La Chimba 13
En reiteradas oportunidades hemos citado este nombre y por supuesto, visitado el
lugar llamado La Chimba 13. No significa que exista tal cantidad de quebradas con un
mismo nombre en nuestra comuna, más bien se trata de un solo sitio que resulta
de importancia para la arqueología local. Este lugar se ubica en la
desembocadura de la pequeña quebrada de Las Conchas a 3 kilómetros del borde marítimo y sobre los 270 metros de altura, ubicado en el sector norte de la ciudad de Antofagasta. Se
emplaza en una pendiente de las laderas occidentales de la Cordillera de la
Costa; en ese plan inclinado se han depositado formaciones dunarias,
actualmente activas.
Inicio de Quebrada Las Conchas
Las evidencias arqueológicas se encuentran diseminadas en la superficie
y ocupan, en forma continua, tanto la parte alta de esa gran duna, como la
parte baja, la que parece corresponder a una pequeña terraza.
“El sitio propiamente tal corresponde a un conchal de 0,9
hectáreas de superficie sobre arenas depositadas por el viento en la
desembocadura de la quebrada” (Bittman, 1987; Jackson et al., 2011)
La superposición de capas de sedimento expuestas durante las
excavaciones reveló fogones y material cultural hasta 40 centímetros de
profundidad; estratigrafía que evidenció dos momentos de ocupación en el
arcaico temprano: entre el 8280 a 8120 a.C., y desde 7680 a 7400 a.C.
Estos períodos representan un modelo de 2 fases que propuso
Agustín Llagostera y su equipo para el complejo (Llagostera et al., 2000).
Los grupos que habitaron La Chimba 13 consumieron
preferentemente moluscos y peces como el sargo o corcovado, ayanque, cabinza,
cabrilla y en menor medida corvina y jurel, la mayoría de los cuales habita aún
en la costa norte (Llagostera, 1979; Llagostera et al., 1997).
En los dos momentos accedieron a las mismas especies en
iguales rangos de tamaño, lo que habla de una estabilidad de recursos y
continuidad en las técnicas de captura.
Vestigios de tales tecnologías son las pesas de redes, que
usaban para entrampar peces en pozas y caletones.
La alimentación se complementó en menor proporción con
camélidos como el guanaco (Lama guanicoe) y pinnípedos como los lobos marinos
(Otaria sp.), usados mayormente como materia prima para la elaboración de
artefactos sobre hueso (Becker, 1998).
También se encontraron restos óseos de cánidos como zorro chilla
(Pseudalopex griseus), aves marinas y roedores (Cavia sp.).
Se registraron cerca de 200 litos geométricos además de
molinos planos, puntas de proyectil, pesas, raspadores, raederas, cuchillos y
escasos núcleos.
Litos Geométricos
En los conjuntos líticos es común el uso de materias primas de
origen local como basaltos y andesitas, pero también se constató algunos
silíceos de origen foráneo.
La predominancia de actividades de manufactura de artefactos
óseos y líticos se evidenció a partir de la gran cantidad de desechos de talla
lítica y astillas de hueso (Llagostera et al., 2000).
El uso de estos instrumentos para destazar animales y su
consumo ocurriría mayoritariamente en otras locaciones.
Se constató en el sitio el enterratorio de un adulto
masculino extendido boca abajo, cuyo cuerpo se encontraba incompleto y en malas
condiciones (Costa-Junqueira, 2001).
15 conchas de loco y residuos de pigmento rojo se encontraron
al lado de su cráneo y una capa de esqueletos bien preservados de peces y
conchas sobre el cuerpo. Próximo al individuo se hallaron fragmentos de
instrumentos en arenisca como limas y cilindros (Costa-Junqueira 2001).
Por su cercanía a la Cordillera de la Costa, La Chimba 13
serviría como asentamiento temporal "desde donde los cazadores tenían
acceso a los cotos de caza y por donde las presas transitaban enteras o ya
destazadas, hacia los lugares de consumo" (LLagostera et al., 2000: 469).
Por el gran número de litos, se propone que la función
prioritaria de La Chimba 13 fue de carácter ritual, relacionada con estos
objetos 'simbólicos'.
Se postula que habría sido un "punto de encuentro donde
las bandas se reunían periódicamente para celebrar sus ceremonias totémicas,
(…) un umbral que comunica dos ambientes ecológicos y subsistenciales: el
terrestre y el marino" (Llagostera et al., 2000: 470).
Referencias:
Museo
Regional de Antofagasta
“ocupaciones
tempranas y la aparición del pescador en la costa pacífica de Sudamérica”.
Agustín
Llagostera.
Instituto de
investigación arqueológica
Y museo de la Universidad Católica
Del norte, Chile.
MODALIDADES DE ENTERRAMIENTOS HUMANOS ARCAICOS EN EL NORTE
DE CHILE
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