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viernes, 7 de junio de 2024

EVIDENTE QUE ES UNA RHEA ¿ALGUNA DUDA?

Aunque acostumbramos a pensar que el ñandú, el ave más grande de Sudamérica es una única especie, lo cierto es que son dos. Uno de ellos, Rhea americana, propiamente llamado ñandú (nombre de origen guaraní), es efectivamente el más grande y habita en el lado este de la Cordillera de los andes, desde el Brasil y hasta el sur de Argentina. El otro es el ñandú menor, Rhea pennata, que conocemos en el norte como Suri (nombre de origen quechua y aymara), el que se divide en tres subespecies, Rhea pennata garleppi, Rhea pennata tarapacensis y Rhea pennata pennata.


En nuestra región -si tenemos suerte- podremos encontrarnos con la subespecie Rhea pennata tarapacensis, el Suri. Esta subespecie habita en las planicies del altiplano, entre los 1.200 y los 4.500 msnm, en los países de Perú, Bolivia, Argentina y Chile. Como ha ocurrido en otros casos, los científicos no logran ponerse de acuerdo en su clasificación, existiendo un grupo que considera que existen diferencias suficientes como para considerar al Suri una especie aparte, denominándola ñandú de la puna.

Otrora un ave abundante en las praderas de la puna, hoy es una especie escasa, que se acerca cada vez más a ser considerado como en peligro en nuestro país. Por ahora se mantiene como casi amenazado.

Uno de los peligros a que está expuesto se deriva del hecho que el macho es quien incuba, en un solo nido, los huevos de varias hembras, de manera que, si este resulta atacado o destruido, se afecta gravemente la sobrevivencia de esa manada.



Tuvimos la suerte de observarlos en varias oportunidades, en este viaje a las lagunas Miscanti y Miñiques, como también pudimos apreciar otro de los peligros que los acechan: el cruce de carreteras y caminos. Da la impresión que se asustan de la presencia de los vehículos, con el extraño efecto de hacerlos cruzar rápida y sorpresivamente el camino al ver acercarse uno, en lugar de alejarse de él. Este cruce intempestivo podría terminar en su muerte atropellados, si el conductor no maneja en forma precavida.

(Nota: manada es la forma apropiada para llamar a un grupo de suris, según la RAE).

Imagen gentileza de Andrea Molina Carryer



 

Para saber más:

 

El Suri

https://clasificacionespecies.mma.gob.cl/wp-content/uploads/2019/10/Rhea_pennata_tarapacensis_P07.pdf

 

Ñandú del Norte

https://inaturalist.mma.gob.cl/taxa/499565-Rhea-pennata-tarapacensis

 

DE SEGURO QUE ES DIAPONTIA CALAMA

Es…. Hermosa, aunque atemorizante.

Primero que todo, las humildes palabras de este escribano.

En algún momento de nuestra corta e imberbe existencia, alguien nos dijo (nos espetó al rostro), en lenguaje castizo y antiguo por supuesto:

“Ustedes no investigan, solo son Wikipedia y los voy a acusar con mi mamá porque me hacen sentir mal, Ñiiiii”

Ahora bien. Cada una de las especies que vamos encontrando y subiendo a estas redes, requiere investigación previa y posterior, nada se publica de manera antojadiza o fortuita. Esto es evidente y esperamos -sinceramente – que la gran mayoría tenga esta apreciación.



Como botón de la cosecha.

He aquí, a una maravilla nortina, una especie vista por muy pocos y cuya información, identificación y recopilación bibliográfica, quedó en manos del Gran Rodrigo Castillo del Castillo y Castillo Tapia, el Sr. del lado rítmico de la fuerza.

Recuerden. El que esto parezca sencillo, es porque se hace sencillo, es decir, entendible para todos.

 

Don Rodrigo Castillo Tapia Nos dice:

 

Una araña que me sorprendió encontrar, por el hábitat en que vive, fue la Diapontia. Las Diapontias pertenecen a la familia Lycosidae, conocidas universalmente como “arañas lobo” y cuya particular manera de llevar consigo a sus huevos (y posteriormente a sus crías), llama siempre la atención.

