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viernes, 12 de enero de 2024

ALGORTA. AL FINAL DEL CAMINO

Antofagasta

Llegamos hasta el último de tus recovecos


Es tanto lo que podemos contarles sobre el salitre, sobre el inicio de su producción en Antofagasta-Chile, inclusive, de la vida y muerte de aquellos que conquistaron a pulso este desierto, pero de las oficinas y campamentos que se encontraban por los alrededores del longitudinal (Ferrocarril), es decir, del actual poblado de Baquedano – comuna de Sierra Gorda - al norte, no sabemos absolutamente nada, salvo aquello que pudo advertir el gran Clodomiro Marticorena “Por estos parajes nada crece y nada prospera” (en lo que respecta a la flora).




Pues bien, fue un día martes (Dia no recomendable para casarse ni embarcarse) que nos adentramos por aquellos parajes desolados en dirección a la Ex Oficina salitrera Ercilla y La Rioja, espacios que están siendo explotados en la actualidad, pero extrañamos a los muertos, es decir, a los cementerios de aquellas oficinas.

Luego avanzamos al campamento Esmeralda, aquel campamento cuyas ruinas aun se conservan en muy buen estado y resultan un deleite para aquel que valora la historia y el patrimonio. En este espacio nos damos cuenta que no es la naturaleza la que acelera la destrucción de lo que consideramos importante, es el hombre y como en estos espacios casi no llega el sapiens-sapiens, estos lugares se mantienen en muy buen estado.

Algorta, llegamos ahí, a la ex oficina Astoreca y recién en este lugar tuvimos acceso al cementerio y alguno que otro dato de relevancia, es decir: Fechas, edades, etc. Muchos pequeños yacen en descanso eterno y han pasado hartos saqueadores de tumbas. Dicen que esta oficina se pudo mantener intacta por el cuidado de una sola persona, pero cuando esta persona falleció, asomaron los buitres, es decir, de aquellos que sostienen que nada les sirve a los muertos, solo a los vivos.






Luego viene el Campamento Lynch y eso de campamento nos causa extrañeza, no eran salitreras, entonces ¿Qué eran? Más adelante divisamos a la ex Oficina Los Dones y Pedro de Valdivia, pero era momento de salir del medio del desierto y volver a casa, La dosis de adrenalina ya estaba cubierta por el día de hoy y recuerden, estuvimos por parajes en donde no pasa un alma, por caminos perdidos y sin vehículo de apoyo, fue una aventura y una osadía, pero valió la pena, claro que valió la pena.

 

He de brindar los agradecimientos al gran explorador del desierto, al Sr Bichólogo Don Rodrigo Castillo del Castillo y Castillo Tapia y a su maravilloso vehículo, al reconocido Atila el Gris.





 

Para saber más:

Las Ciudades del Salitre

https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-7715.html

 

Estudio sobre la industria salitrera de Chile.

https://revistas.uchile.cl/index.php/AICH/article/view/49939

 

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