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viernes, 23 de febrero de 2018

LOS PRIMEROS HABITANTES COSTEROS DE ANTOFAGASTA


La Cultura o el Complejo Huentelauquén.

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     Cuando recorremos nuestra costa o los faldeos de la cordillera costera de Quebrada La Chimba y Quebrada Las Conchas (por ser sitios considerados de alto interés arqueológico) Tenemos por costumbre el preguntar a los asistentes ¿Quiénes fueron los primeros habitantes costeros de Antofagasta?  La respuesta es inmediata “Los Changos” “Juan López” y esta respuesta es de dominio común. Algo sucede en nuestra educación (Comunal, regional) que no se ha podido integrar la información correcta a nuestros planes de estudio puesto que la cultura más antigua es -"la cultura Huentelauquén" o "complejo Huentelauquén", entre el 10.000 a.C. y el 7.000 a.C.- es por lo tanto la más antigua ocupación colonizadora de esta zona. Pensamos (Como institución) que debiera ser materia sabida por todos los que viven en esta región. Es algo muy básico.

Complejo Huentelauquén: Los primeros habitantes costeros de Antofagasta.

Imagen del Sr. José Perez de Arce

     El Complejo Huentelauquén se despliega extensamente por el litoral nortino chileno, y sus evidencias otorgan elementos respecto de los cambios en el ambiente y clima durante el Arcaico temprano.

    La Chimba 13 se ubica en la costa árida, territorio que experimentó transformaciones ambientales a causa de la transición entre Pleistoceno y Holoceno, cuando los grupos Huentelauquén lo habitaron.

Quebrada Las Conchas, Adyacente al sitio arqueológico la Chimba 13

     La estratigrafía del sitio reveló que fue ocupado en 2 momentos, que dan cuenta de las diferencias climáticas en la zona: 

- Del 8280 al 8120 a.C.: improntas o marcas de raicillas en los restos óseos, la presencia de un roedor y el tipo de semillas, indican que hubo un clima más húmedo que posibilitó crecimiento de vegetación sobre la duna, además de probablemente humedales o marismas.
- Del 7680 al 7400 a.C.: el tipo de semillas asociadas a suelos más firmes y menos húmedos, indicarían que comenzaron a experimentarse condiciones de aridez similares a las actuales, que impidieron el desarrollo de una cubierta vegetacional (Llagostera et al., 2000).

     Indicadores en las conchas de locos o Concholepas concholepas muestran que "la temperatura de las aguas litorales durante la mayor parte de la ocupación del sitio era 4°C inferior a las actuales y, posiblemente, más frías aún durante el primer evento ocupacional" (Llagostera et al., 2010: 474), lo que se relaciona con procesos de mayor precipitación y formación de dunas en la región.


Entrevista al Arqueólogo y Antropólogo Nestor Rojas Arias.

     Las condiciones oceanográficas no habrían sido tan distintas a las actuales, pues la mayoría de las especies de moluscos y peces registrados en La Chimba 13 subsisten hasta hoy en el litoral (Llagostera et al., 1997).

     La presencia de peces de aguas cálidas podría deberse a alteraciones temporales, como la corriente El Niño.

     En aquel período el norte semi-árido también experimentó mayor pluviosidad y un clima más frío y húmedo, con un aumento en la desertificación e instalación de las condiciones ambientales actuales en ambas zonas hacia el final de las ocupaciones Huentelauquén (Llagostera et al., 2000; Jackson et al., 2012).

     Estudios del relieve y fondos marinos realizados en la bahía de Taltal indican que la línea costera a fines del Pleistoceno estuvo al menos 1.5 kilómetros hacia el interior (Salazar et al., 2013). El posterior derretimiento de hielos provocado por el incremento de la temperatura propio del Holoceno temprano implicó que el mar alcanzara los niveles actuales.

Panel explicativo de nuestro Museo Regional de Antofagasta

     Muchos sitios arqueológicos previos al 10000 a.C. representativos de los grupos costeros de fines del Pleistoceno probablemente están bajo el agua por esta razón (Jackson et al., 2012; Salazar et al., 2013), y sus pesquisas son posibles gracias a la arqueología subacuática. 

