Hablar sobre este tema - a cabalidad - nos demandaría mucho tiempo, sería mucha la información por compartir y contar con la paciencia de los lectores puesto que, es un tema en donde se mezcla la ciencia, la investigación y la teorización, por lo tanto – salvo excepciones – se lo dejaremos a los arqueólogos (ellos son los expertos) y nosotros abordaremos algo más banal y acorde a nuestros conocimientos, la Vilca, Anadenanthera colubrina var. cebil.
Imagen extraída de Chungara, Revista de Antropología Chilena,
Volumen 48, Nº 4, 2016. Páginas 589-606. VILCA, ENCUENTRO DE MIRADAS: ANTECEDENTES
Y HERRAMIENTAS PARA SU PESQUISA EN CONTEXTOS ARQUEOLÓGICOS DEL ÁREA CENTRO SUR ANDINA.
Francisca Gili, Ximena Albornoz, Javier Echeverría, Magdalena
García, Carolina Carrasco, Fernanda Meneses y Hermann M. Niemeyer.
La Vilca propiamente tal, es un árbol sudamericano
que podemos encontrar en Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay y Perú. Más,
existen algunas páginas que incluyen a esta especie en nuestro país, pero, para
tristeza de algunos y basados en estudios recientes, hemos de informar que no se
trata de la misma especie antes citada.
Aparte del nombre de Vilca, la Anadenanthera colubrina se le
conoce como (nombre común): Huilco, kurupa'y, curupáy, wilco, cebil, angico,
anguo.
Ahora ¿Por qué la importancia de sacar a colación este
hermoso arbolito y sus semillas?
Nos refieren algunos historiadores y muy especialmente los arqueólogos
que, los pueblos del litoral fueron consumidores de polvos preparados con este
tipo de sustancias. Los primeros vestigios de estas prácticas rituales datan
del primer mileno antes de nuestra Era, cuando ya existían los dos instrumentos
básicos del equipo alucinógeno: una tableta para depositar los polvos y un tubo
para inhalarlos por la nariz. Si bien, se desconoce con precisión cuáles eran
las sustancias que inhalaban los pescadores del litoral chileno, estudios realizados
en San Pedro de Atacama, donde estos ritos fueron muy comunes, demuestran que
parte de los componentes químicos provenían de semillas de cebil (Anadenanthera
colubrina), un árbol que crece en Bolivia y el noroeste de Argentina.
Algunas investigaciones hacen referencia que, estos polvillos
alucinógenos, no solo se aspiraban, también podían administrarse por infusiones
o por enemas.
El estudio consultado (referencia al final del escrito) hace
especial referencia a las semillas de A. colubrina var. cebil puesto que constituyen
una evidencia directa de su consumo, así como también los microfósiles y
sustancias químicas contenidos en residuos de artefactos arqueológicos.
Respecto de la presencia de semillas, los sitios con hallazgos de macrorrestos
en la Pampa del Tamarugal corresponden a: Caserones-1 (García et al. 2014),
Tarapacá-40 (Méndez-Quirós et al. 2009), Planta de Ripios (Belmar y Quiroz
2008) y Quillagua-89 (Agüero et al. 2006). Para el área del Oasis de San Pedro
de Atacama se registran semillas en los sitios de Solcor (Torres et al. 1991),
Solcor Nueva Población y Quitor (Caffarena 2014), y además en la exhibición del
Museo Arqueológico R.P. Gustavo Le Paige figuran dos semillas arqueológicas
descontextualizadas, probablemente pertenecientes a Solcor (com. pers. Manuel
Constantino Torres, 2015). Por último, en la Puna de Jujuy también se
documentan semillas en el sitio Inca Cueva 7 (Aschero y Yacobaccio 1998-1999).
¿Qué dice sobre este tema el Museo Regional de Antofagasta?
Consumo de alucinógenos en el Chile prehispánico (textual y
parcializado por nuestra parte)
Las tabletas de madera encontradas en entierros fueron
descritas como objetos de ofrenda funeraria por Latcham en el libro Los Changos
(1910) sin comprender del todo su funcionalidad.
Su uso esnifatorio o inhalatorio para consumo de alucinógenos
fue descrito posteriormente, y corroborado con estudios etnográficos.
En sus Relaciones de 1851, Pedro Sotelo de Narváez narra la
inhalación de alucinógenos por parte de las poblaciones prehispánicas:
"Toman por las narices el sebil[sic], que es una fruta como vilca; hácenla
[sic] polvo y bébenla [sic] por las narices" (1851(II): 152).
