Por el Norte de Camiña
Durante el
periodo estival – temporada de verano - es cuando se dan las mejores
oportunidades para colgar nuestro tradicional equipo de montaña y nos dedicamos
a viajar, a recorrer nuevos espacios que se encuentran más alejados de nuestra
región – de Antofagasta-Chile – pero que forman parte del Atacama, este extenso
desierto que avanza, eso es evidente, ya sea por causas naturales (ciclo
climático) y/o por intervención del sapiens-sapiens (calentamiento global).
Pues bien. En
esta oportunidad nos fuimos a la región de Tarapacá, hermosa región, y nos
adentramos por las quebradas del interior en dirección a la localidad de
Camiña. La idea era muy simple, acceder lo más temprano posible a dicho poblado
y embarcarnos en 7 vehículos totalmente adaptados a los escarpados caminos - de
altura - para visitar las enigmáticas Lagunas de Amuyo, una de las cuales se
conoce como Laguna de Sangre. Una gran travesía por caminos ¿dije caminos? Por
huellas (Tampoco eran huellas) por sendas que harían dudar hasta el más eximio
de los Rallystas, pero nuestros guías locales, todos ellos de la comunidad
Aymara de Camiña, con Anacleto como el gran líder, supieron sortear los
obstáculos y realizar la travesía con 0 daños (salvo a nuestras magulladas dignidades).
Llegamos a la
localidad de Quisama, unos 5 km antes de Camiña, a eso de la 08:00 hr.
Hubiésemos llegado antes si Francia no hubiese estado en carnaval y esto – el
carnaval - conglomeró a bastantes personas con sus vehículos. Estos vehículos
quedaron estacionados a ambos lados de la calle, calle que es también parte del
camino que nos lleva a la parte profunda de la quebrada y solo quedó como
solución el tocar insistentemente la bocina para que los propietarios bajasen a
correr sus autos (por sugerencia de un vecino) Bocinazos a las 05 de la mañana,
no creo que causásemos una buena impresión en la gente. En Quisama nos tuvimos
que quedar estacionado con nuestro vehículo ya que el camino, además de ser
angosto, en extremo, tenía curvas muy cerradas, vericuetos que no daban la
posibilidad de maniobrar ya que era demasiado el riesgo. En este punto nos
encontramos con nuestros próximos vehículos de ruta y nuestros guías. Mientras
descendemos - comentamos entre nosotros – lo que habíamos pasado y la fortuna
de haber llegado tan bien (No sabíamos lo que se nos venía).
Los Horarios
Fijamos los
horarios aproximados de retorno. Unos dicen las 14:00 hr, otros las 15:00, pero
lo cierto es, que volveríamos con luz. Nos acomodamos en estos vehículos que
estaban adaptados para todo camino, eran furgones con capacidad de 7 pasajeros,
pero, solo llevarían a 6 personas. Era evidente. Si alguno de estos vehículos
fallase o quedase atrapado, se podrían distribuir los pasajeros y todo
solucionado (elemental mi querido Watson).
Vemos – al
poco andar - el poblado de Camiña a nuestro paso, las grandes plantaciones de
choclos que abarcaban todo lo ancho y extenso de la quebrada, un deleite para
el amante de las humitas y comenzamos a subir. Había que llegar a la cumbre de
los cerros – según el guía - para enfilar a las mentadas lagunas, pero, pero,
pero. Cada curva que se nos viene encima es más cerrada, no hay valla que
proteja y han de ser 2000 mt de camino ripiero para llegar arriba. Mamáaaa.
Ya estamos
arriba. Una pequeña estructura como ermita así nos lo indica y nos reciben las
grandes columnares de Tarapacà. El cactus Candelabro y las Eulychnias. Son
hermosas y quisiera bajar a fotografiarlas, aunque mejor lo hago al regreso,
así no hago perder tiempo.
Ya llevamos
un par de horas y aún no llegamos.
Llegamos a un
valle en donde corre un riachuelo, el guía indica que ha subido el nivel del
agua por las últimas lluvias y que costará atravesar, pero la porfía siempre
gana y lo atravesamos e inclusive apoyamos a un extranjero y su señora
(Extranjero, habitante de extranja) quienes iban en dicha dirección en un
city-car. Era evidente que no llegarían, salvo que fuese manejando el Sr.
