“Y ya lo ve, y ya lo ve, son los Pumas del A.P.”
Una historia (bien patrimonial) que podría quedar dentro de las
misceláneas – según algunos - al tener un público tan acotado y rebobinando
bien atrás en la historia, pero este, es un público fiel a los colores que
representan y representaron a esta gran Perla del Norte, además, nos cuenta
detalladamente sobre los inicios del balompié local en el profesionalismo, las
dificultades que tuvo que sortear para llegar a las grandes ligas e
independiente que sus logros no fuesen todo lo fulgurante que se esperase, este
club y sus siglas – A.P.- sigue en la memoria de sus viejos seguidores. Al fin
y al cabo, es parte de nuestro patrimonio y como tal debe tener su sitial.
Pues bien. Se dice que la historia de Club de Deportes
Antofagasta se inició casi como una novela de amor y odio, porque logró unir a
dos bandos tradicionalmente rivales dentro de la cuidad: Unión Bellavista y
Portuario Atacama, dos viejos conocidos que en aquel entonces jugaban en la
liga local aficionada (amateur para los puristas).
El primero, Unión Bellavista, inició el año 1965 las acciones
para unirse al fútbol profesional, trámite para lo cual hizo expresa su
petición a la Asociación de Fútbol amateur, a fin de no cometer ningún tipo de
error. Lamentablemente las intenciones del Club no prosperaron, puesto que, al
notificar su incorporación, a la entonces Asociación Central de Fútbol de Chile
(A.C.F.), lo hicieron bajo el nombre de "Norte Grande", colectividad que
no figuraba en los listados de la Federación de Fútbol de Chile. Por lo tanto,
dicha solicitud fue denegada por la nombrada entidad.
Al año siguiente, en 1966, el Club Portuario Atacama postula
nuevamente para que la capital de la segunda región pueda al fin tener fútbol
rentado. Todo nace de la iniciativa de don Gustavo Chellew, que por aquella
época llegó a la ciudad a hacerse cargo de la administración de la Empresa
Portuaria de Chile (Emporchi).
El ofrecimiento de 15 puestos de trabajo para los jugadores
dentro de la Administración del Puerto y, el acondicionamiento para una sede
social del Club fue suficiente para despertar el interés en una nueva
postulación al profesionalismo. Así, se iniciaron los mismos trámites que meses
antes, sus archirrivales de Bellavista habían solicitado a la Asociación
Central de Fútbol (A.C.F.).
Lamentablemente esta iniciativa corrió la misma suerte que su
antecesora. Pero ahora se abría una puerta de esperanza, debían ambos clubes
fusionarse y lograr así el sueño de que Antofagasta tuviera fútbol profesional.
Los clubes Bellavista y Atacama se enlazaron en una riña de no acabar. Los
primeros postulaban el nombre de "Unión Antofagasta" por ser los
primeros en postularse; mientras que los del puerto se sentían con el derecho
de nombrar al club emergente como "Antofagasta Portuario", abogando
por entregar la mayor cantidad de socios y jugadores.
Luego de extensas conversaciones, dentro de las cuales
intervino el alcalde de aquel entonces, don Juan Floreal Recabarren, se llegó
al feliz acuerdo de llamar al nuevo invitado al fútbol rentado "Club de
Deportes Antofagasta Portuario".
Así, bajo aquel nombre y el día 14 de mayo de 1966, se dio la
bienvenida a la ciudad al campeonato de Fútbol profesional. Y ese año se empezó
en la segunda división de ese campeonato. Con ello, Antofagasta Portuario se convirtió en el primer
club profesional de fútbol chileno del norte grande del país.
EL A.P.
De esta manera, su primera directiva fue presidida por el
propio alcalde Juan Floreal Recabarren Rojas. Le acompañaron en el cargo:
Eugenio López Novoa, primer vicepresidente; Juan López Araya, segundo vicepresidente;
Leopoldo Quinteros Argandoña, tesorero; Justino Mur, protesorero; Eduardo Rojas
Cruz, secretario; Hugo Luna Herrera, prosecretario.
