de la Aculturacion" de Claudio Cristino F. Andrés Recasens S.
Patricia Vargas C. Edmundo Edwards Lilian González y dice así:
Barcos esclavistas
El 15 de junio de 1862, zarpó del Callao, Perú, una barca
rentada por un grupo de comerciantes para "reclutar" trabajadores en
la Polinesia. A su regreso al Callao, en el mes de septiembre del mismo año,
procedió a vender contratas de trabajo de los polinésicos
"reclutados", las que son compradas por hacendados peruanos, a razón
de 200 dólares por hombre adulto, 150 por mujeres y 100 por niños, lo que les
produce una utilidad de aproximadamente 40.000 dólares. Esto incentivó
fuertemente a numerosos armadores y, antes de fines de 1862, más de 16
embarcaciones fueron autorizadas para realizar este tráfico, evidentemente
esclavista. El primer barco conocido en llegar a Isla de Pascua con estas intenciones
fue el "Bella Margarita", el que, debido a los vientos favorables,
demoró sólo 15 días. Pudo embarcar a 152 hombres y a 12 mujeres. Su regreso al
Callao demoró solamente 18 días, y esta vez las contratas fueron negociadas a
300 dólares cada una. Cuando se supo la noticia que existía una Isla a tan
pocos días de navegación, en donde no existían autoridades europeas que
obstaculizaran la operación, y en la cual los isleños subían voluntariamente a
bordo, circunstancia en que podían ser inducidos a embarcarse a través de un
intérprete polinésico, hizo que una flota de ocho embarcaciones se dirigiera a
Isla de Pascua, con el propósito de reclutar esclavos. En todo este período de
aproximadamente siete meses, el número exacto de nativos llevados como esclavos
al Callao es difícil de determinar. De conformidad a documentos y cartas de
personeros diplomáticos chilenos, franceses e ingleses de la época, se puede
llegar a un número de 1.675 isleños, y es posible agregar otros 550. Estos
últimos pueden inferirse de los registros de algunos barcos cuyos datos de
contratas realizados suman ese total, aun cuando los lugares de reclutamiento
que consignan son ficticios y no corresponde a ninguna isla del Pacífico. Pero
la duración registrada del viaje nos permite suponer que la probable
procedencia de los nativos era la Isla de Pascua. Esto hace un total de 2.225
(Edwards, E. 1980: 17-24).
Este tráfico fue suspendido oficialmente por el gobierno
peruano en marzo de 1863, quien se vio presionado por el gobierno francés a dar
por terminadas las contratas. La razón de la intervención del gobierno francés
en este asunto fue, que tres embarcaciones con esclavos fueron detectadas por
barcos franceses y apresadas en aguas territoriales de la Polinesia Francesa.
Conducidas a Tahití, se devolvió a los "reclutados" a sus islas de
origen y las tripulaciones fueron juzgadas. El tráfico de esclavos continuó
después de la prohibición establecida por el gobierno peruano, pero con dificultades.
La documentación tenida a la vista indica que los isleños llegados a Perú
después de marzo de 1863 fueron internados en unos pontones en el puerto del
Callao, por temor a la acción policial. En esa fecha se produjo una epidemia de
viruela que afectó a gran parte de la población del puerto. El gobierno peruano
ordenó la repatriación de los polinésicos hacinados en los pontones. Unos 318
fueron regresados hacia las Islas Australes e Isla de Pascua. Solamente 50 de
ellos sobrevivieron al viaje y, de conformidad a los relatos del Hermano
Eugenio Eyraud, primer misionero de Isla de Pascua, los que regresaron a ella
fueron sólo 16 personas. De estas, algunas portaban el germen de la viruela que
habían contraído en Perú, lo que produjo una epidemia generalizada entre los
pascuenses. Eyraud, que llegó a la Isla el 2 de enero de 1864, estimó la
población en 1.900 habitantes, encontrándose con manifestaciones evidentes de
la epidemia, como la exposición de 150 cadáveres envueltos en esteras de totora
en la plataforma y plaza de un Ahu o centro ceremonial de Hanga Roa (cfr.
Edwards, op. cit.: 17-29) (muy probablemente el ahu Tautira o el ahu A Rongo).