Bichólogo, pero Don Rodrigo Castillo del castillo y Castillo Tapia se había
quedado en Camiña recolectando bichos y comiendo choclos.
Los
conductores agregan que queda poco para llegar, pero no indican que, ese poco
para llegar sería tan movido. Curvas, cumbres, volcanes, serranías, burros
curiosos y no asoma dicha laguna por lado alguno ¿Vive gente por estos lares?
Al parecer muy poca. Vemos una casa apenas bajamos por la pendiente y es el
gato el que primero nos sale a recibir.
Es un lugar
increíble, majestuoso, solitario, lleno de vegetación y de vida silvestre. De
la manguera sale agua tibia (han de ser aguas termales) y hay baños. En vez de
avanzar, luego de pagar nuestro ingreso, todos se van a hacer fila al baño.
Cinco minutos
más por la ruta y llegamos al aparcadero, vemos ahí abajo las lagunas, pero
para llegar a ellas debemos caminar. A extremar las precauciones, ustedes
gocen, nosotros – los guías - cuidamos, estamos por cerca de los 3.800 m.s.n.m.
y debemos ser cautos, no corran, no se agiten, tomen harto líquido, avisen si
se sienten mal. Si quieren dejar testamento, mi nombre es.
Y partimos en
Tropel.
Las lagunas.
Algunos – los
que saben – dicen que la coloración de estas aguas (dando énfasis a la laguna
roja) sería por efecto de algas y otros apuestan por sedimentos, sales
minerales (Me caen bien estos últimos). Ahora bien. Hace algunos años todo este
lugar era un paraje desconocido. Hoy, su potencial crece. Si bien
administrativamente pertenece a la comuna de Camarones, es Camiña la que
aprovecha los atractivos turísticos de ese lugar. Según los comentarios, El
tema radica en que la mejor conectividad fluye por la Región de Tarapacá.
Ahora, si dicho camino que transitamos es parte de la mejor conectividad, no
preguntaremos por la peor, aunque y esto es importante. La atención y el cariño
de la gente de Camiña los hacen merecedores de nuestro aplauso y voto (si esto
se dirimiese por votos, Camiña gana)
La Laguna
Roja se encuentra junto a la laguna "Amarilla" y la laguna
"Verde" que convierten a este lugar en más místico aún.
Lo que dicen
los lugareños, no nosotros Jaliscos.
Cuenta la
leyenda que estas aguas de propiedad Aymara fueron tomadas por un demonio, el
cual le puso este color en modo de advertencia. Pese a ello, algunos decidieron
beber este líquido y murieron al instante, los sobrevivientes decidieron
alejarse y dejarlo como un rincón olvidado
Además, de
boca en boca se cuenta que las "lagunas hermanas", que contienen
aguas de color amarillo y verde, comienzan a burbujear al verse rodeadas de
gente desagradable, según la tradición popular. Al espejo de agua verde le
atribuyen sexo masculino, mientras a la laguna roja y la amarilla le atribuyen
femineidad.
Estas lagunas
desaguan a través del río Caritaya el cual tuvimos que sortear para llegar a
dichas hermosuras de la naturaleza.
Desandar los
transitado
El regreso se
hizo más rápido, más, parar para tomar imágenes de las columnares no fue
posible, teníamos que seguir el viaje, algunos reclamaban por comida y
pensábamos en los franceses con su Carnaval. Salimos desde Camiña a eso de las
18:30 hr, estuvimos parados cerca de una hora en Francia para que nos dejasen
pasar y llegamos a nuestro próximo destino, Tiliviche, ya en la oscuridad. A
cenar (que delicia) y a la piscina.
No es tan
malo ser Caminante del Desierto.
Que nos quedó
de este viaje
Harta flora,
harta fauna, una gran cantidad de minúsculos (Insectos) y una grata sensación,
mientras más avanzamos, más nos damos cuenta que nuestro país es maravilloso,
digno de conocer y recorrer. Nosotros no somos turismo, no hacemos turismo,
pero si un día lo hiciésemos, dejaríamos bien en alto a nuestra región.
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