Pero como no había quedado mucho tiempo para conformar un
plantel preparado para esa "alta" competencia, se sostuvo el peso del
equipo en la selección amateur que, en esos instantes, conformaban: Nelson
Flores, Miguel Muñoz, Ernesto Jauregui, Leonardo Carvajal, Buddy Van Gurp,
Gregorio Silva, Lautaro Encalada, Leonardo Calvimonte, Mario Páez y varios más.
El primer cuerpo técnico del equipo fue compuesto por Luis Santibáñez
Díaz como entrenador; Buenaventura Sarria Vargas, ayudante técnico; Clodomiro
Faguett, utilero y Manuel Castillo, masajista.
La primera campaña del ya conocido como A.P. fue más bien
regular, alcanzando la décima posición, ganando los dos partidos iniciales del
campeonato. Aquellos sendos triunfos le trajeron como recompensa un caluroso
recibimiento por parte de la ciudad, que lanzó a sus habitantes a las calles
para recibir a sus héroes.
Precisamente, el debut lo hizo frente a "Lister
Rossel" (Deportes Linares), ganando por dos goles a uno, jugando de visita. El segundo
partido fue frente a Municipal de Santiago, allá en la capital. Esa tarde se
remontó un parcial de dos goles por un final cuatro contra dos. Fue el primer
carnaval en Antofagasta ese año.
En ese mismo año Antofagasta Portuario recibió el apodo de
los coreanos, por la entrega de los jugadores dentro del campo de juego, en
todos los partidos del torneo 1966.
Parte del himno del
A.P.
Late muy fuerte anhelante los corazones
Todos se funden en un palpitante crisol
Nuestros muchachos con alma de campeones
Ya calmarán nuestra ansiedad con un gran gol
Hay emoción gran ansiedad cuando en la cancha
Corriendo van los pumas del A.P.
El pecho se ensancha para gritar
Viva el A.P. - Viva el A.P. - Viva el A.P.
NACEN LOS “PUMAS”
Muchas generaciones, sobre todo las nuevas, se deben estar
preguntando ¿por qué los "Pumas”? ¿Dónde comenzó este nombre?
Dicen las crónicas y sus adeptos que todo comenzó en la
"arena política", con el incisivo trabajo de "Estilete"
-columnista de política del Diario “La Estrella del Norte”- quien no tardó en
tildar a los regidores de la época como "pumitas". En ese tiempo, el
periodismo deportivo de la capital reconocía a los equipos de Primera como
"leones" y a los de Segunda como "pumitas".
Estilete, con su habitual sarcasmo, se refirió a los
regidores antofagastinos como "pumitas". Cada semana entregaba un
balance del quehacer municipal bajo el título de "Así están los pumitas"
que, sacaba risas y fuertes repercusiones.
Por ser un club que jugaba en el Ascenso, el ojo crítico del
cronista deportivo Raúl Salazar bautizó al A.P. como "Pumitas", apodo
que se consolidó en el tiempo, dejando de lado toda connotación peyorativa, y
que se mantiene hasta nuestros días.
Cuando desapareció el A.P, asomó levemente el CRA y se impuso
el CDA
El primer cambio de nombre de la institución fue el año 1974
y se hizo en función de una incorporación de toda la región al fútbol. Se dejó
el viejo Antofagasta Portuario (AP), por el de Club Regional Antofagasta,
(CRA).
Con la aparición de Cobreloa en el balompié profesional no se
justificaba el nombre de Regional Antofagasta, por lo tanto, se pensó
nuevamente en cambiarlo. Ante ello, fue que el presidente del club, el abogado
Jorge León Vargas, realizó la escritura pública para pasar a llamarse a fines
de 1979 "Club de Deportes Antofagasta" (CDA), nombre utilizado hasta
el día de hoy.
Referencias:
La Estrella del Norte
La Cumbia del A.P.
Himno del A.P.
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