Hippolyte
Roussel
Estudio Preliminar de Cristián Moreno Pakarati (Historiador,
Asociación de Estudios Históricos Ahirena, Rapa Nui) Publicado en Apuntes del
Museo, de la Biblioteca William Mulloy de Isla de Pascua.
La participación de soldados rapanui en la Guerra del
Pacífico (1879-1883) forma parte de la tradición oral contemporánea en Isla de
Pascua. Sin embargo, ésta es una temática que no ha sido aclarada por la
historiografía disponible. Este artículo es un estudio preliminar que busca
resolver en parte este enigma consultando tanto fuentes primarias, de época,
como fuentes secundarias, a la espera de trabajo más exhaustivo en archivos. El
artículo ahonda en la relación del pueblo rapanui con las repúblicas de Chile y
Perú antes de la Guerra. La presencia de soldados rapanui en dicho conflicto,
si bien no se puede confirmar aún, es altamente plausible como se puede inferir
de las fuentes consultadas. También se incluye un análisis de la participación
en el ejército de los tres soldados rapanui mencionados en las tradiciones
actuales: Juan Tepano, Juan Araki y José Pirivato. Para esto se contrapone la
versión de los reconocimientos oficiales del ejército chileno y la tradición de
la Isla con la información recopilada por el Departamento de Historia Militar
en un estudio del año 2006.
Introducción.
La presencia de soldados rapanui en la Guerra del Pacífico,
conflicto armado entre Chile y sus vecinos del norte, Perú y Bolivia, es algo
que se escucha frecuentemente entre los isleños contemporáneos. ¿Qué hay de
cierto en esta leyenda? Tres nombres se asocian a la participación rapanui en
la guerra: Juan Tepano Rano, Iovani Araki Ti’a y José “Tairenga” Pirivato.
Especialmente los dos primeros, que dejaron numerosa descendencia, reciben una
gran cantidad de menciones entre sus makupuna y hinarere siendo una gran fuente
de orgullo familiar. No se han encontrado aún registros de la época que den
cuenta de su participación en la Guerra, sin embargo, no hay duda de que ellos
tres viajaron a Chile en 1898 junto al rey Riro Kainga. Tampoco hay dudas de su
participación en el Ejército de Chile entre ese año y 1900. Sin embargo, esto
fue veinte años después de la Guerra. ¿Es posible que se hayan entrelazado
estos eventos con la Guerra? ¿Cuál fue realmente su participación en las
fuerzas armadas? ¿Hubo soldados rapanui en la Guerra del Pacífico? Con la
evidencia disponible intentamos dilucidar parcialmente este enigma.
Juan Tepano
¿Chile y Rapanui
aliados?
“Los nativos están felices con la creación del nuevo
departamento. Antes se sentían muy aislados, pero ahora están de hecho
integrados a la patria. Nosotros, por nuestra parte, tenemos grandes esperanzas
en esto. Los isleños van a saber lo que es la patria y conocerán su Historia.
Existe el riesgo de que quieran quedarse, aunque confiamos en que los deberes
militares los harán más responsables y regresen a divulgar lo que han
conocido”. (General Sergio Castillo Aránguiz, agosto de 1966).
Cabe señalar que, a la fecha de la Guerra del Pacífico, entre
los años 1879 y 1883, la Isla era independiente y no tenía relación alguna con
Chile. Al inicio de la Guerra en el lejano Chile, Rapa Nui tenía como jefe a
Mati Mereti, probablemente el hombre más anciano entre la escasísima población
isleña que apenas superaba los cien habitantes. De todas maneras, tras la
visita del misionero católico Hipólito Roussel en
1878 trayendo de regreso desde Polinesia Francesa a los líderes Angata y
Pakomio Maori Ure Kino, estos últimos comienzan a ejercer una influencia mayor
en los destinos de la Isla. En 1882 el mismo clérigo Roussel designa a Atamu
Tekena como rey y a su esposa Uka a Hei como reina. En Chile, por su parte,
existía un gobierno liberal a cargo del presidente Aníbal Pinto Garmendia, sucedido
en 1881 por el también liberal Domingo Santa María González. Estos gobiernos
carecían de oposición política legal y se originaron en candidaturas únicas
designadas por los mismos gobiernos salientes.