Del 2130- 2080 a.C. son las evidencias más antiguas del uso
de estas semillas, vinculadas a pipas del sitio inca Cueva en la puna de Jujuy,
Argentina, a 3.860 metros de altura (Fernández, 1980).
Se les asocia con cajas de madera y tubos hallados en ajuares funerarios en el litoral norte chileno, San Pedro de Atacama y noroeste argentino (Torres, 1986; Sepúlveda, 2006; Gili, Espinoza y Villagrán 2009).
Esta parafernalia inhalatoria se ha encontrado en bolsas
textiles en éste y otros contextos arqueológicos, con artefactos como:
-
Pequeños
morteros
-
Espinas
de cactus
-
Espátulas
de madera
-
Cucharas
de madera
- Estuches de cuero para guardar las plumas usadas en la limpieza de los tubos (Sepúlveda, 2006).
Imagen extraída de Chungara, Revista de Antropología Chilena, Volumen 48, Nº 4, 2016. Páginas 589-606. VILCA, ENCUENTRO DE MIRADAS: ANTECEDENTES Y HERRAMIENTAS PARA SU PESQUISA EN CONTEXTOS ARQUEOLÓGICOS DEL ÁREA CENTRO SUR ANDINA.
Francisca Gili, Ximena Albornoz, Javier Echeverría, Magdalena
García, Carolina Carrasco, Fernanda Meneses y Hermann M. Niemeyer.
Pero ¿qué hace tan especial a la semilla de este arbolito
mágico? La Bufotenina pues. Alcaloide con efectos alucinógeno.
El estudio consultado dice: Los componentes psicoactivos de
las especies del género Anadenanthera han sido caracterizados en diversas
publicaciones. Stromberg (1953) es el primero en aislar la
5-hidroxi-N,N-dimetiltriptamina (bufotenina) desde Anadenanthera peregrina.
Luego, Fish y et al. (1955) aíslan bufotenina, óxido de bufotenina y óxido de
N,N-dimetiltriptamina desde las semillas y N,N-dimetiltriptamina (DMT) desde
las vainas de Anadenanthera peregrina. Más tarde, Schultes y Hofmann (1980)
analizan semillas de A. peregrina recolectadas en Puerto Rico encontrando en
primera instancia DMT, bufotenina y 5-metoxi-dimetiltriptamina (5-MeO-DMT),
aunque dos años más tarde repiten el análisis sobre la misma muestra de
semillas y encuentran únicamente bufotenina. Posteriormente analizan muestras
de A. peregrina recolectadas en las sabanas de Raudales de Maipures en Colombia
en 1854, en las cuales solo identifican bufotenina. Torres y Repke (1996)
analizan semillas de A. colubrina var. cebil recolectadas en Misión
Wichi-Mataco y cerro San Bemardo en Salta y concluyen que la molécula presente
en mayor concentración es la bufotenina y sugieren su utilidad diagnóstica para
corroborar la presencia de A. colubrina var. cebil: "el único género
involucrado en el complejo alucinógeno que contiene bufotenina es la Anadenanthera"
(Torres y Repke 2006:50). De esta manera se concluye que la bufotenina sería la
molécula más estable y conspicua en el género, presentando una mayor
concentración en la semilla (Torres y Repke 2006), datos fundamentales para
emprender la búsqueda de A. colubrina var. cebil en contextos arqueológicos,
particularmente en los residuos contenidos en artefactos utilizados en el
consumo de sustancias psicotrópicas. En relación con los elementos histológicos
de A. colubrina var. cebil se han registrado tanto en la semilla como en la
cubierta seminal gránulos de almidón simples ovales y esféricos, granos y
estructuras compuestas (Korstanje y Babot 2007), así como células en empalizada
y pared celular de la cubierta seminal (Pochettino et al. 1999).
Pero este arbolito debe servir para algo más.
Alimento: Se hace una bebida dulzona con la corteza.
Goma: La goma puede usarse de la misma manera que con la goma
arábiga (Goma de pegar)
Tanino: El tanino de A. colubrina se usa en la industria para
procesar cueros animales.
Medicina tradicional: La goma se usa para tratar infecciones
del tracto respiratorio superior, como expectorante y calma la tos.
Madera: En el Brasil nordestino, es usado primariamente para
madera en especial para aperos, en la construcción, para puertas, marcos de
ventanas, cercas, vigas, plataformas, pisos, durmientes." La madera se
reporta como fuente preferida de leña para la cocina, porque da fuego fuerte y
de largo aliento. Muy usada para hacer cercas, ya que las termitas parecen no
atacarla. Fue en su tiempo, usada para construir casas, pero cada vez es más difícil
encontrar suficientes árboles para tal propósito.