     Estos cambios se inscriben en los procesos de la transición entre dos edades geológicas:

- Pleistoceno: entre 1.8 millones y 11500 años atrás, se caracterizó por grandes glaciaciones, cambios en la geomorfología del planeta, y la aparición de la especie humana.

- Holoceno: época actual que comenzó hacia 11500 años. Aumentos en la temperatura llevaron al derretimiento de hielos e incremento en el nivel del mar. Si bien hay cierta continuidad en la flora y fauna, se ha modificado progresivamente su distribución espacial.

     El poblamiento americano habría sido posible por la última gran glaciación de fines del Pleistoceno, que conectó Asia y América por el norte, lo que habría permitido el paso de grupos humanos.

     En la transición entre ambas épocas ocurrieron las primeras ocupaciones de este continente (Núñez et al., 1994) así como la extinción de un gran número de especies animales, como la megafauna (Frassinetti y Alberdi, 2005).

     Las evidencias del complejo Huentelauquén dan elementos para comprender estos procesos, en tanto los asentamientos tempranos de grupos altamente adaptados al mar plantean la idea del poblamiento sudamericano a lo largo de la costa Pacífico (Jackson et al., 2011, 2012).

Carátula del libro: Evidencias Tempranas del Poblamiento de Antofagasta

     Hallazgos en las últimas décadas refuerzan este modelo, pero los sitios de fines del Pleistoceno en las costas de Perú y de Chile no se han estudiado lo suficiente y son aún escasos como para resolver esta discusión, lo que guarda relación con la probable locación bajo el mar de estas ocupaciones tempranas (Sandweiss, 2008).

Complejo Huentelauquén: primeros habitantes costeros de Antofagasta

     Huentelauquén se ha caracterizado como un complejo cultural de cazadores recolectores pescadores tempranos, que habitaron a lo largo de la costa norte de Chile, hace más de 8000 años.

     Litos geométricos, puntas lanceoladas pedunculadas, pesas, facsímiles y micro-morteros de arenisca, molinos planos y raspadores de dorso alto se cuentan entre los objetos específicos con que se reconoce la presencia de estos grupos.

     El límite septentrional del complejo se localiza en el norte grande o árido, con el campamento La Chimba 13 por Antofagasta, y los aleros en quebrada Cascabeles y la mina San Ramón 15, cerca de Taltal.

Caminantes en la Mina de San Ramón. Comuna de Taltal

     Esta zona comprende un ambiente desértico con escasos o nulos cursos de agua, que abarca desde el límite con Perú por el norte hasta el río Copiapó por el sur, hacia la mitad de la Región de Atacama por el sur.

     Este río funciona como hito natural donde comienza el norte chico o semi árido, territorio de ambiente semi desértico con quebradas y cursos de agua que abarca hasta el norte de la Región de Valparaíso.

     Se constituye como 'ecotono' o ambiente de transición entre el desierto de Atacama y la zona central, por lo que presenta vegetación, clima y fauna asociados a ambos ecosistemas.

     Pichidangui se sitúa como límite meridional del complejo en esta zona, donde se encuentran sitios como Punta Ñagué, La Fundición o Huentelauquén, yacimiento que da su nombre al complejo.

     Fechados entre los 10000 a 6500 a.C. circunscriben el complejo al período Arcaico temprano, en la transición Pleistoceno-Holoceno.

     Las ocupaciones se radican generalmente en terrazas costeras asociadas a sistemas de antiguas dunas, desde los 20 metros sobre el nivel del mar, entre 500 a 1000 metros de la costa y próximas a recursos hídricos.

     Estarían ligadas a asentamientos en quebradas secundarias al interior de los valles, lo que reflejaría algún grado de movilidad residencial.

     Peces, moluscos y mamíferos costeros fueron la base de su subsistencia, complementados con recursos del interior como guanacos y mamíferos menores.

     Actividades mineras vinculadas a extracción de pigmentos se han registrado en la zona de Taltal, alrededor de 200 kilómetros al sur de Antofagasta.

Modelos Para el Complejo Huentelauquén

     Las primeras menciones sobre el complejo las hizo a principios de los 60' el arqueólogo Jorge Iribarren, quien describió los litos y los asoció a grupos cazadores costeros.