A pesar de la distancia y la diferencia entre ambas culturas,
existieron contactos que sirven como antecedentes para sus relaciones
posteriores. Aparentemente, el primer contacto histórico de los isleños con la
República de Chile se efectuó a través de la goleta Colo-Colo capitaneada por
Leoncio Señoret Montaigne en marzo o abril de 1837. Esta se dirigía a Australia
llevando al destierro al expresidente liberal chileno (y enemigo del gobierno
de turno), general Ramón Freire, arribando a este país el 30 de junio. Sin embargo,
no hay ninguna evidencia de que este contacto haya tenido alguna consecuencia
duradera y sólo quedan vagas referencias de la visita (Moncada 2008; Richards
2008: 67-69). Por aquella época la Isla era regida por una dictadura anual de
la tribu vencedora de los rituales de la competencia del tangata manu. En
Chile, en tanto, gobernaba hace seis años el presidente conservador General de
Ejército José Joaquín Prieto Vial, ascendido al cargo tras la Batalla de Lircay
en la que los conservadores derrotaron a los liberales e impusieron un nuevo
gobierno. Sin embargo, la mayor parte de la historiografía chilena considera
que el que llevaba las riendas del país era su ministro de hierro Diego
Portales asesinado ese mismo año 1837.
Leoncio Señoret Montaigne
Algunas fuentes indican que la goleta Janequeo al mando de
Buenaventura Martínez visitó la isla en 1842 pero no hay pruebas concluyentes
de aquello. Después de esto no hay nuevas visitas de barcos chilenos hasta
1870. Sin embargo, debe mencionarse la presencia en la década de 1860 de la
Misión Católica francesa que operaba a través del eje Valparaíso-Hanga Roa- Pape’ete
y tenía una de sus bases operacionales en el puerto chileno. Durante el período
de actividad de esta Misión, en la sede de Vaihu, tomó parte el chileno Jorge
Arenas y su esposa, llegados en diciembre de 1869 y convirtiéndose en los
primeros chilenos residentes en la isla polinésica (sólo por 9 meses, hasta
septiembre de 1870).
En cuanto al primer rapanui en visitar Chile fue
probablemente Petero Toroveri en agosto de 1869. Este acompañaba al misionero
Gaspar Zumbohm en un viaje al continente, regresando a Rapa Nui en diciembre de
ese mismo año (Ballesteros 1903: 73-74, 125- 126; Conte 1994: 123; Fischer
2005: 105). No existe evidencia de la visita de algún otro rapanui antes de esa
época, aunque no se puede descartar que algún barco ballenero haya llevado
algún tripulante de la isla hacia allá. Con todo esto, la palabra Chile,
probablemente no significaba nada para la gran mayoría de los rapanui en esta
época.
¿Rapanui y Perú
enemigos?
“Aquí hicieron un alto los expedicionarios y colocados en
diversas posiciones, procedieron con sus armas a un fuego graneado para
obligarles a salir de allí; pero, fracasado el intento, incendiaron el plantío,
produciéndose una violenta escaramuza en la que los esclavistas perdieron 5
hombres y un intérprete a causa de las piedras de matá, “obsidiana”, lanzadas
contra ellos” (...)”. (Jesús Conte, 1994, citando al cónsul Tiburcio
Cantuarias)
En cuanto a la relación con Perú, esta sí dejó consecuencias
terribles en Rapa Nui. Los barcos privados de bandera peruana que zarpaban
desde Callao con el objeto de obtener trabajadores polinésicos (canacas) para
las haciendas limeñas causaron terribles estragos en la Isla. Sangrientas
incursiones esclavistas de múltiples barcos como las de diciembre de 1862 y
marzo de 1863 dejarían cicatrices que aún se manifiestan el día de hoy. Quizás
por la misma razón, las historias de rapanui participando en una guerra contra
Perú (menos de 20 años después) se mantienen con vigor hoy en día en una Isla mucho
más globalizada. En cualquier caso, es importante recordar que algunos de los
nativos rapanui expatriados siguieron una nueva vida en Perú, incluso formando
familias en algunos casos (McCall 1976: 102-103; Conte 1994: 69-70). Así, los
rapanui con familias peruanas se encontraban en el frente enemigo de Chile
durante aquellos años entre 1879 y 1883 aunque es difícil determinar si
tuvieron algún tipo de participación en el conflicto mismo.