Pero las arañas lobo que pertenecen a este género se distinguen de las otras por una especial circunstancia: viven junto a cursos de agua y lagunas, estableciéndose entre las plantas de la orilla y guareciéndose (algunas de ellas) bajo piedras.



El género Diapontia, que incluye a 9 especies solamente, es propio y exclusivo del cono sur de Sudamérica, pudiendo encontrárselas en el Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, sur de Brasil, norte y centro de Argentina y en Chile, donde hay tres especies. Una de ellas habita en el centro y sur de Chile (hasta Chiloé), Diapontia anfibia, y las otras dos de ellas en el norte, entre Arica y Parinacota y Antofagasta.  Curiosamente, la única de estas tres especies que (a mi juicio) es endémica de nuestro país es la que tenemos más cercana: Diapontia calama, que como su nombre indica habita en esta región. Registrada por primera vez en Calama, en el sector de la cascada (tan destruido en la actualidad), también se la ha podido ver posteriormente a lo largo del curso del Loa, y en el vado de Putama. Esto nos permite suponer que también podría habitar el río más al norte de Calama.  Se considera una colecta realizada en la frontera, en territorio boliviano, en las inmediaciones del Licancabur, pero la verdad es que carece de una identificación precisa. En eso me baso para asignarle la calidad de endémica. No obstante, como es “lo normal” que ocurra en nuestro norte y en esa zona boliviana, las colectas han sido muy escasas, por lo que no se podrá decir nada definitivo hasta que se visite el lugar u otros cercanos y se colecten más especímenes, si efectivamente se les encuentra. En esa zona cordillerana habita la especie Diapontia securifera, cuyas diferencias con D. calama sólo puede analizarlas un experto en el tema.

Por otra parte, y como siempre ocurre en nuestra región, no podemos descartar la posibilidad que, con un mayor trabajo de campo, se pueda cambiar lo que se conoce, ya sea concluyendo que las dos especies, Diapontia calama y Diapontia securifera son la misma, o incluso que pueda haber alguna otra especie más. 




En lo personal, he podido ver y apreciar muy bien a Diapontia calama, una hermosa araña, de un tamaño suficiente para poner nervioso a muchos (unos 25 mm), pero que en realidad es pequeña comparada con otras especies.

La Diapontia calama habita, como sus congéneres, junto a los cursos de agua, formando entre el follaje y el lodoso fondo de las orillas un refugio de tela, más bien cónico, bastante espacioso para contenerla a ella y a su ooteca y permitirle además amplia libertad de movimiento. Dado el lugar en que vive, son difíciles de ver y encontrar, ya que no es habitual para la gente el meterse en el barro, porque quien quiere acceder al agua busca siempre el lugar más despejado y de fácil acceso, y los colores oscuros y poco llamativos de la Diapontia la esconden muy bien de nuestra vista.

Estas arañas cazan en forma directa, bien al acecho o bien recorriendo el terreno, sin emplear una telaraña para ayudarse, cosa que sí hacen otras especies del género.

No es una araña que podamos llamar peligrosa, y tampoco agresiva. No existen registros de mordeduras de Diapontia y, hablando en general el veneno de las Lycosidae no produce mayores problemas a las personas.

Las imágenes nos muestran una hembra de Diapontia calama, encontrada en el río Loa; un nido de esta araña, de la misma localidad; una hembra del Vado de Puritama, a la que podemos ver llevando encima algunas crías (como es costumbre en todas las arañas lobo) y finalmente un hermoso y llamativo macho de Diapontia anfibia, especie que habita entre Coquimbo y Chiloé.

 

1-   Diapontia calama de Coya Sur. Imagen del Sr. Rodrigo Castillo Tapia.


Macho de Diapontia anfibia, región de Valparaíso. Imagen del Sr. Asiel Olivares.


3- Diapontia calama del valle de Puritama. Imagen del Sr. Juan M. Contreras Medina.



 

Para saber más:

 

Arácnidos comunes de Chile

https://sociedadchilenaparasitologia.cl/wp-content/uploads/2019/10/RPLA_Ara%C3%B1as_DEFINITIVA_vf-1.pdf

 

Aranae del extremo norte de Chile

https://publicaciones.mnhn.gob.cl/668/articles-38748_archivo_01.pdf