Los Chironomus del Desierto-Desierto
Les resultará increíble, pero, hasta en los espacios más
remotos del Atacama, hemos encontrado vida.
Es indudable. Hay ciertos bichos que causan repulsa de forma
inmediata, otros causan temor y otros, simplemente pasan desapercibidos para la
gran mayoría, pero aquellos, los más, cohabitan con nosotros, viven entre
nosotros y sobreviven gracias a nosotros, los humanos.
Pues bien. Estos, los de las imágenes, no nos necesitan y no
formamos parte de sus ciclos de vida. Quizás por aquello, no sepamos nada de
ellos y no nos interese conocerlos.
Nuestra aventura
El día de ayer, domingo 22 de mayo, del año 2022, nos fuimos
de explorativo al medio del desierto, por aquellos espacios en donde nada vive,
nada crece, - según algunos – por los lugares en donde no llega la camanchaca y
no hay registro de lluvias en periodos recientes. Esto – lo anterior - podría
indicar que, solo encontraríamos roca y arena, la soledad absoluta del
desierto, pero sorprendentemente, no fue así.
Al detenernos en un vasto espacio, notamos -inmediatamente -
la presencia de unos pequeños mosquitos, unos dípteros que salían de un pequeño
pozo. En todo el lugar no había presencia de agua y no era dable el encontrar
un atisbo de vegetación, en kilómetros a la redonda. Todo era, desierto y más
desierto.
A simple vista, estos mosquitos asemejaban a zancudos,
aquellos molestos insectos – conocidos por todos - que propagan ciertas
enfermedades y, si se hubiese tratado de estos, su sola presencia hubiese
puesto más incógnitas a la ecuación, puesto que, aquellos bichos, requieren
necesariamente la presencia de agua para su reproducción, para que hablar de su
sobrevivencia.
Luego, el Sr. Bichólogo, Don Rodrigo Castillo del Castillo y
Castillo Tapia nos acota que se tratarían de Típulas, especies confundidas con
los zancudos, pero no son hematófagas. Nuevamente asoma la pregunta ¿Qué hacen
acá y de que viven?
Ya en el trascurso de la tarde y luego de varias consultas y
revisiones bibliográficas, el Sr Bichólogo nos dice: - La especie corresponde a
un Chironomus sp., de la familia Chinoromidae, Pero
estas son descritas en entornos fluviales ¿Qué hacen acá?
Llegamos a la especie, el Sr. Bichólogo lo hizo, ahora,
responder el porqué esta especie se encuentra en medio del desierto, eso no
tiene respuesta – nuestra respuesta – y solo nos resta el agregar, que estos
parajes contienen más vida de lo que se conoce o se describe y por muy simple
que esta vida nos parezca, merece nuestro respeto y protección. El hecho de
encontrarse con vida (con flora y/o fauna) en estas soledades, es sorprendente.
Si contásemos con recursos y con los medios apropiados,
podríamos llegar más allá del género, o sea, a la especie. Para nuestra
institución, el simple hecho de investigar, buscar y clasificar es oneroso,
pero se hace con gusto. ¿Se imaginan donde llegaríamos si contásemos con los
recursos?
Agradecimientos a:
A mí, por haber visto a estos bichos a pesar de estar casi
ciego.
A Henry por meterse al pozo y sacar las imágenes
Al Sr. Bichólogo, por insistir en su identificación
A Milly, por la paciencia.
A La Maquina Misterio (Auto del Sr. Castillo) por llevarnos a
todos los lugares que queremos visitar.
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