Digno de mención es lo sucedido con otros esclavos en Perú
durante la Guerra, los chinos coolies. Estos trabajaban en condiciones
infrahumanas en Perú y durante las batallas se aliaron con las tropas del
ejército chileno (Villalobos 2002: 219-220). ¿Habrá pasado algo similar con los
polinésicos viviendo en Perú o estos defendieron los intereses de sus familias
peruanas?
En el contexto de la vida de los sobrevivientes rapanui en
Perú encontramos las primeras historias de la tradición oral sobre isleños en
la Guerra del Pacífico. Edmundo Edwards recopiló la siguiente historia de parte
del Mayor del ejército chileno, el oficial rapanui Leviante Alejo Araki Araki
(1922-1992):
“La tradición oral nos cuenta que durante la batalla por la
toma de Lima en 1879 [(sic), en realidad la toma de Lima fue en 1881] entre las
tropas chilenas se encontraba un soldado rapanui y en el asalto a una trinchera
se encontró con un compatriota moribundo a quien alcanzó a contarle que su
familia aún vivía en Rapanui y luego de abrazarse, lloraron y el isleño murió
en brazos de su compañero” (Edwards s/f: 20-21).
Sin embargo, faltan
detalles en este emotivo relato. ¿De qué clan o familia eran los protagonistas
de esta historia? ¿En qué regimiento o batallón se encontraban en sus
respectivos ejércitos? ¿Cuánto tiempo llevaban en estos países? Y aún si la
historia no está basada en los hechos reales específicos es relevante
preguntarse la razón por la que los rapanui insisten en incluir en un nivel
mitológico a sus coterráneos y ancestros en dicho conflicto.
Las expediciones de la O’Higgins en 1870 y 1875.
La O´Higgins
“Vienen a bordo doce indijenas de la isla de Pascua, seis de
ellos son muchachos huérfanos i están a cargo de los oficiales, i a los otros
seis se les ha dado plaza de grumetes”. (Capitán Juan Williams Rebolledo, marzo
de 1870)
La evidencia más importante que sustenta la posible
participación rapanui en la Guerra se encuentra por el lado chileno. Se trata
de las primeras visitas chilenas significativas a la Isla en el siglo XIX,
algunos años antes de la Guerra. La corbeta O’Higgins realizó dos viajes en
1870 y 1875 como parte de la instrucción de los cadetes navales. El primer
viaje, comandado por José Anacleto Goñi llegó a una isla que vivía un conflicto
de intereses entre un aventurero y comerciante francés, Jean Baptiste Onésime
Dutrou-Bornier, y la ya mencionada misión católica francesa liderada por
Hippolyte Roussel. Los nativos rapanui habían aprovechado esta rivalidad para
revivir sus rencillas tribales ancestrales. Agrupados en uno y otro bando, los
isleños habían comenzado incluso a tener escaramuzas similares a los tiempos
antiguos de luchas Inter tribales que estaban llevando la Isla a una situación
bastante compleja. En este contexto, muchos rapanui pedían irse a Valparaíso, a
espaldas de los misioneros católicos, para salir de la desastrosa situación en
Rapa Nui (Centro de Cultura Naval y Marítima 1994: 53-55). Así es como el
comandante Goñi acepta a bordo a 12 jóvenes isleños, la mayoría huérfanos desde
las epidemias de viruela y tuberculosis que diezmaron la población en la década
de 1860. Seis viajaron como cocineros y seis como grumetes.
Estos jóvenes rapanui enfermaron durante el viaje, pero
gracias a una buena alimentación a bordo y a los cuidados del médico de la nave
recobraron sus energías y todos llegaron a salvo al puerto boliviano de
Mejillones a fines de febrero de 1870 y luego rumbo al sur hacia puertos
chilenos. El seis de marzo de 1870 el periódico “La Patria” publica lo
siguiente:
“A las 2 hrs 30 ms fondeó ayer en esta bahía [Caldera] la
corbeta de la armada nacional O’Higgins, procedente de las islas de Pascua
[sic]. Trae a bordo a los cadetes de la Escuela Naval, los de la Escuela de
Marineros y doce indios naturales de la isla que voluntariamente los acompañan.