Farmacología
Los compuestos químicos en A. colubrina incluyen:
-
Bufotenina
(semillas)
-
Óxido
de bufotenina (semillas)
-
N,
N-dimetiltriptamina (semillas y vainas)
-
Óxido
de N, N-dimetiltriptamina (semillas)
Uso enteogénico
Para hacer el polvo psicodélico vilca (o cebil), los granos
negros de las legumbres de estos árboles primero se tuestan hasta que estallan
como palomitas y luego se muelen. El tostado facilita la remoción de la cáscara
antes del molido. El polvo resultante se mezcla en un mortero con cal. La
mezcla se humedece a una consistencia similar a masa de pan, usando una pequeña
cantidad de agua. Una vez humedecido, se macera en una pelota por varios minutos
a varios días, según la costumbre local, permitiendo la reacción de la cal con
el agua para formar hidróxido de calcio, y de este con la bufotenina para
formar bufotenato cálcico (5-CaO-dimetiltriptamina: DMT). El hidróxido de
calcio también reacciona con algo de DMT y de 5-MeO-DMT presente en la forma de
base libre de DMT y de 5-MeO-DMT. Durante el macerado, mucho del exceso de
hidróxido de calcio, que de otra manera sería irritante para la mucosa nasal,
reacciona con el dióxido de carbono del aire para formar carbonato de calcio.
Otro psicodélico parecido es el yopo, preparado de Anadenanthera peregrina.
El compuesto activo principal de vilca es la bufotenina. A.
colubrina contiene 12,4% de bufotenina. Como el bufotenato se metaboliza
rápidamente, sus efectos son de corta acción. Según reportes de 1996, los
chamanes wichí usan activamente la Vilca, con el nombre de hatáj. Se afirma que
los Incas consumían las semillas. La evidencia más antigua de uso proviene de
tuberías en la provincia de Jujuy, Argentina, lo que sugiere que el uso de
Anadenanthera colubrina como enteógeno tiene más de 4,000 años.
Ahora llegamos al meollo del asunto. Este árbol en Chile y
muy específicamente en Calama, lugar en donde se reportó la presencia de esta
especie:
Dice uno de los estudios consultados:
La Anadenanthera colubrina var. cebil no está presente en
nuestro país, existiendo otra especie a la cual se denomina Acacia visco y es
conocida en el norte como vilca o vilco y en Argentina como visco, viscol o
viscote, este árbol muestra una distribución amplia que incluye el norte y
centro de Argentina y en el Chaco boliviano y paraguayo, y aparece en el
catálogo de la flora vascular de Chile en la categoría de especie introducida
(Marticorena y Quezada 1985). El trabajo etnobotánico de Villagrán y Castro
(2004) la ha documentado como una especie utilizada como remedio por las comunidades
del río Salado, en la cuenca del río Loa. Además, en el área de San Pedro de
Atacama antiguamente se usaban las semillas como elemento simbólico en
"limpias" (com. pers. Carlos Aguilar, artesano de San Pedro de
Atacama, 2015). La "limpia" es un concepto que alude a la idea de
purificación, de preparación, para anular fuerzas negativas y propiciar la
fertilidad (Castro y Varela 1994). Los análisis químicos de las semillas de
Acacia visco solo han caracterizado los perfiles de ácidos grasos (Lamarque et
al. 2000), pero hasta ahora han arrojado resultados negativos para la presencia
de triptaminas (Santos Biloni 1990) y de cualquier otro alcaloide psicoactivo
conocido (Torres 1998; Torres y Repke 2006). Por otra parte, se han documentado
en la semilla y cubierta seminal de A. visco gránulos de almidón simples
poliédricos de seis lados (Korstanje y Babot 2007), así como silicofitolitos en
forma de plaquetas transparentes con textura granulosa y bordes rectos (Babot
2009).
En resumen, las semillas y las vainas de esta especie nortina no
sirven para visitar al Dios Fox, Pachamama, etc.
Para saber un poco más.
Museo Regional de Antofagasta
https://www.museodeantofagasta.gob.cl/629/w3-article-53076.html?_noredirect=1
Museo Chileno de Arte Precolombino
vilca, ENCUENTRO DE MIRADAS: ANTECEDENTES Y HERRAMIENTAS PARA
SU PESQUISA EN CONTEXTOS ARQUEOLÓGICOS DEL ÁREA CENTRO SUR ANDINA
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73562016000400007
INSTITUTO DE BOTÁNICA DARWINION
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