Son pocos los que se interesan por conocer el patrimonio natural de nuestra región más, cuando este patrimonio guarda relación con los minúsculos (insectos). Estos – los insectos - forman parte de nuestra naturaleza y su presencia es importante para la subsistencia de muchas de las otras especies que habitan nuestro extenso desierto, por lo cual, conocer a cada una de ellas resulta muy importante y el darlas a conocer a la comunidad es fundamental para nuestra institución.
La Avispa Roja.
La habíamos encontrado en Paposo aquél mítico año de 2015,
cuando inesperadas lluvias hicieron florecer el desierto a lo largo de toda la
costa norte, pero nos sorprendió encontrarla ahora - en inusual cantidad - por
las cercanías de Taltal.
Creemos que se trata de la Tachysphex rufitarsis, tanto por
su distribución (es la única de estas avispas que vive al norte de la Región de
Coquimbo), como por lo rojizo de sus patas (rufitarsis: tarsos rojizos)
Tachysphex es un género de avispas de la familia Crabronidae,
que agrupa a avispas solitarias cazadoras, cuyas hembras acostumbran construir
sus nidos en el suelo, en los que depositan ortópteros (saltamontes, grillos,
esperanzas, cucarachas, etc.), para la alimentación de sus larvas.
Se conocen – en el mundo - algo más de 450 especies de
Tachysphex, de las cuales sólo 31 son sudamericanas. En nuestro país se han
descrito siete especies, cinco de ellas exclusivas de Chile: Tachysphex
araucanus (endémica), Tachysphex conceptus (nativa), Tachysphex pisonoides
(endémica), Tachysphex pisonopsis (endémica), Tachysphex reedi (endémica),
Tachysphex rufitarsis (endémica) y Tachysphex undatus (nativa).
Las avispas Tachysphex se desplazan rápidamente por el
terreno y la vegetación baja, deteniéndose por breves instantes, para luego
seguir su recorrido entre las plantas y bajo las piedras, buscando sus presas,
Cuando logran capturar alguna, la llevan a su madriguera excavada en el suelo.
Éstas, por lo general, son poco profundas y con celdas más bien cortas.
Depositan su presa en una celda para después poner sobre ella su huevo, de
manera que al nacer la larva tenga comida disponible para alimentarse.
Cuando ha concluido la puesta y están todas las celdas
ocupadas, sella la abertura para evitar la entrada de otros insectos que
pudieran atacar a sus crías. Incluso algunas especies de Tachysphex llegan a
cavar nidos falsos alrededor del verdadero, para confundir a sus enemigos. No
obstante, hay varias especies de insectos que se las ingenian para parasitar
los nidos de las avispas antes que lo cierren, de manera que sean sus crías las
que se coman las larvas de las avispas. Es el ciclo de la vida, comer y ser
comido.
Para saber más:
Especies de Vespidae y Sphecidae de Valparaíso.
https://www.insectachile.cl/rchen/pdfs/2012v37/Chiappa_2012.pdf
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