Entre los objetos tomados de la isla se nota un gran trozo de piedra que
representa una divinidad entre los indíjenas” (La Patria, 6 de marzo de 1870).
De acuerdo con El Mercurio de Valparaíso del 7 de marzo 1870,
“Tres de ellos solamente son ya hombres y los demás niños de 8 a 12 años”. El
mismo diario menciona que:
“El nombre de chileno les causaba sumo placer; y el peruano,
por el contrario. La razón que me dieron de este odio para con los últimos fue
que no ha mucho tiempo estuvo en la isla un buque de guerra de esa república
tomaron a viva fuerza a varios de los naturales y los maltrataron mucho,
llevándoselos enseguida contra su voluntad” (El Mercurio, 7 de marzo de 1870).
Después de estos acontecimientos, se pierde el rastro de
estos jóvenes isleños en la prensa chilena. Sus nombres y apellidos fueron, por
supuesto, cambiados a algunos más propios de Chile lo que complica aún más
seguir su historia. Urge revisar los archivos navales en busca de estos
grumetes rapanui con el fin de obtener sus nuevos nombres y buscar información
luego en los registros genealógicos para determinar si dejaron familia en
Chile.
Tan sólo nueve años después estalla la Guerra del Pacífico y
habiendo seis grumetes rapanui y otros seis jóvenes isleños viviendo en el
país, fueron, casi con certeza, movilizados para participar en el conflicto bélico.
De hecho, en la corbeta O’Higgins viajaban varios oficiales que luego serían
héroes de la fase naval de la Guerra del Pacífico. Existe la posibilidad de que
algún otro rapanui haya sido embarcado en el siguiente viaje de la O’Higgins,
en 1875, capitaneada por Juan Esteban López. De encontrarse información al
respecto, la participación de los isleños en la Guerra es aún más probable.
Los reconocimientos
oficiales.
Desaparecida la pista de los grumetes rapanui llegados a
bordo de la Baquedano recurrimos a fuentes más recientes con las que retornamos
a los tres rapanui mencionados al inicio del artículo: Tepano, Araki y
Pirivato. Los homenajes oficiales a soldados rapanui no se sustentan en
información de época, pero es interesante analizarla en su justa dimensión. En
junio de 2002 el Museo del Regimiento de Infantería no2, “Maipo” de Playa Ancha
(en Valparaíso) incluyó una placa llamada “El Primer Soldado Pascuense”, escrita
por Juan G. San Martín. En esta aparece una breve biografía de Juan Tepano, sin
citar fuentes y que incluye algunos trozos muy interesantes. Por ejemplo:
“Nace en 1866. A la edad de 13 años llega a Valparaíso a
bordo del María Luisa, carguero inglés de la empresa Charles Brander.
Contagiado por el entusiasmo de la juventud porteña de participar en la Guerra
del Pacífico, se enrola en el Regimiento 2o de Línea ‘Maipo’, junto a sus
coterráneos Juan Araki y José Fati, siendo embarcados al norte, a bordo del
O’Higgins” (San Martín 2002).
El resto del texto se centra en Tepano y señala que participó
como tambor y ordenanza en la 4ta Compañía en las batallas de Chorrillos y
Miraflores. Y con lujo de detalles indica su permanencia en el continente entre
el final de la Guerra en 1884 hasta la época de la Guerra Civil de 1891 en la
cual también habría participado ya como Sargento 2o.
Este no es el único reconocimiento oficial a la participación
de soldados rapanui en dicha Guerra. En septiembre del año 2005 el Comandante
en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, visita la isla y trae como obsequio
para el Museo Antropológico Padre Sebastián Englert una vitrina histórico
militar con una pintura representando a Iovani Araki Imanuiri (Juan Araki),
soldado rapanui que, según este homenaje, habría participado como Sargento 2o
en la Guerra del Pacífico. Esta placa también incluía homenaje a soldados
rapanui más recientes como el mayor Leviante Araki Araki, nieto del anterior, y
al sargento primero del regimiento reforzado no1 “Topáter”, Luis Alberto Huki
Hinojosa.
