La Corporación Ecológica y Cultural Caminantes del Desierto, en uno de sus viajes realizado al norte de la región de Antofagasta, específicamente a las quebradas de la cordillera costera de la Comuna de Mejillones en búsqueda de biodiversidad silvestre. Se encontró con una maravillosa sorpresa y que se tornó en un gran descubrimiento.
En una guarida, presumiblemente de perros salvajes, asomaba en su fondo arenoso una extraña figura, al observarla más detenidamente comprobamos que era un cráneo humano, pero que tenía algunas características que lo podrían hacer especial. Presentaba deformidades de forma anular o circular, inclusive tenía aún rastros de tejido y pigmentos sobre su superficie. Por doctrina y norma, dejamos este cuerpo intacto, no tomando nada de él y se dio aviso de forma inmediata a Carabineros de Chile, para los procedimientos de rigor.
Sabemos que en nuestro litoral de la II región, es frecuente el encontrar restos arqueológicos preferentemente de Los Changos, habitantes de nuestro norte, resulta también penoso ver el estado en que se encuentran estos restos arqueológicos, producto de las extracciones ilegales (Observación en Bolsico y Morro Moreno), pero encontrarnos con esta osamenta, en tan buenas condiciones y diferente a todo aquello que conocíamos nos llenó de alegría y la sensación que podíamos estar haciendo un valioso hallazgo para la Arqueología y el patrimonio de la región.
¿Que podría aportar nuestra agrupación sobre el tema, además de las fotografías y algunos datos para complementar estas mismas?, dejando en claro que no somos Arqueólogos, que solo nos motiva el proteger y difundir nuestro patrimonio ecológico y que bajo ninguna premisa queremos abordar temas que no son de nuestra competencia, aunque de forma breve, documentada y en base a estudios de terceros, podemos citar algunos textos que pudiesen ser de interés, ya vendrá el o los informes finales de los doctos en el área, que arrojen luces generales sobre su procedencia y data. (Origen de la información en anexo final)
Durante el período precolombino, en el norte de Chile habitaron diversos grupos humanos, con notorias diferencias etnoculturales. Una de sus características fue la deformación craneana artificial usando vendas y tablas durante los primeros años de vida, existiendo dos grandes modelos de deformación: tabular que producía braquicefalia y anular o circular que determinaba dolicocefalia.
- Deformación tipo anular o circular, llamada también "Aymara" por la zona de influencia de Tiwanaku (Imbelloni en 1924; Latchman en 1937 y Marroquín en 1944, todos citados por Torres-Rouff, 2007), que aplica vendas alrededor del cráneo produciendo una deformación tubular y alargada hacia atrás, disminuyendo el ancho y aumentando la longitud anteroposterior del cráneo (dolicocefalización).
- Deformación tipo tabular, mediante la aplicación de almohadillas o tablas rígidas que aplanan las partes frontal y occipital del cráneo provocando una expansión de la anchura craneal (braquicefalización). . Cráneos atacameños. Visión en normas lateral y superior. Deformación tabular.
La expansión del estado altiplánico de Tiwanaku desde los Andes centrales del sur influye en las regiones vecinas (Torres-Rouff & Yablonsky) y en especial en San Pedro de Atacama a partir del año 600 d.C. (Berenguer & Dauelsberg en 1986, citador por Torres-Rouff, 2007). Después del año 1000 d.C. con la penetración de diversos grupos altiplánicos aparece una mayor presencia de formas circulares de deformación que se consideran relacionados con el centro lejano de Tiwanaku, que concedió prestigio y autoridad a ciertos individuos (Helms, 1992 citado por Torres-Rouff, 2007; Knudson, 2007).
Numerosos investigadores plantean la existencia de dos grupos culturales diferentes viviendo en forma paralela en el desierto de Atacama (Castro et al., 1984; Aldunate et al., 1986; Museo del Arte Pre-Colombino, 1988; Schiappacasse et al., 1989). En oposición a lo anterior, estudios realizados por Knudson usando isótopos del estroncio no identificó individuos enterrados en cementerios de San Pedro de Atacama que hubiesen vivido durante sus primeros años de vida en el sector sur del lago Titicaca, provenientes del Estado de Tiwanaku o de sus descendientes, entre los cuales predominaba la deformación craneana artificial de tipo anular o circular, por lo que se considera como más plausible que los habitantes de San Pedro de Atacama fueran influenciados comercial y culturalmente por Tiwanaku, incluyendo como forma ritual el tipo de deformación craneal circular, más que por una cohabitación o colonización Tiwanacota.
El segundo grupo en estudio corresponde al pueblo aymara, que se considera descendiente de los antiguos habitantes de Tiwanaku, que ocupaban un hábitat en el norte de Chile que se extendía entre los valles de Azapa y Quillagua, formaban parte de la cultura Arica, la cual fue absorbida por la expansión del Imperio Inca en el siglo XV. Como ya se señaló en párrafos anteriores, entre los tiwanacotas predominaba la deformación de tipo circular o anular, sin embargo trabajos recientes han concluido la existencia de otras formas de deformación artificial del cráneo en el centro del área de Tiwanaku (Blom et al., 1998).
La llegada de los incas estableció el tipo de deformación que correspondía al territorio circundante a San Pedro de Atacama, ya que cada provincia incaica tenía su propia forma de deformación de la cabeza (Borja Villanueva & Gálvez Calla; Torres-Rouff, 2007).
En los cráneos precolombinos del norte de Chile se observan deformaciones craneanas artificiales de los tipos tabular y anular o circular, las cuales fueron producidas mediante compresión craneal usando vendajes y tablas y realizadas durante los primeros años de vida de los individuos producto de la maleabilidad de los huesos del cráneo.
Información extraída del:
International Journal of Morphology
Versión On-line ISSN 0717-9502
Int. J. Morphol. v.27 n.2 Temuco jun. 2009
Doi: 10.4067/S0717-95022009000200044
Índice Craneano en Grupos Étnicos Precolombinos del Norte de Chile con Deformación Craneal Artificial
*Fernando García-Hernández & **Gabriel Murphy-Echeverría
* Unidad de Anatomía, Departamento Biomédico, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Antofagasta, Chile.
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Amigos de la cultura de Tiwanaku no se sabe absolutamente nada, si se tiene indicios de otras culturas que después vivieron en la zona y utilizaron las ciudadelas que ya estaban en ruinas, sería interesante saber el tamaño de las orbitas oculares y la capacidad craneana en centímetros cúbicos, hoy en Perú existen muchos cráneos de este tipos muy bien guardados ya que sus medidas no concuerdan con las medidas normales, lo único que se puede deformar es el hueso, ojo con eso, la capacidad craneal y la órbita ocular tiene que tener las mismas medidas que un cráneo no manipulado.
ResponderEliminarEn ICA hay cráneos que tienes medidas anormales y no hay explicación al respecto, no hay que caer en teorías fantásticas, pero si tenernos que ser curiosos e investigar.
Me despido y los felicito por su hallazgo.
IGN TINTAS. Agradecemos el habernos otorgado vuestra académica respuesta. Más, solo nos consideramos afortunados al haber encontrado dicha osamenta, dejamos a los entendidos en la materia el correspondiente análisis.....
EliminarPrimero felicitarlos, por su actitud y forma de actuar respecto al hallazgo. Estamos a marzo 2020, que se sabe de este hallazgo y donde se encontraría el craneo en la actualidad, gracias
ResponderEliminarSaludos Javier, el hallazgo incluía el cuerpo completo más su traje ceremonial. De este cuerpo no hemos sabido nada, absolutamente nada
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