Hay ciertos espacios en nuestra región que, resultan
emblemáticos para nuestra desértica geografía - en la actualidad -, más, estos
espacios recién comienzan a experimentar la urbanidad (caminos y sendas) a
fines de los años ´90, pudiendo nombrar algunos lugares que serán reconocidos
por los locales y de un máximo interés turístico para los visitantes, ejemplos
como: Playa Escondida, Hito 24 Zurita, ensenada Los Choros y por supuesto, Punta
Angamos.
Anterior a estas fechas, aquellos sectores solo eran
considerados morada de la fauna y cuna de algún derrotero olvidado. Han de imaginarse entonces lo complejo que
resultaba el acceder a ciertos puntos - en décadas pasadas – más aún, cuando el
interés no era el turístico, simplemente se requería llegar en ayuda o en auxilio.
He aquí – entonces - una de esas historias, una breve
narración de un accidente aéreo ocurrido el año 1947 al sur del Cerro Coloso,
un espacio que, en aquella época, no contaba con caminos, vías o sendas y el
llegar al lugar del suceso requirió – literalmente - de una expedición.
Al Final del Camino. En Busca del Electra
Textual:
Según Iván G. Siminic, creador del Blog “El Observador
Aeronáutico”. Lo más trágico en el historial nacional de los aviones Electra
vino el lunes 4 de agosto de 1947 cuando el avión CC-CLE 0003, esto es el
primer Electra que en 1941 incorporara la LAN, se estrelló contra el cerro Jorjillo,
cerca de Antofagasta, una elevación ubicada entre el monte Jara y el cerro
Coloso, pocos minutos antes de las 15.00 horas de ese día. En el hecho murieron
los tres ocupantes de la nave: Roberto Reed Merino (piloto), Enrique Álamos
Ojeda (copiloto) y Ramón González Rodríguez (único pasajero). El avión resultó
totalmente destruido e incendiado y –un hecho curioso– la matrícula se canceló
en el Registro al día siguiente, apenas se tuvo noticia del drama.
El martes 5 comenzaron las tareas de búsqueda, tanto naval
como aérea. En la carrera por encontrar los restos participaron aviones
Fairchild del Club Aéreo de Antofagasta operando desde la pavimentada pista de
La Chimba (800 metros), varios AT-6 Texan de la FACh y un B-17 Aero
fotogramétrico militar estadounidense que trabajaba en el levantamiento
cartográfico del país en esos mismos días. Finalmente, los restos fueron
ubicados el mismo martes 5 en el cerro Jorgillo (de 1.216 metros), a unos 70
metros de la cumbre, por el teniente FACh Hernán Buchi, quien a las 10.45 horas
avisó por radio del hecho.
Otra versión que circuló esos días señala que fue un avión de
la LAN el que encontró los restos: el Beechcraft AT-7 matrícula CC-CLN 0012
piloteado por Cirilo Halley y René Pairoa, avión que había salido de Santiago
las primeras horas del martes 5 para colaborar en la búsqueda. Como fuera, una
expedición dirigida por el agente comercial de la LAN en Antofagasta, e
integrada por diversas personas, se dirigió en la mañana del martes al sitio
del suceso, encontrando destrozados a los cuerpos de los tres ocupantes.
Finalmente, digamos que Roberto Reed Merino era piloto de guerra especialista
en bombardeo, ingresado a la LAN en octubre de 1946, y con más de 2.200 horas
de vuelo (militares y civiles); Enrique Álamos Ojeda había ingresado a la LAN
en abril de 1947; y el pasajero Ramón González Rodríguez era hijo del agente de
LAN en Vallenar, don Ramón González Roller, y volvía a su domicilio en
Antofagasta.
En la actualidad, este vasto paraje está definitivamente anexado al circuito
turístico de la comuna. Cuenta con un camino en muy buen estado, camino que nos
lleva a diversos espacios: Cabo Jara, Playa Escondida, las Areneras y finaliza -inexorablemente
- en donde asoman las primeras grietas producto de las lluvias milenarias y cerca
de uno de los mayores asentamientos de los antiguos habitantes de la costa (a
nuestra observación), con gran presencia de enterratorios y vestigios
arqueológicos ¿Del avión? algo de este se conserva, muy en el fondo de una de
las tantas quebradas y quebradillas que surcan este árido suelo. Hemos de
prender una vela por los fallecidos, será hasta nuestro próximo regreso.
Al Final del Camino. En Busca del Electra
Al Final del Camino. En Busca del Electra
Al Final del Camino. En Busca del Electra
Referencias:
El Observador Aeronaútico:
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