El autor escuchó información de parte de habitantes de
Placilla, en Chile, que señalan que el sargento Tepano participó de la Guerra
Civil de 1891. Tan importante es esta historia que para el aniversario de la
Batalla de Placilla (28 de agosto de 1891) del año 2010, las autoridades del
pueblo invitaron a descendientes del soldado isleño para efectuar unhoko,
antiguo ritual guerrero de los rapanui, en el museo de la localidad.
¿Qué ocurre con
Tepano, Araki y Pirivato?
“Algún tiempo después de su llegada a Valparaíso falleció S.
M. el rei Riro Roko, y su primer ministro Juan Araki, a quien corresponde de
derecho la corona de la isla de Pascua, no ha podido regresar a sus dominios
por encontrarse gravemente enfermo de tisis en la ciudad de los Andes. Por esta
razón y tal vez siguiendo alguna vieja costumbre, ocuparán el trono de Riro
Roko los ministros y príncipes Tepalo y Pisibato, quienes desde su llegada a
esta ciudad han sido hospedados en el cuartel del Maipú, habiendo hecho ambos
el servicio de la guardia nacional”. (El Mercurio de Valparaíso, 8 de abril de
1900)
“La reputación de Juan Tepano llega hasta Chile. Antes de mi
partida me lo habían nombrado por todos lados como el mejor informante (...) La
víspera, los indígenas que habían sido puestos al corriente de nuestras
intenciones, repitieron su nombre varias veces. Era la historia viviente, el
Baedecker de la Isla”. (Alfred Métraux, 1941)
Una investigación llevada a cabo por el Departamento de
Historia Militar chileno titulado “El Ejército y el Pueblo Rapanui” no encontró
información alguna de la presencia de Tepano, Araki o Pirivato en la época de
la Guerra del Pacífico. Para esto se investigaron las Listas de “Revista de
Comisario” del 2o de Línea entre 1879 y 1884 lo que no arrojó resultados
positivos (Departamento de Historia Militar 2006). Con esto se descarta que
alguno de los tres soldados más famosos de la Isla, hayan participado, al menos
con sus nombres reales, en dicho Batallón. De haber formado parte del Ejército
chileno en la Guerra del Pacífico, sólo puede haber sido con otro nombre o en
otra división.
Busto del rey Atamu Tekena
Algunos datos
biográficos sobre estos soldados pueden dar claves:
- Iovani Araki Ti’a era hijo de Arakilio Pua Ara Hoa (también
llamado Aro Purunga a ‘Ao Ngatu) y Parapina Veri Hakatea. Se casó con Caroline
Bornier el 12 de febrero de 1886 y aparece en el censo de Alexander Salmon de
ese mismo año, titulado “Te Ingoa”. Esto revela que estaba en Hanga Roa durante
la realización del censo, al igual que sus padres. Tuvo dos hijos que dejaron
descendencia, Juan Araki Bornier (1886-1949) y Parapina Araki Bornier
(1888-1964). Ninguno de los dos había nacido a principios de 1886 cuando se
efectuó el censo. Hemos estimado la fecha de nacimiento de Iovani Araki para
1866.
- José Pirivato era hijo de Mataroa Oroteme y Tuhi. Casado
con María Putó Veri o Penga, no dejó descendencia. Aparece ya casado con su
mujer en el censo de 1886, pero no hay duda de que era todavía muy joven. En
1902, un documento de la Armada redactado por Basilio Rojas calcula su edad en
30 años (Foerster 2010: 41), lo que daría una fecha de nacimiento hacia 1872.
Nosotros estimamos su fecha de nacimiento hacia 1868. Es deportado de la Isla
en 1902 y se pierde su rastro completamente.
- Juan Tepano Rano era hijo de Tepano Rano a Vavara a Rue y
Paulina Victoria Veriamo a Huki. Se casó con María Ika Tetono (nacida el 23 de
diciembre de 1882). En el censo de 1886 aparece como un adolescente soltero
aún, viviendo en Hanga Roa. Sus padres aparecen vivos y casados. Sabemos que
este fue el tercer matrimonio de su madre, Veriamo, y Juan fue el menor de sus
hijos. De los tres ex - soldados rapanui, Tepano es sin duda el menor, aunque
probablemente no por mucho. No tuvo hijos hasta 1903 cuando nace María Hiona,
la mayor de 8 hermanos. Basándonos en censos del siglo XX y edades estimadas
por Routledge, Métraux y Englert, consideramos que su fecha de nacimiento es,
casi con certeza, 1872. Falleció el 8 de noviembre de 1947.