     En las últimas décadas, equipos de investigación han desarrollado distintas propuestas con relación a su patrón de asentamiento y subsistencia.

     El primero corresponde a un modelo de fases y zonas con diferentes énfasis en recursos marítimos o terrestres para su subsistencia, sugerido por investigadores de la Universidad Católica del Norte y de los Museos de Antofagasta, Atacama, La Serena y R. P. Gustavo Le Paige (Llagostera et al., 2000; Cervellino et al., 2000; Weisner et al., 2000):

- Primera fase, entre los 8500 a 6500 a.C., presente únicamente en la costa arreica, se asocia a una tradición de pescadores de la zona árida con movilidad más restringida al ámbito litoral.

- Segunda fase, entre los 7500 a 6000 a.C., presente en la costa arreica y en el semiárido, vinculada a cazadores del interior y del norte semiárido con movilidad este-oeste, en función de complementariedad de recursos.

     Según este modelo, la tradición costera aportaría los litos geométricos, mientras que los cazadores del interior las grandes puntas pedunculadas. El encuentro entre ambos grupos se produciría en el semiárido en la segunda fase.

Litos Geométricos Presentes en el Museo Regional de Antofagasta.

     La presencia de material propio de ambientes interiores como guanaco, obsidianas, cuarzos y andesitas en los sitios costeros, indujo a preguntarse sobre el grado de adaptación costera del complejo Huentelauquén y a explicar estos hallazgos (Jackson, 1998: 140).

     Investigadores de las Universidades de Chile y La Serena, y del Centro Nacional de Conservación y Restauración realizaron prospecciones en quebradas y valles al interior de las ocupaciones litorales tempranas conocidas para la Región de Coquimbo.

     Encontraron numerosos yacimientos interiores, a partir de lo cual los investigadores propusieron un segundo modelo donde Huentelauquén habría articulado 2 tipos de asentamientos (Jackson et al., 1999 y 2005):

- De orientación litoral: del 10000 a 8000 a.C., de grupos que subsistían eminentemente con recursos costeros y marítimos. En las ocupaciones de tipo residenciales se constató uso de materias primas locales y foráneas, mientras que en las de tareas predominaron las materias primas locales.

- De orientación a quebradas: del 7300 a 6000 a.C., subsistencia basada principalmente en el guanaco, zorro, roedores y aves, y un uso mayoritario de materias primas locales. Las ocupaciones serían más bien ocasionales en desembocaduras, cursos medios o cabeceras de quebradas, con acceso a ambientes lacustres y bosques relictos.

     Las ocupaciones y conjuntos arqueológicos asociados al complejo Huentelauquén en la costa árida del desierto de Atacama aluden a la subsistencia y al sistema interconectado de locaciones de sus primeros pobladores, que vivían de la caza, pesca y recolección en el Arcaico temprano.

De Pie. Arqueólogo y Antropólogo Sr. Nestor Rojas Arias

Su sistema de asentamientos incluía:

- Campamentos residenciales junto al borde costero, hoy probablemente sumergidos.
- Sitios ceremoniales como La Chimba 13.
- Zonas logísticas como los aleros de quebrada Cascabeles en el piedemonte.
- Locaciones de explotación minera como San Ramón 15 en la Cordillera de la Costa (Llagostera et al., 2000; Castelletti, 2007; Salazar et al., 2010).

     Esta diversificación expresa un aprovechamiento y manejo integrado de fauna, vegetación, cursos de agua y canteras de rocas (Salazar et al., 2010).

Antiguos Senderos de Guanacos en Cordillera Costera de Antofagasta-Chile.

Referencias:

Imagen. José Pérez de Arce, el ilustrador de los pueblos precolombinos


Museo Regional de Antofagasta


ocupaciones tempranas y la aparición del pescador en la costa pacífica de Sudamérica”.
Agustín Llagostera.
Instituto de investigación arqueológica
Y museo de la Universidad Católica
Del norte, Chile.


Para saber más:

Nuevas evidencias estratigráficas para el Complejo Huentelauquén



Mina San Ramón: El hallazgo que revoluciona la actividad minera



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