En Búsqueda
del Zorro y del Guanaco
Por Claudia
Díaz Guajardo.
Partimos
ansiosos con el objetivo claro, encontrar y fotografiar guanacos y zorros. Nos
bajamos del furgón y la instrucción fue clara, los que tienen buenas cámaras se
van primero, esto era para sacar la ansiada foto antes de que estos animalitos
esquivos se arrancaran, con Hugo no íbamos muy contentos ya que nos gusta irnos
atrás, descubrir pajaritos, flores, animalitos
y fotografiarlos, por lo menos así me siento más cómoda, pero sabíamos que en
este caso nuestro papel era importante, así que nos concentramos en nuestra
tarea y nos pusimos a caminar.
Reconozco
que dio envidia cuando escuchamos a Hector anunciando que había un sector con
mariposas blancas, no nos aguantamos y nos desviamos del camino, para ver las
mariposas, pero sabiendo que no podíamos perder el objetivo.
En el
camino vimos lagartijas, eran muchas y se nos cruzaban de un lado para otro,
tenían sus madrigueras en la tierra, se movía de una madriguera a otra,
fotografiamos a algunas, y seguimos caminando. De repente miramos hacia atrás
para no perder de vista al resto y vimos a Pancho y a Giovanni jugando uno con
las lagartijas y el otro con las hormigas, otra vez con Hugo nos miramos con
cara de decepción y seguimos caminando. Luego supimos que ellos no fueron los
únicos molestosos, Martina también se entretuvo con una lagartija que buscaba un
espacio desocupado.
En la mitad
de nuestra ruta se viene una camanchaca, de esas que tanto nos gustan, esas que
refrescan nuestra marcha, esa que nos anuncia que la cima está cerca, una
bendita camanchaca, Héctor pidió que se juntara el grupo, porque esta
camanchaca se venía espesa, esta fue nuestra oportunidad de sacar fotos a las
aves, a las lagartijas, a los saltamontes a todo, mientras esperábamos al
resto, que alegría.
Grupo exploratorio de Caminantes del Desierto
Seguimos en
nuestra búsqueda, pero esta espesa nube no nos dejaba ver mucho, los guanacos
tal vez estaban a 10 mts, pero no veíamos mucho, parecía una burla de la
naturaleza, que decepción, de repente vemos a Cristina agitar los brazos, nos
dice que Giovanni vio 4 figuras
fantasmales , eran 4 guanacos que pasaron corriendo a pocos metros, partimos a
buscarlos y nos topamos con un barranco, nunca supimos que tan profundo era,
por que no veíamos mucho, solo la preocupación de Martina nos dio luces del
peligro.
En el
camino nos encontramos con muchas pistas que nos indicaban que los guanacos
estaban cerca, algunos siguieron unas huellas, pero estas se perdían, podíamos
oler los guanacos, pero no los veíamos.
Un poco
decepcionados nos sentamos a almorzar, yo tenía la esperanza secreta de ver a
un zorro y el momento del almuerzo era el indicado, ya que ellos llegan con el
olor a comida, eso le había dicho a Pancho un rato antes. Estábamos
compartiendo el almuerzo y de repente nos dimos cuenta de que nos observaban,
nuestro visitante era un zorro, que alegría, todos pudimos sacarle fotos, el
zorro posó como un modelo, lo bueno fue que la camanchaca había bajado un
poquito, así que disfrutamos por un buen rato a nuestro invitado de piedra.
Iniciamos
el retorno, un poco feliz y un poco decepcionados, habíamos cumplido con un
50%, pero nosotros queríamos más, queríamos el 100%.
El regreso
fue rápido, llegamos al furgón e iniciamos el retorno al hogar, antes de salir
del Parque Mauricio pide detenernos paras sacar las últimas fotos en un lugar
con mucha vegetación, de repente Cristian grita: ¡¡un guanaco en el cerro!!,
nos bajamos nerviosos, nos costaba sacar nuestras cámaras y empezamos a sacar
fotos a tan preciado tesoro.
Lama guanicoe cacsilensis
Ese fue el
gran premio a esta tarea, nuestra recompensa. Retornamos con nuestros corazones
llenos de alegría y satisfacción, pensando Misión cumplida…
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