Con esta información casi se puede descartar de plano que
alguno de ellos haya tomado parte en la Guerra del Pacífico. También es
improbable, más no imposible, que Tepano haya estado en Chile para la Guerra
Civil de 1891. Esta es una posibilidad que quizás merece mayor análisis y una
nueva investigación. Sin embargo, encontramos a los tres soldados rapanui
formando parte del Ejército casi veinte años después.
Aparentemente en noviembre de 1897 (otras fuentes dicen en
1898), el rey electo Simeón Riro Kainga se dirige a Chile a bordo de la goleta
de la Compañía de Merlet, María Luisa, a reclamar al presidente Federico
Errázuriz el incumplimiento del Acuerdo de 1888. Junto a él viajaban Juan
Tepano, Juan Araki y José Pirivato. Sin embargo, el viaje terminaría en
tragedia ya que Riro fue envenenado en Valparaíso por gente de la Compañía de
Enrique Merlet. Algún tiempo después, Juan Araki (Iovani Araki Ti’a, hijo de
Arakilio Pua ‘Ara Hoa) ingresa, el 14 de marzo de 1898, como Soldado de Bagaje
a la Tercera Compañía del Segundo Batallón de Infantería “Maipo” en Valparaíso.
Tepano y Pirivato, en tanto, ingresan el 13 de agosto del mismo año como
soldados a la Primera Compañía en el mismo Segundo Batallón. El primero pasa a
la Tercera Compañía en 1899. Ambos se licencian el 19 de abril de 1900, mientras
se encontraban de viaje de regreso a la isla a bordo de la corbeta General
Baquedano capitaneada por Arturo Wilson. Juan Araki, sin embargo, fallece el 11
de abril de 1900 en el hospital de San Felipe, enfermo de tuberculosis
(Departamento de Historia Militar 2006: 85; El Mercurio 20 de abril de 1900).
Teniendo esto en cuenta, la afirmación de que Araki, Tepano y Pirivato se
dirigían “a cumplir con el servicio militar” (El Consejo 1988:302) no resiste
análisis.
José Pirivato probablemente sacó a relucir su entrenamiento
militar, entre fines de 1901 e inicios de 1902, durante el levantamiento y
rebelión contra la compañía ovejera de Enrique Merlet, administrada entonces
por Horacio Cooper. Debido a esto fue deportado al continente junto a Nicolás
“Grande” Teao Vi, Lázaro Ricardo Hitorangi y Ruperto Nai a Hotu’iti, tal como
se atestigua en El Mercurio del 3 de septiembre de 1902: “A bordo del Baquedano
trae el comandante a cuatro canacas de los principales cabecillas de la
insurrección en contra del subdelegado” (El Mercurio, 3 de septiembre 1902;
véase también Foerster 2010). Sin embargo, se ignora su destino hasta la fecha.
Juan Tepano Rano en tanto fue designado Cacique o Jefe, representante de los
nativos rapanui, por el mismo capitán Basilio Rojas Velásquez, comandante de la
Baquedano y quien se llevó a su ex compañero de guarnición José Pirivato. Estos
destinos opuestos entre dos soldados rapanui marcan el final de una época entre
las relaciones de los isleños con el Ejército. Ningún rapanui volvería a entrar
a esta institución hasta mediados del siglo XX.
Conclusiones.
La leyenda de los soldados rapanui en la Guerra del Pacífico
tiene orígenes complejos donde una combinación de factores, impulsan con fuerza
una historia. Esta trasciende el ámbito inter-isla, llegando al continente
mismo como podemos ver en los homenajes póstumos a los soldados Tepano y Araki
en 2002 y 2005, respectivamente, además de los eventos en honor al primero en
el pueblo de Placilla en Chile. La conformación de estos relatos de rapanui en
la Guerra son todos relativamente nuevos. No hay mención a esto en ningún
libro, artículo o documento sobre Pascua en la primera mitad del siglo XX. No
es sorprendente la ausencia de información fidedigna sobre Araki y Pirivato,
siendo que el primero murió en 1900 y el segundo desapareció en 1902. Sin embargo,
sí es relevante que ninguna fuente mencione a Tepano como soldado en la Guerra
del Pacífico.
