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viernes, 28 de febrero de 2025

NO. NO LO HEMOS VISTO POR CASA

No. No lo hemos visto por casa


Nos dice el señor Bichólogo, Don Rodrigo Castillo del Castillo y Castillo Tapia.

 

Uno de los géneros de alacranes presentes en nuestro país es Bothriurus. Este género se distribuye solamente en América del sur e incluye sobre 40 especies. Varias de ellas son nativas y/o endémicas de nuestro país, entre las que se cuentan Bothriurus burmeisteri, Bothriurus coriaceus, Bothriurus dumayi, Bothriurus huincul, Bothriurus keyserlingi, Bothriurus mistral, Bothriurus mochaensis, Bothriurus pichicuy, Bothriurus picunche, Bothriurus vittatus y Bothriurus wilhelmi.

 

Pues bien. Esta especie se encuentra presente en nuestra Región, Bothriurus dumayi, que, aunque fue descubierto por primera vez en Paposo (1974), y se ha registrado también posteriormente en Antofagasta, nosotros -al parecer- no lo habíamos visto hasta ahora. Sin embargo, pudimos observarlo y conocerlo en la Región de Coquimbo, en nuestra reciente visita a Punta de Choros, lugar que se encuentra en el límite de su distribución sur.

Es un alacrán de vistosa coloración amarilla, con manchas negras y los “dedos” de las pinzas de color rojizo. Bastante más corpulento que los Brachistosternus que solemos ver en nuestros cerros y playas, alcanza los 7 cm de largo (completamente extendido) y sus pinzas son notablemente más gruesas. Los Bothriurus dumayi habitan en las zonas costeras del desierto, compartiendo su distribución con Bothriurus coriaceus solamente en su extremo sur (es decir, en el norte de la Región de Coquimbo). Se encuentran en la costa y hasta los 1100 msnm, entre el sur del Desierto Costero de Tocopilla (Antofagasta) y el extremo sur del Desierto Costero del Huasco (Coquimbo), por lo general en zonas con algo de vegetación y que reciban los efectos de la camanchaca. Según la descripción original, se trataría de un alacrán activo y de movimientos rápidos.


Como la mayoría de los alacranes, los Bothriurus dumayi aumentan su número en primavera, manteniéndose en actividad todo el verano, para luego reducir drásticamente ésta durante los meses fríos, aunque no deteniéndola por completo.

Para tranquilidad de los más aprensivos, como ocurre con todos los alacranes chilenos, el veneno del Bothriurus dumayi no es de importancia médica. Las consecuencias de una picadura, según nos dice la literatura, no van más allá del dolor local, inflamación de la zona y -en ocasiones- náuseas y vómitos. Síntomas que pueden aliviarse con la ayuda de medicamentos por vía oral.

Es decir, no debe ser motivo de mayor preocupación, pues, aunque su aspecto nos parezca muy fiero, al verlo, es un buen muchacho.








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