Juan Tepano fue informante de Knoche, Valenzuela, Routledge,
los comisionados navales de 1917, Estella, Rafael Edwards, MacMillan Brown,
Métraux, Lavachery y Englert. Todos incluyen información biográfica sobre
Tepano e incluso muchos mencionan su presencia en Chile donde aprendió a hablar
bien el castellano y a leer y escribir. Interesantemente, en el censo de 1916
elaborado por José Ignacio Vives Solar se indica que sirvió en el Ejército de
Chile. Lo mismo señala Walter Knoche (“el actual rey y que ha servido en el
ejército chileno como suboficial”, Knoche 1912: 16) y Zósimo Valenzuela (“el
tercero [Tepano] resistió la enfermedad y fue a sentar plaza de conscripto en
el regimiento Maipo”, Valenzuela 1911: 959) así como todos los visitantes
posteriores que hicieron uso de sus servicios como informante. Sin embargo,
ninguno de los autores mencionados recibió o transmitió la información de que
Tepano participó en la Guerra entre 1879 y 1883. Grant McCall, antropólogo
australiano que pudo compartir en la isla con varios hijos de Tepano, tampoco
recibió esta información en su primera visita a la Isla en los años 70, sin embargo,
comenzó a escuchar estas historias desde la década del 80, al parecer de parte
de los nietos del Cacique isleño. Yo recibí el relato de la participación de
Juan Tepano en la Guerra de parte de dos de sus nietos que aún quedan con vida:
Santiago Tepano Kaituoe y Lucas Pakarati Tepano.
En el caso de Juan Araki como soldado en la Guerra del
Pacífico, la información probablemente se origina en su nieto, y también
militar, Leviante Araki. El dibujo del soldado Araki con su uniforme del ejército
es reproducido en el libro Pua Arahoa, traducción al español del Manuscrito E
(Frontier 2008). Por lo mismo, la leyenda tuvo repercusiones dentro de las
fuerzas armadas. En el ejército especialmente, se ha puesto énfasis en esta
tradición para reforzar los lazos entre Chile y Rapa Nui. Es un elemento
importante de la soberanía chilena en la isla la búsqueda de elementos,
intereses o experiencias en común con una cultura tan distinta y tan distante
como Rapa Nui. Todo esto, perpetúa la leyenda y la transmite a las nuevas
generaciones de rapanui.
La combinación de factores que se conjugan para dar origen a
esta leyenda son:
- El posible trasfondo real de soldados (o marinos) rapanui
combatiendo en la guerra del Pacífico: Estos serían los grumetes isleños que
partieron con la O’Higgins en 1870.
- La animosidad contra Perú en la Isla a raíz del origen de
las expediciones esclavistas de 1862-1863. Este resentimiento continúa el día
de hoy hasta cierto punto.
- Las relaciones más profundas entre rapanui y chilenos desde
la década de 1960 con un mayor mestizaje y mezcla cultural. Dentro de esto
también cabe mencionar el regreso de personas rapanui al Ejército chileno en
los años 50.
- La innegable participación en el ejército de los soldados
Tepano, Araki y Pirivato entre 1898 y 1900. Esto se entrelaza con la posible
participación en la guerra del Pacífico de los grumetes isleños.
- Los homenajes a soldados rapanui por parte del Ejército y
las autoridades chilenas son especialmente importantes para las nuevas
generaciones de rapanui.
Para alcanzar conclusiones más profundas es necesario un
estudio exhaustivo de los archivos navales, de prensa, genealógicos y de
registro civil en Valparaíso. Estos podrían otorgar nuevos antecedentes sobre
los doce grumetes rapanui que llegaron en 1870 al continente. También es
necesario ampliar este trabajo recopilando más versiones y analizando el
imaginario que existe en isla sobre la participación de los soldados rapanui en
los conflictos bélicos chilenos del siglo XIX.
Policarpo Toro
No hay comentarios:
Publicar un comentario